El tornado se lleva un tercio de la campaña en fincas de Lepe y Cartaya
El fuerte viento arrancó en diez segundos lo que se interpuso en su camino en una franja de entre 70 y 90 metros de ancho, en paralelo a la A-49
Después de casi cuatro días sin parar de mirar al cielo como consecuencia del temporal que desde el miércoles pasado azota la provincia onubense, numerosos agricultores de las localidades de la Costa Occidental onubense, especialmente de Lepe y Cartaya, se vieron sorprendidos en la tarde del domingo por un tornado que, procedente de Portugal, entró en nuestro país por Ayamonte, para avanzar en dirección este hasta los municipios de Trigueros y San Juan del Puerto.
A su paso, el fuerte viento arrancó todo lo que se interpuso en su camino, en una franja aproximada de entre 70 y 90 metros de ancho, y siempre en paralelo al trazado de la autovía A-49. Señales de tráfico, árboles, vallas, techumbres de chapa, algunos muros, farolas y hasta algún poste del tendido eléctrico, fueron los diversos elementos que fue derribando y retorciendo el viento a su paso, pero sobre todo estructuras de hierro y plástico de los macrotúneles que se instalan en las plantaciones de frutos rojos.
La imagen era desoladora y ha mantenido durante horas a los técnicos y responsables de las fincas trabajando sin descanso para intentar suavizar en lo posible los efectos de un temporal que llega en plena campaña de los frutos rojos.
Las palabras de un vecino de Cartaya, Antonio Flores Villegas, describen perfectamente la "dantesca" escena que vivió sobre las 18:00 del domingo: "Venía de Portugal con mi familia y fue impresionante lo que pudimos ver por la autopista. Fincas enteras cuyos plásticos volaban en todas direcciones, hasta el punto que nos vimos obligados a parar porque estaban cruzando la carretera de un lado a otro. El susto fue tremendo".
Los efectos de esa escena eran ayer visibles desde la A-49, con plásticos colgando y enredados en el tendido eléctrico en los términos municipales de Lepe y Cartaya. En este segundo municipio, el agricultor Simón Ríos lamentaba a primera hora de la mañana los "incontables" daños que ha sufrido su finca, una plantación de arándanos de unas cinco hectáreas, situada en el camino de Valdeflores. El tornado cogió la explotación "de forma atravesada" y en unos segundos derribó y retorció todas las estructuras de hierro y plástico que cogió a su paso y, "lo que es peor", hasta "arrancó de la tierra las plantas de arándanos, tirando a la ruina todo el trabajo de los dos o tres últimos años".
Fueron sólo unos segundos, pero se hicieron interminables. De hecho, Simón asegura que sólo fueron 600 segundos los que el tornado tardó en "tirar por tierra el trabajo y la inversión de dos o tres años", motivo por el que no podía esconder su estado. "Muy mal, estoy muy mal, pero es lo que hay, y esto habrá que solucionarlo trabajando". Y por ello pide a los políticos que se les "ablande el corazón" y que "nos ayude el Estado a todos los afectados, lo cual dudo, pero es lo mínimo después de tanto destrozo y después de cuatro o cinco días de temporal".
En Lepe los destrozos no fueron menores, especialmente en varias fincas de fresas, arándanos, y alguna de frambuesa, en la zona ubicada al este de La Gravera. Juan José Feria Contreras es otro damnificado por el temporal. Su finca de fresas de unas tres hectáreas ha quedado "totalmente dañada". El tornado llegó "de repente desde Ayamonte, y se llevó todo en una franja de terreno de casi 90 metros de ancho". Mientras una veintena de peones intentaba reparar en la medida de lo posible los hierros y plásticos arrancados por el viento, aseguraba que "aún es pronto para valorar las pérdidas", aunque "lo que sí es seguro es que esto nos ha arrebatado entre 15 y 20 días de campaña, lo que supone aproximadamente un tercio de la misma si tenemos en cuenta que la temporada dura en total unos 90 días", y eso es "muy ruinoso". Por todo ello hace hincapié en que la zona sea declarada "catastrófica", ya que a su juicio "permitirá acceder a más ayudas".
Desde Asaja-Huelva no se ha realizado aún un balance detallado de los daños que han provocado tanto el temporal como la manga de mar que surgió en la tarde del domingo. La organización agraria va a esperar hasta que concluya totalmente el temporal, ya que según la Aemet aún quedan unos tres o cuatro días de mal tiempo. En cualquier caso, la organización agraria no había recibido hasta ayer notificación de daños graves por parte de ningún socio. De momento, la información con la que cuenta se refiere a destrozos en plásticos en los túneles de las explotaciones de frutos rojos. Aun así, una vez que pase el temporal, los técnicos de Asaja realizarán un sondeo entre los socios de las zonas más castigadas por el temporal para evaluar los daños con más detalle, tanto en la agricultura como en la ganadería y en explotaciones forestales si los hubiera.
Durante la jornada de ayer seguían al descubierto los efectos de la fuerza del viento en las playas más occidentales de la provincia, donde los restos de basura se levantaban sobre la arena. También ayer se seguían viendo labores de marisqueo en diferentes puntos de la costa, donde el temporal ha grabado su dureza.
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