El turismo pierde 175.000 viajeros desde el comienzo de la crisis

El descenso en picado del sector turístico onubense parece no encontrar nunca fondo a juzgar por los datos que se extraen de la última Encuesta de Coyuntura Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado viernes. Mes tras mes, el análisis viene alertando de una dolencia que se ha convertido en crónica para un destino que, sin embargo, partía de una situación de ventaja con respecto a otros puntos cercanos de la geografía andaluza: clima, riqueza natural, una planta hotelera joven y de calidad, gastronomía, diversidad de paisajes y tranquilidad por encima de la masificación de otras zonas. Pero nada. Las virtudes de Huelva y sus atractivos no parecen ser suficientes para frenar la sangría de visitantes y pernoctaciones que el informe arroja implacable cada vez que llega.

El provisional de 2014 concita todas las penurias que el destino lleva acumulando durante un año que sin duda ha sido difícil. Cabe recordar, entre otros factores que puedan haber influido en la debacle, la amenaza de huelga que ha pesado sobre el sector hostelero de la zona en verano, cuando más sensible es a cualquier influjo, o la extraña climatología que imperó sobre todo en el mes de julio, y que pudo haber inclinado la balanza del turista hacia otros destino. En septiembre el dato no dejaba lugar a dudas: había sido un mal verano a pesar de lo mucho que prometía, con la pérdida de unos 60.000 viajeros y con una tímida subida de las pernoctaciones del 1%.

No obstante, las circunstancias extraordinarias del pasado verano son extrapolables a otras provincias sin que en ellas hayan frenado un crecimiento que es la tónica general a nivel nacional y andaluz: las pernoctaciones crecieron en el conjunto de España un 2,9% respecto a 2013 y en Andalucía, un 4,5%.

También constatan mejoría en lo que a viajeros se refiere. Así, a España llegaron 3.778.111 viajeros más que en 2013 y a Andalucía, 625.304.

En Huelva, sin embargo, los datos no dan tregua y son demoledores sea cual sea la perspectiva de análisis: si es interanual, la provincia perdió 32.344 viajeros y vio descender las pernoctaciones en 2.349. Si se comparan los mismos datos tomando como referencia el mes de diciembre de 2014 respecto a 2013, el resultado apuntala la tendencia con la pérdida de 2.140 viajeros y 9.711 pernoctaciones menos.

En este último caso, la oferta de establecimientos abiertos durante los meses de invierno (115 en diciembre frente a los 173 que estaban disponibles durante el mes de agosto), puede influir en la decisión de los potenciales visitantes y abunda en la tradicional estacionalidad que aqueja a la provincia.

Pero si se analizan las tablas desde que la crisis comenzara a ser constatable en el sector turístico, el informe anual del INE sólo ha mostrado signos de recuperación en dos ocasiones: en 2010, cuando pasó de los 1.066.307 viajeros que hubo en 2009 a los 1.068.297 del año referido; y entre 2012, cuando llegaron a la provincia 945.309 personas y 2013, año en el que desembarcaron 12.659 viajeros más. En ambos casos la pérdida del ejercicio siguiente fue mayor que la ganancia obtenida.

El balance final es desastroso. Entre 2008 y 2014 Huelva perdió un total de 174.248 viajeros (un 15,84% menos entre ambos años), de los que 50.460 turistas eran españoles y nada menos que 123.823 corresponden a viajeros con residencia en el extranjero.

El dato de las pernoctaciones no es tampoco alentador. Desde 2008, el número de noches que el visitante pasó en el destino turístico onubense descendió un 7,08% (259.214 pernoctaciones menos), de las que 51.531 correspondieron a nacionales y 207.684 a extranjeros.

Sí aumentaron, por contra, las cifras de estancia media, que entre los dos periodos analizados pasaron de 3,33 días a 3,67.

Mientras tanto, España ha visto en estos años cómo el número de viajeros ha crecido en más de 4,5 millones y las pernoctaciones en más de 25,8 millones. Andalucía, por su parte, ha sabido también capear el temporal de la recesión económica con casi 200.000 viajeros más y un aumento de las pernoctaciones que roza las 850.000 más que en el año 2008.

Cabe preguntarse a qué se debe el desencanto progresivo e implacable de quienes deberían elegir Huelva para pasar su periodo vacacional. La falta de infraestructuras -sin aeropuerto, con conexiones ferroviarias deficientes y escasas y algunas rutas por carretera francamente mejorables- es un clásico a la hora de buscar culpables. También se suele señalar la información y la formación en materias como por ejemplo el idioma de la que ha adolecido en parte la estructura hostelera, algo que se va subsanando con el tiempo y con el esfuerzo tanto del personal como de los agentes turísticos.

En tercer lugar, los responsables de los destinos del sector lamentan la falta de cohesión de una oferta turística integrada que sirva como reclamo absoluto a un visitante que cada vez menos busca tumbarse al sol y dejar pasar los días; y en cuarto, la falta de respuesta a una labor y una inversión promocional que ha ido aumentando por parte de las instituciones públicas y privadas, pero que se estrella contra las carencias estructurales de la zona y que al final deriva en la insatisfacción que en no pocas ocasiones han manifestado en sus valoraciones quienes sí han apostado por Huelva como lugar de ocio y descanso.

La encuesta oficial, en cualquier caso, llega en uno de los momentos más decisivos del año e invita a la reflexión: Huelva acude como siempre a Fitur y tiene la oportunidad de mejorar su imagen y aprender de otros.