Andalucía, con más coches por habitante que la media y más contaminantes
Movilidad sostenible
En un reciente estudio desarrollado por Pons Mobility y Meep se han analizado las 20 ciudades más pobladas de España, según los datos del INE, en cuanto al papel que tiene en ellas la movilidad sostenible. Y entre los factores que influyen también está la composición del parque móvil, un aspecto en el que las cuatro andaluzas más pobladas no salen bien paradas.
Barcelona, Bilbao y L’Hospitalet lideran el primer ranking que analiza las 20 ciudades españolas más pobladas
En el ranking Ciudades More 2024 de Pons Mobility y Meep, del que nos hacíamos eco días atrás, no sólo se han tenido en cuenta aspectos como los kilómetros de carriles bus o bici, la extensión respecto al término municipal de las Zonas de Bajas Emisiones, etc.
También cobra un papel importante el parque de vehículos en cada una de esas ciudades en tanto que se considera, dice el informe, que "el reparto modal está muy relacionado con el nivel de motorización, de modo que el número de coches por habitantes presenta una relación inversa con la participación de los viajes a pie y, por el contrario, una relación directa con los viajes en vehículo privado". Asimismo, se entiende que cuanto mayor es la disponibilidad de vehículos propios, en menor medida se emplean los diferentes medios de transporte.
La conclusión es que a mayor proporción de vehículos privados, menor es el uso de otros modos de movilidad activa como la bicicleta o el desplazamiento a pie, así como el uso de autobuses, metro, etc.
Este estudio, por tanto, también ha realizado un análisis del parque de vehículos que, cruzando los datos disponibles de la DGT y la población del INE en 2023, permite llegar a diferentes conclusiones. Así, las ciudades catalanas incluidas en el estudio, es decir, L´Hospitalet de Llobregat y Barcelona, ocupan los primeros puestos con los menores índices de motorización, seguidas de Zaragoza y Bilbao.
Estas cuatro ciudades cuentan con un índice de motorización de 400 vehículos por cada 1.000 habitantes -el caso concreto de L´Hospitalet, muy bajo, de 273-, inferiores a la media de las 20 ciudades establecida en 451 vehículos por cada 1.000 habitantes. En esta clasificación, Málaga y Sevilla se sitúan por encima de la media con, respectivamente, 470 y 473. Les siguen inmediatamente Granada y Córdoba, con 475 y 478 vehículos por cada 1.000 habitantes.
El farolillo rojo correspondería a Palma de Mallorca, donde la motorización alcanza un índice de 575. Si tenemos en cuenta la totalidad del parque móvil español, sería la única de las 20 ciudades analizadas que se sitúa por encima de la media nacional, que está en 528 vehículos por cada 1.000 habitantes.
Electrificación, una asignatura pendiente
Por otro lado, en los últimos años se ha venido incentivando el cambio del parque móvil con el objetivo de reemplazar los vehículos más antiguos por otros con menor impacto medioambiental y más seguros. Los vehículos con etiqueta Eco son, así, los que en mayor medida crecen, si bien no del mismo modo en todas las ciudades.
Así, es posible advertir que Madrid, Barcelona y L´Hospitalet de Llobregat son las tres ciudades que representan una mayor participación de vehículos con distintivos Cero o y Eco; siendo la última de las tres la que menos automóviles sin etiqueta tiene, con un 20 por ciento.
Los resultados establecen que Madrid tiene un 11 por ciento de vehículos con las dos etiquetas de la DGT de mayor compatibilidad medioambiental, Cero y Eco, mientras que el 36 cuenta con la C, el 29 disponen de la B y casi un 24 no tiene ninguna. El resultado es similar en Barcelona, donde las etiquetas Eco y Cero están en algo más del 9 por ciento de los vehículos, mientras que el resto se reparten, en el mismo orden, en un 42, 23 y 25 por ciento.
La primera ciudad andaluza, entre las más pobladas de España, en esta clasificación en la que las etiquetas determinan el orden, es Málaga, que sitúa en la posición duodécima. Aquí, los vehículos más numerosos son los que tienen la etiqueta C, con un 37,5 por ciento, seguido de los B, que son un 31 por ciento y los que no tienen etiqueta, casi un 26 por ciento. Eco y C suponen poco más del 5,4 por ciento.
En Sevilla, sin embargo, son un 5,21 por ciento, con mayor porcentaje de vehículos con etiqueta C, un 38,4 por ciento; pero menor de las B, con casi 32 por ciento y más de un 24 por ciento sin algún tipo de etiqueta.
A continuación se sitúa Granada, ya en la posición decimoquinta, con un reparto similar al de Sevilla en cuanto a etiqueta B, pero con un parque menor de vehículos con la C, casi un 33 por ciento; y, si bien con más coches que etiqueta Cero y Eco, que suman 5,7 por ciento; también más sin ningún distintivo: 31 por ciento. Granada, de hecho, es la ciudad entre las veinte más habitadas con mayor porcentaje de este último tipo de vehículos, más antiguos, menos seguros y más dañinos en términos medioambientales.
En cuanto a Córdoba es, con Vigo, la ciudad de las veinte analizadas con menor porcentaje de vehículos con etiquetas Eco y Cero, con una penúltima posición en la tabla. Más de un 36 por ciento de los vehículos empadronados en ella tienen la etiqueta C, por casi un 35 por ciento con la B y algo más de un 24 por ciento sin etiqueta, de modo que apenas un 4,5 por ciento disponen de los distintivos medioambientales más favorables.
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