El PERTE del Agua es una oportunidad única también para el ciudadano
Tribuna de ASA, Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (ASA Andalucía)

Uno de los temas esenciales que ocupa la actualidad y agenda del sector del agua en Andalucía es el llamado PERTE de digitalización del ciclo integral del agua, el cual se centra en el uso de las nuevas tecnologías para modernizar y optimizar los sistemas de gestión de este recurso esencial, y afrontar así del mejor modo posible las distintas necesidades presentes y futuras.
Sin duda, en un escenario actual marcado por episodios de sequía y las evidencias del cambio climático, la implantación y aplicación de tecnología inteligente supone un cambio radical además de necesario para la continua optimización de la gestión del ciclo integral del agua.
Sin embargo, todo avance requiere un esfuerzo y, en este sentido, la materialización de las ayudas vinculadas al PERTE para la Digitalización del Agua, destinadas a la mejora de la eficiencia y sostenibilidad del ciclo del agua urbana, son clave para sostener ese proceso evolutivo de adaptación y mejora.
Así, herramientas y soluciones cercanas al campo del big data y inteligencia artificial, empiezan a tener una repercusión real y un reflejo directo en la vida presente y futura de los ciudadanos como beneficiarios y fin último de un servicio público y bien esencial como el agua.
Sin ir más lejos, el proyecto de digitalización estrella de muchas empresas de aguas de Andalucía y de España, la implantación de contadores inteligentes permite, entre otras ventajas, la comunicación a través de la red telefónica móvil 5G de manera totalmente gratuita para el usuario.
Áreas de mejora
El PERTE del agua ayuda a transformar los datos en conocimiento y acercarlos al ciudadano. El hecho de poner a disposición de los usuarios la información de consumos diarios y horarios, a través de la tecnología NBIoT en sus instalaciones, permite evaluar mediante esta potente herramienta las pautas, comportamientos y registros, y tomar decisiones rápidas y efectivas al respecto, detectando con agilidad fugas y/o incidencias en las instalaciones interiores y actuando en consecuencia, ahorrando un derroche innecesario de agua y un exceso de factura.
Con la digitalización de la gestión del agua en sus distintos niveles y fases, el usuario puede pasar de tener datos de su consumo 4 veces al año, a disponer de su consumo los 365 días/24 h. Esta es una evidencia clarísima de lo que significa la materialización de las ayudas del PERTE del Agua en la vida diaria de los ciudadanos, en beneficio de la mejora de la digitalización progresiva del sector, evitando costes ambientales y económicos injustificados.
Lo mismo ocurre con las fugas. La preocupación por la pérdida de agua que puede producir un consumo no conocido por escape o avería, un consumo no necesario y que podría evitarse, debe ser compartida. Y aquí entra en juego la telelectura y el control y responsabilidad de los usuarios por sus propios consumos.
En definitiva, la digitalización facilita la transparencia, el acceso a la información y con ello el control y el uso responsable del agua. La gestión digital del agua abre ante los usuarios una nueva era de relaciones, comunicaciones, calidades y funcionalidades impensables hace unos años, como la detección inmediata de fugas, avisos y alertas por exceso o defecto de consumo, o incluso el aviso y la alarma temprana ante posibles situaciones asociadas a la salud de los residentes, entre otros casos.
Sin duda, en este escenario, la implantación de tecnologías inteligentes en el sector del agua, como sensores, big data e inteligencia artificial supondrá a medio y largo plazo un cambio radical en la optimización de la gestión del ciclo integral del agua. Estas tecnologías ayudarán a mejorar la eficiencia del consumo y reducir las pérdidas, y también serán fundamentales para mejorar la calidad del agua y preservar el buen estado del recurso.
Gestión inteligente del agua
Otro de los grandes retos en la gestión del ciclo del agua, el de las inversiones en el mantenimiento y la renovación de las redes, se encuentra de igual modo plenamente conectado con la digitalización, ya que la tecnología y las soluciones digitales resultan imprescindibles y especialmente útiles para focalizar dónde invertir con mayor prioridad y al menor coste asociado.
La inteligencia artificial abre un gran campo de acción en este sentido para optimizar cada euro gastado y renovar aquellas tuberías que, con menor inversión, obtengan el máximo beneficio, incluso anticipando las averías predecibles por edad, presión, fugas…
En todo caso, la aplicación de la tecnología al ciclo del agua ha de entenderse como una estrategia integral en la que el avance técnico ha de verse asimismo acompañado de un nuevo enfoque cultural y social, una transformación tanto de las organizaciones responsables de la gestión del agua como de la sociedad en general, basada en la corresponsabilidad y los modelos de colaboración entre los diferentes actores del sector del agua, ya sean empresas públicas y privadas, universidades, centros de investigación.
Muchos proyectos dentro del PERTE, de hecho, son buenos ejemplos de ese trabajo conjunto y colaborativo. Esto es fundamental para el éxito de la digitalización del ciclo integral del agua. El actual escenario económico, social y climático requiere actuar de manera responsable todos y para todos. Porque el macroobjetivo presente y futuro sigue siendo la eficiencia y sostenibilidad de los recursos hídricos, lo que es especialmente significante en regiones como Andalucía.
El reto sigue presente
Inevitablemente seguimos viviendo, y lo haremos de forma cada vez más pronunciada, en un contexto de cambio climático, en una realidad en la que se atisba cada vez más demanda y menos recursos, por lo que los modelos de planificación y predicción que brinda la digitalización al servicio de la gestión del agua serán de gran ayuda.
El fin último de todo proyecto de mejora en lo que respecta a la gestión del agua persigue beneficios comunes como la eficiencia y la sostenibilidad, y eso es cosa de todos y nos afecta a todos desde el punto de vista económico, social y ambiental.
¿Por qué? Porque se contribuye y se avanza hacia una España, una Andalucía y unos territorios y ciudades más verdes, más sostenibles, más digitales, más cohesionados.
Reparto del PERTE del agua en Andalucía
Los proyectos de digitalización del agua ofrecen numerosas oportunidades y beneficios en términos de eficiencia operativa, sostenibilidad, empleabilidad, innovación, transparencia, participación ciudadana.
En Andalucía, somos actualmente beneficiarios de dos convocatorias de este plan de ayudas europeas, con sus correspondientes partidas económicas repartidas en diferentes provincias, gestionadas dentro del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia el Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
De los proyectos seleccionados en la primera convocatoria, que abarcan un total de 1.676 municipios distribuidos en 16 comunidades autónomas, con una población atendida de 14.742.016 habitantes, Andalucía ha recibido 32,3 millones destinados a cinco proyectos andaluces acogidos al PERTE para digitalizar el ciclo urbano del agua, de los 200 millones de euros que se han repartido por España.
Por otra parte, en la segunda convocatoria del PERTE del Agua, el Gobierno ha adjudicado a Andalucía 57,8 millones para la digitalización del ciclo del agua urbana en varias provincias. Los proyectos seleccionados abordan la gestión del agua en grandes ciudades, pero también, fundamentalmente, se orientan a pequeños municipios del medio rural, con un beneficio para 840 localidades de menos de 5.000 habitantes.
El PERTE de Digitalización del Agua es una oportunidad única para modernizar y optimizar la gestión del agua y su uso eficiente y responsable. Un paso importante y necesario hacia un futuro más sostenible en beneficio de todos.
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