Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Kiev/Un Gobierno de Unidad Nacional asumió el poder en Ucrania con el tecnócrata Arseni Yatseniuk como primer ministro, bajo la sombra del depuesto Víktor Yanukóvich, que reapareció para recordar que es el presidente legítimo del país. "Éste será un Gobierno de kamikazes políticos. Estoy seguro de que no nos faltarán las fuerzas. Con nosotros está Dios y Ucrania. ¡Gloria a Ucrania!", afirmó Yatseniuk, de 39 años, tras recibir el apoyo de la Rada Suprema (Parlamento).
Apenas seis días después de la destitución de Yanukóvich por dejación de sus funciones y del triunfo de la revolución tras tres meses de manifestaciones pacíficas que desembocaron en violentos disturbios, Ucrania vuelve a tener Gobierno. Una mayoría aplastante de 371 diputados de los 417 presentes en la cámara apoyó la candidatura de Yatseniuk, que es el líder del principal partido del país, Batkivschina (Patria), creado por la recién liberada ex primera ministra Yulia Timoshenko.
Tras recibir el respaldo parlamentario, Yatseniuk, uno de los líderes de las protestas contra Yanukóvich, presentó a los miembros del Ejecutivo que marcará los designios de este país hasta las elecciones presidenciales del 25 de mayo. El Ejecutivo provisional es un cóctel de tecnócratas, activistas opositores y representantes del Maidán, bastión de la oposición desde el pasado 21 de noviembre, conocidos más por su autoridad moral que por sus conocimientos. Los tecnócratas se encargarán de la Economía, las Relaciones Exteriores y la Defensa, mientras que los representantes del Maidán recibieron como premio las carteras de Cultura, Sanidad y Seguridad Nacional, y posiblemente los departamentos de Anticorrupción y Depuración, que se dedicarán a pedir cuentas al antiguo régimen.
En su discurso programático, Yatseniuk hizo una encendida defensa de la integridad territorial de Ucrania y llamó a la vecina Rusia a no apoyar el separatismo, en particular en la península de Crimea, de mayoría rusoparlante, cuyo Parlamento convocó un referéndum para ampliar su autonomía, que se celebrará también el 25 de mayo. "Crimea fue, es y será parte de Ucrania", dijo, el nuevo primer ministro, al tiempo que advirtió que "Ucrania utilizará todos los métodos legales y constitucionales para conservar la integridad territorial del Estado".
Yatseniuk no dudó en enarbolar el Memorándum de Budapest de diciembre de 1994 en el que los signatarios -Rusia, EEUU y el Reino Unido- se comprometieron a " respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania". Además, abogó por firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE), detonante de las protestas del pasado 21 de noviembre, documento que debería ir acompañado de la exención de visados a los ucranianos que quieran viajar a los países de la UE.
En el ámbito económico, denunció que el antiguo régimen transfirió con destino a paraísos fiscales casi 70.000 millones de dólares en los últimos tres años y que la deuda estatal asciende a 75.000 millones de dólares, el doble que en 2010, cuando Yanukóvich llegó al poder. "Las arcas del Estado han sido desfalcadas y están vacías. No tenemos otra opción. Habrá que adoptar decisiones muy impopulares, los subsidios serán recortados", dijo y recordó que Ucrania le debe a China 3.000 millones de dólares y a Rusia, 1.800 millones. Con todo, Yatseniuk se manifestó convencido de que la situación financiera se estabilizará en cuanto llegue el dinero del Fondo Monetario Internacional (FMI).
También se comprometió a organizar unas elecciones presidenciales democráticas con el fin de que Ucrania tenga un jefe de Estado libremente elegido, cargo al que aspiran entre otros el boxeador Vitali Klitschkó, considerado el político con mayor gancho electoral. Además, entre otras medidas, la Rada aprobó las candidaturas del ministro de Exteriores, el diplomático de carrera Andréi Deshitsia; el ministro de Economía, el profesor universitario, Pável Sheremeta; y del titular de Defensa, el Almirante Ígor Teniuj. Decenas de miles de manifestantes dieron el visto bueno al Gobierno provisional encabezado por Yatseniuk durante una asamblea popular celebrada en la plaza de la Independencia de Kiev (Maidán).
Por su parte, el destituido presidente, Viktor Yanukóvich, rompió el silencio que mantenía desde que fuera derrocado con un mensaje difundido por la agencia rusa Interfax, que despejó las dudas sobre si el cesado mandatario se encuentra refugiado en territorio de Rusia. "Me considero el jefe legítimo del Estado ucraniano, elegido por la voluntad libremente expresada de los ciudadanos ucranianos", señala el texto. Yanukóvich, que ofrecerá el viernes en la ciudad rusa de Rostov del Don una rueda de prensa, denunció "amenazas de represalias", por lo que ha tenido que pedir a las autoridades rusas que garanticen su seguridad personal ante acciones extremistas. Y advirtió que la población del sureste de Ucrania y de Crimea, de mayoría rusohablante, no apoya a las nuevas autoridades de Kiev.
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