“El sector del cerco vive una incertidumbre que no tiene porqué”
Manuel Fernández, presidente de Facopa
El también hermano mayor de la cofradía de pescadores de Punta Umbría exige a la Administración que establezca la cuota de captura de la sardina y la fecha de la vuelta al mar
Huelva/La incertidumbre persiste en el sector que faena en el Golfo de Cádiz que continúa sin conocer el cupo de sardina que le corresponde para este año. El presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, Manuel Fernández, así ha dejado constancia en una entrevista concedida a Huelva Información en la que hace un repaso de la situación actual de los sectores pesqueros, los problemas que tiene y sus reivindicaciones.
Según Fernández, la mayoría del flota del cerco permanece amarrada a puerto desde el pasado mes de septiembre cuando los barcos agotaron la cuota de sardina determinada para 2018. El boquerón y la sardina constituye el 98% de las capturas del cerco, aunque las especies de la modalidad alcanzan la treintena.
El sector necesita para convivir de estas dos especies y si falta una de ellas se rompe el equilibrio. Eso es lo que ha ocurrido al agotarse el “escaso cupo de sardina”, ya que los barcos se han quedado sin la posibilidad de seguir faenando por la falta de una de ellas.
Fernández señala que la cuota de boquerón también es insuficiente, a pesar de que es bastante mayor que la de sardina, y además al ser la única especie en el mercado su precio es reducido, se deprecia y “no es rentable para las empresas pesqueras, ya que hay más oferta que demanda”.
Para el presidente de Facope es necesario que se permita la captura de las dos especies a la vez, al tiempo que critica la falta de información por parte del Gobierno central (competente en la materia) al sector sobre la cuota y la reanudación de la actividad.
Fernández asegura que los pescadores ha pedido información al ministerio y que aún no ha recibido ninguna respuesta. Tan solo conoce que sus responsables son conscientes del problema pero que están a la espera de los estudios científicos. “Esto ha creado, además de incertidumbre, un malestar en el sector”, por lo que de las 84 embarcaciones del cerco que faenan en el Golfo de Cádiz solo están activas una veintena que pescan boquerón, la única especie permitida. De Isla Cristina apenas si son 2, de Punta Umbría 10 y el resto de la provincia onubense.
Así, los armadores consideran que salir a faenar no es rentable ya que, por una parte, no pueden pescar sardina y, por otra, por que sólo el boquerón no garantiza la viabilidad, por lo que continúan a la espera de conocer la cuota de sardina para regresar a la mar, ya que se aproximan los meses propicios para las capturas y el caladero se ha recuperado.
El también patrón mayor de la Cofradía de Punta Umbría afirma que, aunque el tema de la sardina es competencia del Ejecutivo central, los nuevos órganos de Gobierno de la Consejería de Pesca “se han comprometido a respaldar las peticiones del sector”.
Por estas fechas, el sector ya conocía la cuota de captura de la sardina y “al día de hoy no sabemos ni cuanto ni cuando”, subraya Fernández lo que ha motivado que más del 70% de la flota de cerco siga amarrada a puerto.
Ante esta situación, el sector de España y Portugal va a mantener una reunión el próximo 19 de marzo, en la localidad portuguesa de Peniche, para abordar esta problemática.
Según el presidente de Facope, la idea es buscar y consensuar soluciones a la situación de bloqueo que actualmente mantienen los ministerios de Pesca de ambos países, que “hacen caso omiso” a las peticiones del sector y que “no ofrecen respuesta alguna” a las solicitudes de reuniones de ambos países para que “indiquen y les informen sobre la cantidad de cuota de pesca de la cual podrán disponer y la fecha de apertura de dicha pesquería”.
Fernández insiste en que “es insostenible” que aún no se sepa cuáles son las perspectivas, en términos de posibilidades de pesca este año, máxime cuando caladero está “lleno de sardina y además de tamaño”.
El resultado de dicho encuentro bilateral se trasladará a ambos ministerios, esperando que “tomen medidas al respecto y escuchen al sector”.
En cuanto al sector del arrastre, el patrón mayor puntaumbrieño explica que España y Portugal han firmado un nuevo acuerdo fronterizo para que se concedan licencias a veinte embarcaciones españolas que no se utilizan. En la actualidad solo seis barcos de Huelva faenan en aguas de Portugal, ya que al hacerlo deben abandonar su propio caladero, por lo que el resto han optado por no hacerlo.
En opinión de Fernández, esta medida no tiene razón de ser, ya que al mismo tiempo las embarcaciones portuguesas que pescan en aguas españolas también pueden hacerlo en las suyas, lo que supone “un agravio comparativo”.
Los pescadores también solicitan que los barcos cuando pescan “se atengan a la normativa del país donde faenan, cosa que no ocurre ahora con lo que se da la paradoja que cuando la flota española descansa o está en parada biológica la portuguesa sí puede trabajar en las costas onubenses”.
“Esto provoca otra competencia desleal en cuanto a comercialización y también rompe el equilibrio de recuperación del caladero”, matiza Fernández.
Artes menores
Sobre la pesquería de artes menores, el sector demanda una uniformidad de criterios para toda la flota, con independencia del lugar donde faene.
Una de las mayores quejas, indicó Fernández, es respecto a la pesca ilegal así como de los robos de las capturas por parte de embarcaciones que no pertenecen al sector. “Hay una serie de personas que se dedican a robar, a levantar nasas para sustraer pulpo”, detalla el patrón mayor de Punta Umbría, de ahí que se reclamen un mayor control de ilegales.
Las ayudas a la flota es otra de las cuestiones que preocupa al sector pesquero y así se lo ha trasladado tanto al ministerio como a la consejería. Según el presidente de Facope, tan solo un 5% de los fondos FEMP se han podido utilizar debido a la exigencias y los criterios para poder acceder a ellos, de ahí que demanden que los trámites se simplifiquen de forma que puedan agilizarse.
La mejora de las infraestructuras es otra de las reivindicaciones de los pescadores. Entre ella está el dragado de las rías y bocanas, así como el mantenimiento de los accesos al puerto y la mejora de las escalas. Por último está la instalación de depuradoras para el marisco.
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