Veinte años de la constatación de una Huelva poblada desde el IV milenio antes de Cristo

Arqueóloga trabaja en uno de los depósitos en los que se encontraron los Ídolos / César Gil

Se cumplen veinte años del hallazgo del yacimiento arqueológico La Orden-Seminario, que evidencia un poblamiento continuado desde el IV milenio a.C. hasta la época contemporánea. La intervención arqueológica supone la ampliación cronológica en más de 2.000 años de población estable en Huelva. Se trata de un espacio que ha sido habitado de manera continuada por diferentes culturas, en distintas épocas históricas. "En Huelva hay una ocupación permanente y constante como mínimo, a fecha de hoy, gracias a la excavación del Seminario, desde el cuarto milenio antes de Cristo hasta hoy, de manera continua, ininterrumpida, pero no sólo eso, la totalidad del suelo que hay entre la ribera de la Nicoba, el Tinto y el Odiel, hasta la Punta del Sebo, tiene señales de ocupación antigua", subraya Diego González Batanero, que dirigió la intervención arqueológica desde marzo de 2006 a abril de 2008, y aboga por hacer más divulgación de este hallazgo.

Los arqueólogos siguen ahora trabajando en la zona contigua al yacimiento y "están empezando a aparecer huellas de cultivo, estamos allí haciendo un seguimiento, se han detectado algunos elementos y, previsiblemente, si quedan más cosas, se van a conservar, soterradas, y encima se va a edificar".

La intervención arqueológica en el yacimiento La Orden-Seminario se inició en mayo de 2005 y se desarrolló hasta el mes de octubre, retomándose el 6 de marzo de 2006 hasta abril de 2008. Se encontraron piezas y restos arqueológicos de gran valor científico y patrimonial, los más significativos son los ídolos prehistóricos, datados entre el 3.000 y el 2.500 a. C., que aparecieron en dos estructuras, situados entre silos. En el primer depósito, siete, todos ellos cilíndricos, tres de ellos decorados con ojos soles, y en la segunda estructura, 22 ídolos, de los cuales, 15 cilíndricos, tres de ellos decorados; un betilo, tres tolva. Su aparición despertó el interés a nivel internacional y actualmente se exponen en el Museo de Huelva. También se hallaron otros tres ídolos, de manera individual, uno de ellos con forma de tolva, en un contexto doméstico, en fondos de cabañas.

González Batanero comentó que "el hecho de encontrar dos depósitos cerrados, cápsulas del tiempo, donde hay concentrado tal cantidad de ídolos es único, una cosa novedosa y excepcional, que se está estudiando como un elemento muy significativo porque da mucha información, dos estructuras llenas de ídolos, además asociados a elementos que tienen que ver con la metalurgia y con la propia fabricación de esos ídolos", a lo que añadió que con este hallazgo "la colección de ídolos del Museo se ha convertido en una de las más importantes de la península".

Aparte se halló un sistema de cultivo protohistórico que indica la práctica de la viticultura y se localizaron una serie de necrópolis de distintas épocas. Respecto a las huellas de cultivo, subrayó que "históricamente, arqueológicamente y desde el punto de vista del concepto de la historia o de la evolución histórica es tremendamente transcendente". Comentó que "había estudios de huellas de cultivo, a menor escala, es espacio más pequeños, en muchos sitios, como en Francia o en Anatolia, y aquí en España, en Baleares había pero de época más reciente, romana y visigoda". No obstante, "el método para poder detectarlo, estudiarlo y las conclusiones lo hemos creado desde cero en el Seminario".

Fue en mayo de 2005 cuando se planteó hacer en este espacio, catalogado como Zona Arqueológica de Huelva, una actuación arqueológica durante las obras de urbanización, “era simplemente hacer un seguimiento pero ya nos dimos cuenta que había cosas que no nos cuadraban, aparecieron una serie de cosas que no somos capaces de dar explicación. Era una finca sembrada de girasoles, la superficie estaba arada y para hacer las obras de urbanización había que decaparla, quitarle la cubierta, y empezaron a aparecer unas marcas que no coinciden con nada conocido, algunas son circulares, otras rectangulares, parecía como si alguien hubiera dibujado sobre el terreno un plano”. Al principio “había muy poco contenido de material arqueológico, pero empezamos a detectar elementos, algunos con cerámica”. Comprueban que lo mismo que apreciaron dentro del área que se había delimitado como Zona Arqueológica, "fuera también aparecen esas mismas marcas en el suelo, esas estructuras, era como un dibujo muy grande en el suelo”.

