Tú tienes un superpoder que hace poderosas o no a las empresas

Huelva/ Si no lo has hecho, estás tardando. ¿Nunca te has parado a pensar que cada vez que decides a quién comprarle lo que sea que necesitas, en realidad estás eligiendo qué tipo de mundo quieres para el futuro? ¡Hala!, qué dramática. Pues de verdad que no quiero acabar escribiendo un artículo catastrofista, tampoco ingenuo, todo lo contrario. Quiero contarte una realidad: el poder está en tus manos, y en tu carrito de la compra, sea físico o virtual.

En Huelva hay una tradición de grandes empresas que han evolucionado bien en términos de responsabilidad y sostenibilidad. Por ahí leí alguna vez que tenemos una economía un poco acomplejada justo por el dominio de esas grandes corporaciones. Pero junto a ellas, hay muchísimas, pero muchísimas más en número, pequeñas y medianas empresas que tienen mucho que decir. Ni te cuento microempresas.

Y no voy a entrar en las comparaciones odiosas, sólo déjame que te cuente que ya no importa tanto el tamaño de la empresa que le da trabajo a las personas que desayunan contigo en el bar de tu calle, como el impacto real que esa empresa provoque en tu vida y en tu entorno. Así se mide la sostenibilidad. Pero claro, hay que se consciente de ello.

¿El tamaño importa?

Es verdad que gran empresa, gran impacto bueno o malo, y pequeña empresa, pequeño impacto bueno o malo. Sí. Pero ponte a sumar muchos pequeños impactos, y a ver qué te sale.

Lo que pasa que esto ya no va de cuentas, esto ya es una cuestión de acciones. Las primeras las empresas, por supuesto, pero también las acciones personales. Las mías. Las tuyas. Porque lo que verdaderamente importa ya es que tú quieras ser parte de ese cambio necesario con cada euro que gastas.

Pequeños grandes gestos

Hay grandes empresas que te suenan, como Cepsa y Atalaya Mining, que están haciendo cosas impresionantes a gran escala: energías limpias, reciclaje de agua, reducción de residuos. Olé por ellas, y ¡gracias!

Pero, ¿qué pasa con esas pequeñas empresas que revolucionan su entorno más cercano? ¿Qué me dices de esas PYMEs que están creando también un impacto directo en nuestras vidas cotidianas?

Ahí tienes a Goure, una ‘revolución gourmet’ desde Hinojales que construye puentes con tu casa, y con toda Europa, para alimentos artesanales muy nuestros a través de un innovador sistema de adopciones con el que apoyas a los productores que lo hacen bien. Comprarles es toda una experiencia ética y deliciosa.

Y qué me dices de HV Reparto Sostenible social, otra iniciativa de Huelva que parece sacada del futuro, o de otro país, pero que está aquí. Usan bicicletas eléctricas recicladas y generan empleo para personas en riesgo de exclusión social mientras cubren la necesidad de repartir paquetes. Recibes o envías algo, y le das un empujón a tu satisfacción personal.

No soy nada objetiva con la Finca Alfoliz de mi querido Xanty Elías. Pero incluso sin ser objetiva soy capaz de valorar cómo se ha convertido en un ejemplo de gastronomía sostenible. La clave aquí no es solo que los platos estén deliciosos, sino que están elaborados respetando los ciclos de la naturaleza con productos locales y cercanos, tan cercanos que muchos son cultivados allí mismito. Así, darle un homenaje a tu paladar es mucho más que eso.

Suma y sigue. Vamos a mirar al cielo. Si te gusta la ciencia, Astro Emociones te lleva literalmente a las estrellas. Esta empresa combina sostenibilidad y divulgación científica, organizando actividades para que la gente se conecte con el universo y, de paso, reflexione sobre cómo cuidamos nuestro planeta. Porque, ¿qué mejor manera de darnos cuenta de la fragilidad de la Tierra que observándola desde el espacio?

No te pierdas lo que hace Cienciaterapia, o Alma Natura, o Consumo Gusto… Evidentemente no son todas. Posiblemente las conocías, o no. Lo que espero es que tengas claro que hay muchas más de las que tú o yo creemos. Ahí cerquita, grandes y pequeñas, que lo hacen mucho mejor que bien, con responsabilidad social.

Tu poder está en decidir a quién eliges para cubrir tus necesidades, sean productos o servicios. Tú decides a quién le compras. Tú decides si la sostenibilidad es rentable o no. Y tú decides si cambiamos las reglas del juego y vamos de la mano por el futuro que nos gustaría vivir.