Los vecinos denuncian intentos de ocupación del edificio de la calle Macías Belmonte de Huelva
Durante un año y medio okupas convirtieron la edificación en un punto conflictivo y temen que se pueda repetir la situación
Los okupas convierten la calle Macías Belmonte en "una pesadilla"

Los vecinos de la calle Macías Belmonte, en El Molino de la Vega, denuncian intentos de ocupación del edificio ubicado en el número 14, un bloque de cinco plantas de altura. Durante un año y medio okupas convirtieron la edificación en un punto conflictivo y temen que se pueda repetir la situación. Apuntan que durante el último mes los intentos para ocupar el edificio de nuevo han sido constantes. Ante la inacción de la propiedad y del Ayuntamiento de Huelva, han sido los propios vecinos los que han tomado "las medidas de seguridad", con "la autorización" de la propiedad han procedido al tapiado del edificio,concretamente del acceso al garaje, las ventanas del bajo y ventanas y balcones de la primera planta.
Le han pedido a la propiedad que ponga una puerta antiokupa en el portal o la tapien , "es un punto fácil de entrada", y limpien el interior del edificio para "evitar un brote de infección a los vecinos colindantes"
Benito Reyes, uno de los vecinos afectados, incide en "la pasividad y la omisión, el no querer hacer nada, de la propiedad y del Ayuntamiento cuando le hemos puesto en conocimiento que se ha querido de nuevo ocupar el edificio. Nos han dicho que ellos no podían hacer nada, o no querían hacer nada, y que nos autorizaban, en cierta manera a los vecinos, a que tomáramos por nuestra cuenta las medidas de seguridad qué quisiéramos, con los cual hemos procedido al tapiado del edificio.
Comenta que "a sabienda de lo que sufrimos durante un año y medio" han acudido al Ayuntamiento y a la propiedad "y no quieren saber nada". Los vecinos procedieron al tapiado de los huecos del edificio "y justo cuando vamos a tapiar la puerta de entrada llega una inmobiliaria, que le lleva la gestión a la propiedad de venta del edificio, y le exigimos que abra la puerta para que vean las condiciones en las que está el edificio y cuando abren, no son capaces de pasar de la primera planta porque es imposible transitar por ahí, hay ratas, cucarachas, basuras, enseres...".
Se le ha traslado a la propiedad y al Ayuntamiento "el estado de insalubridad en el que se encuentra el edificio, basura, excrementos, todos los enseres que dejaron los okupas... es un foco de infección grandísimo", y "la respuesta de la Administración y de la propiedad es que no queremos saber nada, nosotros no vamos a invertir dinero en limpiar eso", a pesar de la afectación que "tiene para los vecinos, en cuanto la presencia de insectos, insalubridad.... No podemos abrir las ventanas".
La presidenta de la Asociación de Vecinos del Molino de la Vega, María Teresa Paus, señala que "estuvimos viviendo un infierno durante un año y medio, el edificio estaba ocupado, a un vecino que vivía enfrente casi le saltan un ojo con una escopeta de plomillos, allí había de todo:prostitución, realizaban actos sexuales y se masturbaban en los balcones, se vendía droga, hacían barbacoas en la terraza, más de una vez tuvo que venir bomberos; había peleas entre ellos... eso fue lo que se vivió aquí durante un año y pico y pensar que tengamos eso de nuevo".
Paus apunta que entonces, "por un bien común", y tras las continuas protestas de los vecinos, cortes todos los miércoles de la calle, intervino el Ayuntamiento y se consiguió convencer a los okupas de que se fueran, y se puso una puerta con candado en la edificación. Durante este mes los vecinos han visto a personas intentando abrirla, "y yo entiendo la inquietud de los vecinos, es ponerte los pelos de punta, porque se han acercado a ver cómo andaba la cosa algunos de los que ya estuvieron dentro, aparece uno, después otros, y eso no se puede consentir".
La representante vecinal manifiesta que el Ayuntamiento le ha manifestado que "no podían hacer el cerramiento de una propiedad privada, y no era hacer el cerramiento, es reforzar el cerramiento que se hizo al principio, que es lo que se ha hecho. No había una contestación por parte del Ayuntamiento y lo han hecho los vecinos". Subraya que lo que se busca con ello es que "podamos vivir todo el mundo tranquilo".
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