El triunfo del humor absurdo en momentos de crisis

Días de Cómics

'Pafman' (1987), de Joaquín Cera, es un superhéroe muy chapucero que está empeñado en dedicarse a la lucha contra el mal, a pesar de que a la gente le iría bastante mejor sin su ayuda

El Hombre

Pafman.
Pafman. / M. G.
Gerardo Macías

21 de julio 2024 - 07:00

Huelva/El barcelonés Joaquín Cera comenzó su carrera de historietista profesional en 1986, con apenas veinte años de edad, en la revista Mortadelo Semanal, donde creó la serie Los Xunguis, junto a Juan Carlos Ramis (Chantada, Lugo, 1962). Cera fue el último historietista contratado por la Editorial Bruguera, justo antes de que echara el cierre debido a la crisis económica. Sin embargo, cumpliendo el famoso refrán que afirma que No hay mal que por bien no venga, Joaquín Cera tuvo la proverbial suerte de que Ediciones B heredara toda la Editorial Bruguera, así que, a partir del año 1986, dio comienzo a su etapa profesional más prolífica.

En 1987, ya en Ediciones B, Joaquín Cera creó Pafman, su obra más exitosa, que se publicó hasta el año 1996 en Mortadelo Semanal y luego en álbumes monográficos dentro de la colección Top Cómic. La serie Pafman tiene su propia impronta, y, al mismo tiempo, consigue mantener el espíritu de otras series míticas de la Editorial Bruguera, como Mortadelo y Filemón; Anacleto, Agente Secreto; y SuperLópez.

Pafman tuvo varias entregas en la mítica Colección Olé.
Pafman tuvo varias entregas en la mítica Colección Olé.

El cómic Pafman (1987), de Joaquín Cera, puede parecer, a priori, una parodia de Batman, pero en realidad es una obra con un estilo muy personal y original. Su archienenemigo no es una parodia del Joker: el Enmascarado Negro es un bandido que va vestido de negro y luce una letra N en el pecho. Nunca se le ve la cara, ya que siempre lleva una capucha debajo de la otra, y es capaz de cometer todo tipo de actos malvados, desde robar el ladrillo de una obra hasta invocar a un demonio para destruir el planeta. El sidekick de Pafman se llama Pafcat, y es un gato salido de la mutación de un amigo de Pafman y su gato doméstico, los cuales fueron metidos en una lavadora junto con un kilo de plutonio. Pafman y Pafcat viven en Logroño City, una megaciudad que solamente se parece a la española en el nombre. Pafman y Pafcat se enfrentan a todo tipo de villanos, desde el malvado sillón antropomorfo Doctor Ganyuflo hasta el temible asesino de personajes, pasando por magos, gamberros, extraterrestres y robots.

El dibujo de Cera es dinámico, expresivo y detallista, con un trazo limpio y una gran variedad de fondos y escenarios. Su estilo es una mezcla de influencias del cómic americano, el manga y el tebeo español, con un toque personal inconfundible. Sus personajes son carismáticos, divertidos y entrañables. Cera trata de mantener el estilo de los clásicos de la Escuela Bruguera. El guion es sorprendente, con un ritmo trepidante y un humor surrealista. Sus diálogos son brillantes, con un uso magistral del lenguaje y los recursos humorísticos.

Las primeras historietas de Pafman apenas tenían en cuenta la continuidad, pero, con el tiempo, a pesar de que la serie es un gag constante, hubo algunos argumentos con enjundia. En un principio, Pafman y Pafcat trabajaban por libre, pero luego pasaron a formar parte de la plantilla policial del comisario Mafrune. Y tras las reactivación que tuvo la serie en 2004 con Pafman Redevuelve, se nos dice que los personajes han pasado los siete años en los que no se publicaron aventuras congelados en el polo.

La Colección Top Cómics recopiló muchas entregas de la serie.
La Colección Top Cómics recopiló muchas entregas de la serie.

Además de Pafman, Cera creó otras series de cómic, como: Pepados; El Capitán Fundimoso; Rebuznos en el espacio; y El Dr. Pacoestein. En el año 2000, Ramis y Cera reciben el encargo de recuperar la serie Zipi y Zape, de Josep Escobar, pero adaptándola a los tiempos: el pelo ligeramente más corto, las narices se redondean, los ojos aumentan de tamaño aparte de ser ovalados y estar más juntos, las bocas también se agrandan. Su vocabulario se adapta a la época, y dejan de ser tan caballerescos como los originales.

Este volumen hace una recopilación selectiva de las que se suelen considerar las mejores historietas del personaje, desde sus primeras apariciones hasta sus historietas más reconocidas, recuperando el material con correcciones de color y texto llevadas a cabo por parte del mismo autor. El libro se abre con un prólogo escrito por el historietista Manuel Bartual (Valencia; 1979), colega y admirador de Cera, que ha trabajado, entre otras, para Editorial Astiberri, El País, Grupo Editorial Santillana, Ediciones Sinsentido, Dibbuks y Es Pop.

La próxima semana: Mazinger Z (1972), de Go Nagai, la primera serie de cómic protagonizada por un robot gigante tripulado desde dentro por una persona, que marcó las bases del manga de género mecha.

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