El testimonio de un fotógrafo de Huelva en Marruecos: "Están sumidos en el caos y la desesperación"

Un fotógrafo de Huelva desplazado estos días a Marruecos tras el terremoto asegura que la situación que se está viviendo en el país árabe es devastadora. "Las poblaciones afectadas por el terremoto de 6,8 grados registrado la noche del viernes están sumidas en el caos y la desesperación, subsistiendo con los suministros más básicos y precarios", comparte.

El onubense ha contado de primera mano a este periódico que la situación es diferente dependiendo de la zona de Marruecos en la que te encuentres. Por ejemplo, en Marrakech, donde él se aloja, todo parece tranquilo, "a pesar de que algunos edificios están dañados". En la ciudad, dice, sigue habiendo turistas, que conviven con gente durmiendo en la calle y se puede observar pequeños puestos ambulantes para la venta de agua y productos de primera necesidad. A medida que te diriges a la zona del Atlas, el panorama va cambiando. "En los pequeños pueblos lo que se vive es muy duro. Es un auténtico caos. Se ven bomberos por todos lados sacando a gente como pueden de los escombros, muchas personas durmiendo a la intemperie, en tiendas de campaña o buscando refugio en casas de amigos o familiares".

Dice el fotógrafo que muchísimas casas, por no decir todas, están afectadas. "Las que quedan en pie son "inhabitables. La sensación es muy triste", lamenta.

Por ello, dice, se necesita más ayuda humanitaria, a pesar de que Marruecos ya la ha pedido oficialmente a España y se espera que pronto lleguen refuerzos. "Toda ayuda es poca porque aunque la esperanza de rescatar a gente con vida es cada vez menor, aún hacen falta manos para mover escombros, más perros para buscar gente, además de recursos básicos para estas ocasiones, como agua, comida y ropa, ya que hay mucha gente que lo ha perdido absolutamente todo". Además, se hace necesario el cobijo, más allá de una tienda de campaña o un solar, añade.

En cuanto al resto de onubenses en la zona, dice que, de momento que él tenga constancia solo están los siete bomberos desplazados estos días que se han unido al contingente de Bomberos Unidos sin Fronteras y Bomberos por el Mundo.

Algo que le ha llamado la atención a este onubense en la zona del terremoto es el respeto que se tiene en el país marroquí por los difuntos. "Cuando están los bomberos sacando a alguien de los escombros y los fotógrafos captamos el momento nos dicen que una vez hayan terminado los efectivos el operativo y el cuerpo sea tapado, no están permitidas las fotografías".

Algo que entristece profundamente a este onubense es "la cantidad de mensajes obscenos, racistas y de mal gusto que hay sobre esta situación y que se están multiplicando en las redes sociales. La gente que está sufriendo esto no se lo merece al igual que los familiares de las víctimas que están en España", lamenta.