Lo recorren en avioneta y se dan cuenta que “esas marcas vistas desde el aire tienen un sentido, tienen un patrón, eran grandes líneas con distintas orientaciones, pero muy prolongadas en un terreno de muchas hectáreas, desde La Orden hasta el Hospital Juan Ramón Jiménez. Esas líneas, esas marcas, esos dibujos que hay se prolongan a lo largo de muchos cientos de metros y tienen un sentido, empezamos a catalogar, a dibujar topográficamente, a localizar todas y cada una de las marcas y cuando vemos que hay contenido arqueológico en algunas de ellas, empezamos a clasificarlas, por formas, por contenidos, y ahí empezamos a plantearnos que hay un contenido arqueológico importante, porque la totalidad de la superficie estaba llena de esas estructuras, esas señales que vemos en el suelo no son más que estructuras excavadas en el sustrato biológico, que se han rellanado con la tierra de superficie que es más oscura. Cuando retiras toda la superficie arada, que está alterada, lo que te encuentras es como un dibujo sobre un lienzo".

Hay tipos de estructuras distintos "y a su vez tiene patrones de ubicación y tamaño y se ven por primera vez fincas de cultivos protohistóricas, se han excavados miles de ellas" y se confirma "la colonización agrícola en el mundo tartésico, en el mundo tartésico hay un trasvase de población y conocimiento desde oriente hacia occidente tanto del mundo fenicio como griego y una de las cosas que traen son los modos de cultivo. Aquí tenemos esos modos de cultivo, una plasmación material, real, física de esos campos de cultivo de vides para producir vino para una población grande, y tenemos las fincas agrícolas perfectamente delimitadas y organizadas y en distintas épocas, a lo largo de muchos cientos de años"

Además del parcelario agrícola protohistórico, "de época tartésica hasta el final de la época tartésica incluso rozando con la época romana", están los fondos de cabaña de las personas que vivían allí "para cultivar o cuidar de esa finca. Está todo, la cabaña del agricultor y la finca que trabajaba, eso a nivel arqueológico es gordo".

Tras localizar las distintas estructuras, lo que procedía era empezar a clasificar cada una de ellas. Las primeras estructuras que se excavaron fueron tumbas del segundo milenio a.C. Siguieron excavando y clasificando y empezaron a aparecer "decenas de miles de estructuras" y la cronología que abarca es desde el IV milenio a.C hasta hoy. "Cualquier manifestación cultural tiene una representación de mayor o menor entidad en el Seminario. El Seminario supone un cambio radical en el concepto de la arqueología onubense. Se han roto todos los esquemas, se han ampliado todas las perspectivas y se han planteado un montón de respuestas e interrogantes a nivel historiográfico no sólo de Huelva sino regional y peninsular".

Excepto algunas estructuras todas están excavadas en el suelo con rellenos de distintas épocas. Hay cabañas, poblados de muchas épocas, "calcolíticos, de tercer milenio, del segundo milenio"...; necrópolis y hábitats del cuarto milenio a.C. En una necrópolis de esta época "aparece una tumba con tres individuos, uno de ellos con trepanación con supervivencia". En la necrópolis del segundo milenio se hallaron tumbas individuales, todas con el mismo ajuar, consistente en un elemento cerámico, otro metálico (puñales, punta de lanza...) y la concha de Santiago, uno de los individuos tenía un pendiente de plata.

También se encontraron dólmenes intactos excavados en el sustrato, son del tercer milenio, "algunos tenían reutilización, conservan todos los elementos, estructuras y los individuos que hay enterrados anteriormente, hay una reutilización del espacio a lo largo de un milenio o más. Hay un reconocimiento de ese espacio como lugar de enterramiento". Para la realización de estos dólmenes se trajo el material pétreo, lajas de pizarra, desde fuera de Huelva. Estos dólmenes poseen estelas decoradas en el acceso. "Una de las estructuras no tenía reutilización, estaba iniciada y cerrada en el tercer milenio. Había ocho individuos, cada uno con su ajuar".

Muchas estructuras estaban rellenas de conchas, de época calcolítica y de época medieval, y había estructuras con huesos de peces, "aquí vivían de la pesca, ahí está la muestra, pero en el Calcolítico, en el Bronce, en el primer y segundo milenio. El Seminario es todo, su importancia es absoluta, completa y total, es la demostración material de que entre el Odiel, el Tinto y la Nicoba, la totalidad de la superficie tiene elementos arqueológicos".

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