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Vandalismo en Huelva: Un ataque a la ciudad y a los onubenses

Las pintadas o quema de contenedores suponen un coste que acaban asumiendo los ciudadanos

Vandalismo en Huelva: Aparecen grafitis en la senda peatonal de las laderas del Conquero hasta la Fuentevieja

Un contenedor ardiendo en la calle Roque Barcia de Huelva. / M.G

Huelva/El vandalismo en una ciudad puede vivirse de diversas formas: pintadas con grafiti, quema de contenedores o romper alguno de los elementos de la calle como postes, señales... Estos actos, por desgracia, están muy presentes en la memoria y el día a día de los onubenses.

En Huelva, los ciudadanos han tenido que ver como su ciudad era objetivo de este tipo de actos de forma reiterada en lo que llevamos de año. Bancos con grafitis, fachadas manchadas con pintura o señales de tráfico pintadas son algunos de los elementos que los onubenses ya acostumbran a ver en sus calles. Por desgracia, como la mayoría de estas acciones no terminan con un culpable, toda la ciudad es la que debe hacerse cargo de pagar los daños causados a la capital sea cual sea el entorno que los hayan sufrido.

Pintura negra sobre la fachada una vivienda del Barrio Obrero. / Josué Correa Araujo

Único sentido: estropear y ensuciar

Este año, la barriada Reina Victoria de Huelva, conocido como Barrio Obrero, ha sido el objetivo de varios actos vandálicos que atentaron contra viviendas y coches del barrio. Estos hechos dejaron sorprendidos, y claramente enfadados, a los vecinos que no entendían cómo podían antentar contra un Bien de Interés Cultural (BIC) y salir impunes.

Y es que a quienes llevan a cabo estos actos vandálicos les da igual el sitio o que haya sido pintado y restaurado hace escasas 24 horas, como fue el caso de la Plaza del Titán. El lugar acababa de ser acondicionado para llevar a cabo la Muestra Joven de Arte Urbano y amaneció de nuevo con grafitis. En este caso las personas que llevaron a cabo las pintadas encontraron un gran lienzo en blanco que no dudaron en vandalizar haciendo que el trabajo de los operarios de limpieza dejase de tener sentido.

Otros parecen que encuentran en las pintadas un aparente soporte de comunicación, o así lo demostró la persona que pintó en la senda peatonal de las laderas del Conquero hasta la Fuentevieja varios mensajes de amor. Y es que, por muy bonitas que puedan llegar a ser las frases que se escriban no deja de ser un atentado contra el mobiliario urbano.

Aunque las pintadas son la práctica vandálica más extendida, quizás por su sencillez y sigilo, hay actos vandálicos más peligrosos que los grafitis y que también han tenido a la ciudad de Huelva en tensión.

Incendio de contenedores en Huerto Paco. / M.G

Quema de contenedores, una práctica muy peligrosa y repetida en Huelva

No todos los actos vandálicos son pintadas en muros o bancos de la ciudad. Huelva ha vivido un episodio de incendios de contenedores en diferentes puntos de la ciudad haciendo que durante un tiempo la quema de estos era una noticia casi semanal que hacía saltar las alarmas. Este tipo de prácticas vandálicas entraña un gran peligro para los ciudadanos ya que el fuego podría propagarse fácilmente a otros materiales de la zona o a algún coche que se encuentre aparcado cerca provocando daños mucho más importantes en el entorno.

Además, estos actos imprudentes también suponen un ataque contra el bolsillo de los propios onubenses ya que cada uno de los contenedores que arde en Huelva debe ser repuesto. Esta restitución del mobiliario urbano tiene un inevitablemente gasto para el Ayuntamiento y, por ende, para todos los ciudadanos. Reponer un contenedor supone un coste de unos 1.200 euros, lo que obliga al consistorio a destinar más recursos y financiación a este tipo de arreglos y que salen del presupuesto general de limpieza que, ante esta práctica reiterada, debe engrosarse o eliminar actuaciones.

Pintadas en el sendero del Conquero. / Ayuntamiento de Huelva

Falta de conciencia ciudadana

Desde el Ayuntamiento de Huelva, y con el fin de paliar los daños ocasionados por el vandalismo, pusieron en marcha hace un par de meses un dispositivo de limpieza y eliminación de pintadas que opera de forma diaria y permanente. La cantidad de pintadas que se tienen registradas en la capital es tan elevada que este equipo limpia una media de 100 grafitis al mes, lo que pone en relieve la magnitud de estos actos en Huelva.

El vandalismo deja latente un problema de falta de civismo o aprecio por el material urbano de la ciudad. Por desgracia, Huelva es en repetidas ocasiones objeto de este tipo de prácticas vandálicas y, pese a los llamamientos continuos por parte del Ayuntamiento de Huelva para pedir educación y conciencia sobre lo que supone este tipo de actos para la ciudad y la población, parece que el mensaje no cala en toda la sociedad.

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