Siete razones por las que las personas con inteligencia emocional son excelentes negociadoras

Huelva/Negociar es una habilidad que utilizamos todos los días, ya sea para resolver conflictos, acordar plazos de entrega o discutir aumentos salariales. Negociamos con las demás personas, y negociamos también, mucho, con nosotras o nosotros mismos. Así que, aplicar la inteligencia emocional a esa capacidad tan valiosa puede marcar una gran diferencia en tu vida.

Utilizar la inteligencia emocional en tus negociaciones va a mejora tus resultados, va a fortalecer tus relaciones laborales y va a afilar tus habilidades de comunicación. Por eso, en este artículo, lo que te traigo son estrategias prácticas que puedes entrenar.

Te propongo empezar mirando y copiando a las personas con una alta inteligencia emocional, para conseguir negociar elevando tu capacidad de influencia.

Conductas de la gente inteligente que ayudan a negociar con éxito

Las personas con inteligencia emocional tienen muy claro lo que quieren. Por eso, antes de negociar, define tú muy bien tus objetivos: cuál es tu mínimo asumible, tu máximo esperable... Imagina que quieres un amento de sueldo, ¿cuánto vas a pedir?, ¿en base a qué justificas eso que estas pidiendo? ¿Cuál es tu mínimo negociable? No te olvides de llevar preparados ejemplos concretos de tus logros profesionales y, aún mejor, indicadores cuantitativos de tu desempeño.

La gente con una elevada inteligencia emocional se prepara emocionalmente para los desafíos y mantiene la calma. Por eso, antes de negociar, tómate un momento para identificar tus emociones. ¿Estás nervioso o nerviosa? ¿Sientes frustración? Reconocer cómo te sientes te permitirá gestionar mejor tus reacciones durante la negociación, y eso es clave para mantener tu equilibrio. Imagínate pidiendo el aumento, seguro que estás de acuerdo en que no es plan de perder los nervios a la mínima resistencia. ¿Cómo puedes relajarte antes de entrar? Hazlo.

Quienes disfrutan de una destacada inteligencia emocional, tienen empatía. Negociando, la empatía es fundamental. Mira la situación que quieres negociar desde la perspectiva de la otra persona. Pregúntate cuáles pueden ser sus preocupaciones, necesidades y objetivos. Así que, si vas a negociar tu sueldo, puedes prever que quien te lidera se va a preocupar de los presupuestos de la empresa, o de cómo lo va a tener que explicar aguas arriba… Procura llevarle el trabajo hecho y cuéntale cómo tus logros han beneficiado a la empresa y cómo seguirán haciéndolo. Dale cifras y argumentos.

La gente inteligente tiene una comunicación clara y asertiva. Expresa tú tus necesidades de manera directa, sin agresividad pero sin entrar en conductas pasivas. Utiliza un lenguaje positivo y enfocado en soluciones. Por ejemplo, pidiendo más sueldo, en vez de ‘necesito un aumento ya’ puedes decir: ‘me gustaría discutir la posibilidad de un aumento del 10% debido a las significativas contribuciones que he logrado este año y que te traigo descritas’.

Las personas con una sólida inteligencia emocional son creativas y buscan soluciones ganar-ganar. Propón tú soluciones creativas que beneficien a todas las partes en la negociación. Ten claro que no se trata de ganar o perder de forma absoluta, sino de encontrar un acuerdo que satisfaga suficientemente a todas las personas. Así, si cuando pides el aumento te dicen que no hay seguridad de que se pueda ajustar el presupuesto ahora, puedes decir algo así: ‘Entiendo tus preocupaciones. Dime entonces que alternativas podríamos explorar o un plan a medio plazo para revisar mi remuneración’.

Esta última solución creativa dice de ti algo que también caracteriza a la gente con una destacada inteligencia emocional: son flexibles. Tener disposición a adaptarse y encontrar puntos medios son enormes facilitadores para la negociación y para evitar conflictos. ¡Suerte pidiendo el aumento!