El servicio de Cirugía Vascular de Huelva alertó a la Gerencia del hospital Juan Ramón Jiménez de su "situación límite" hace cuatro meses

Tanto la gerencia como la dirección médica del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva conocían desde hace cuatro meses la delicada situación que atraviesa el servicio de Angiología y Cirugía Vascular de Huelva, cuya continuidad peligra al tener una única cirujana vascular en activo. Miembros de este servicio registraron el pasado 29 de octubre una carta formal que, dirigada al gerente, Manuel García de la Vega, y al director médico, José María Turmo, alertaba de la "situación límite" que sufría un servicio que, según el documento al que ha tenido acceso este periódico, estaba "cerca de solicitar bajas por burn out -síndrome del desgaste profesional-, excedencias o renuncias al contrato laboral".

Profesionales del servicio recogían en aquel escrito que "el problema del servicio es crónico", pero que "empeoró en septiembre con la renuncia a la renovación automática" de uno de los facultativos. Una "puntilla para un servicio que presenta una isquemia prácticamente irreversible". Asimismo, criticaban "la vejación constante que viene sufriendo nuestro servicio con la constante limitación de médicos, sustracción de horas de quirófano, cambios de personal de Enfermería, amenazas de cierre del servicio..." y, pese a ello, "siempre hemos mantenido la actividad con una calidad superior a la que se le podía exigir dada la precariedad crónica de facultativos y medios", defendían.

Pero todo tiene un límite. Y la carta resultó ser la crónica de una muerte anunciada -al menos por el momento- porque en las primeras semanas del año dos cirujanos vasculares causaron baja -según fuentes, por estrés- y otro solicitó una excedencia. Ello redujo a dos la plantilla de cirujanos vasculares -1,6 restando reducciones de jornada- que prestan atención a los más de 500.000 habitantes de la provincia onubense.

Solo queda una cirujana vascular en Huelva

Solo dos semanas después de que este periódico adelantase la noticia del riesgo de desaparición del servicio por la falta de cirujanos vasculares, otro profesional ha renunciado a seguir prestando asistencia por, según ha podido saber esta redacción, estar en desacuerdo con las condiciones laborales que le ofrecía el SAS; por lo que en estos momentos solo hay una cirujana vascular para atender, además de las Urgencias del hospital Juan Ramón Jiménez, también las del Infanta Elena, de Riotinto o del Virgen de la Bella, "todo ello mientras se valoran a los pacientes ingresados y a las interconsultas desde otros servicios", según reiteran fuentes consultadas por este periódico.

Pese a ello, el SAS aseguró este miércoles que "garantiza" la continuidad del servicio, así como que está "trabajando de manera continuada" para cubrir la plantilla con "la búsqueda de nuevos profesionales" que cubran estas vacantes, siendo hasta el momento "infructuosa" por "la falta de médicos especialistas en Angiología en la bolsa de trabajo". Igualmente, además de insistir en que trajaban en "un plan de contingencia", afirman que "en ningún caso se ha pensado en la hipótesis de eliminar de la cartera de servicio de este centro esta especialidad", remarcando que en estos momentos el SAS "está ultimando el lanzamiento de una oferta específica de esta especialidad de larga duración para atraer a profesionales que no estuvieran en la bolsa", por lo que podrán optar facultativos "de cualquier punto geográfico".

Aun así, según fuentes solventes, lo cierto es que el servicio "pende de un hilo" al haber una única cirujana vascular por el momento. De renunciar esta profesional y no reforzarse la plantilla, en lo que desde Salud insisten en que están "trabajando intensamente", Huelva se quedaría sin un servicio que salva vidas. Si en un procedimiento quirúrgico hay un sangrado por una rotura de cualquier vaso, principalemente si es una arteria, hay dos opciones en el caso de no haber un cirujanos vascular en quirófano: "o no controlas el sangrado y muere el paciente o, si controlas el sangrado con una pinza especial, puedes mandar al paciente en ambulancia a Sevilla", explican cirujanos vasculares a este periódico, quienes reconocen que, "en cualquier caso, en un viaje de hora y media a Sevilla pones en riesgo cualquier articulación o arteria, y no es lo mismo que esté afectada una pierna o un hígado". Es por ello que el traslado en ambulancia de un paciente con dicha pinza "es un riesgo total".

Otra problema que podría acarrear el no tener cirujanos vasculares en quirófano es que no se hagan determinadas intervenciones quirúrgicas en Huelva porque "hay algunas en las que, probablemente, los especialistas no quieran arriesgarse". Por ejemplo, sostienen fuentes, "hay tumores que pueden invadir una arteria y, precisamente, en esos casos se llama a cirujanos vasculares para estar en quirófano, dado que puede producirse un sangrado. Y en casos como esos, si no tienes a tu lado a un cirujano vascular, probablemente no te atrevas". En este sentido, cabe destacar que un cirujano vascular puede ser llamado a quirófano cuando se realizan diferentes tipos de procedimientos -si hay sangrado-, véase de Cirugía General, Otorrinolaringología, Ginecología, Traumatología, Neurocirugía, Urología o Hemodinámica, entre otros.

"Tenemos una calidad de vida profesional mediocre, insatisfactoria y sin visos de mejora"

De todo ello ya había alertado el propio servicio en el escrito formal enviado a la gerencia del hospital Juan Ramón Jiménez, una carta en la que también aseguraban no entender "cómo se han potenciado otros departamentos del hospital y a nosotros se nos ha condenado, de media en estos 30 años de vida, a tener 3,2 facultativos". Recordaban, a su vez, que según "la OMS, la Unión internacional de Angiología y la Asociación Española de Angiología y Cirugía Vascular, nos deberían corresponder siete, atendiendo a criterios demográficos". Un número "necesario" para "atender las consultas externas, para la cobertura de urgencias y emergencias, para la atención de interconsultas hospitalarias y para la cobertura de guardias".

Todo ello, prosigue el escrito, "conlleva el deterioro de la calidad asistencial por falta de tiempo, el retraso tercermundista de las listas de espera y la evolución desfavorable de patologías vasculares, que requieren atención muy preferente". Una situación que "nos somete a una calidad de vida profesional mediocre, insatisfactoria y sin visos de mejora, porque nuestra actividad asistencial se reduce a la desagradable y nada gratificante tarea de devolver al frente al herido tras vendarlo, a pasar a quirófano al urgente y a arrancar la placa del fallecido para enviarla a la familia".

Los profesionales lamentaban en la carta "no disponer de tiempo tampoco para formarnos en nuevas técnicas o para aprender habilidades ya cotidianas en muchos hospitales". "Ni siquiera para mantener una conciliación familiar de mínima calidad".

Y todo ello explica, según los propios profesionales que enviaron el referido escrito, "que hayan desfilado por este servicio innumerables profesionales que podrían haberse establecido, algunos de ellos, en nuestra ciudad. Al sufrir contratos basura, más guardias de las soportables -más de 15 la mayor parte de los meses-, sobrecarga asistencial y, sobre todo, ausencia de perspectiva de mejoría para obtener una estabilidad laboral y así plantearse la posibilidad de permanecer en Huelva decidieron, a la menor oportunidad, abandonar nuestro hospital ante ofertas laborables justas y estables y, por ende, mejor calidad de vida", finalizaba el escrito entregado a la gerencia en la mañana del pasado 29 de octubre.