Bayrou salva el Presupuesto al esquivar las dos mociones de censura
Ni el Partido Socialista ni la extrema derecha de Marine Le Pen apoyaron las iniciativas de La Francia Insumisa
Bayrou aprueba por decreto el Presupuesto y se expone a una moción de censura
El primer ministro francés, Françoi Bayrou, logró este miércoles un importante salvavidas al superar dos mociones de censura presentadas por el partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI), tras la aprobación del presupuesto estatal para 2025 y de las cuentas de la Seguridad Social por decreto
La primera moción, la más simbólica por ser la referida al presupuesto, recibió 128 votos, muy lejos de los 289 necesarios para la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, según anunció la presidenta de la cámara, Yaël Braun-Pivet.
La segunda moción únicamente recibió 122 votos. Ni el Partido Socialista (PS) ni la extrema derecha de Marine Le Pen apoyaron las iniciativas.
Con este resultado, el primer ministro, François Bayrou, podrá aplicar sus presupuesto, después de que el Ejecutivo de su predecesor, Michel Barnier, cayera a comienzos de diciembre por otra moción de censura similar sobre el texto presupuestario, que fue apoyada en bloque por los cuatro partidos de la izquierda y por la ultraderecha.
La moción tuvo el apoyo de los diputados de LFI y de la mayoría de los ecologistas y comunistas, así como de seis de los 66 socialistas, pero tampoco recibió respaldo de grupos fuera de la izquierda, tampoco de los diputados regionalistas.
La primera moción fue defendida por Aurélie Trouvé, presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea, quien justificó la iniciativa porque el Gobierno ha elaborado “el presupuesto más austero del siglo XXI”, que es, en su opinión, “mucho peor que el de Michel Barnier”.
Trouvé consideró también que el presupuesto “injustificable”, por lo que apoyar la moción es “el único voto responsable para evitar este naufragio económico y democrático”, aclaró.
Bayrou reconoció que es “un presupuesto imperfecto”, pero alertó de que Francia está en “estado de urgencia”, porque el país “no puede vivir sin presupuesto”.
De hecho, la caída del anterior Ejecutivo en diciembre ya hizo necesario aprobar una ley especial para prorrogar provisionalmente las cuentas de 2024, lo que supuso un deterioro de la posición francesa en los mercados financieros.
La votación confirmó la separación del PS de los postulados de la maximalista LFI, ya que los diputados socialistas no apoyaron la moción.
Por el PS, el diputado Emmanuel Grégoire explicó que su partido, aunque no le gustan ni el Gobierno ni el presupuesto, tomó esa “decisión difícil” en nombre del “interés superior” del país.
Se trataba, añadió, “de salvar a los franceses que trabajan para vivir y que serían las primeras víctimas de la ausencia de un presupuesto”.
Grégoire insistió en que actuaron con “responsabilidad, antes que por la estrategia del caos” en que hubiera quedado el país en caso de la caída de un segundo gobierno en dos meses.
Además de los reproches a viva voz en el hemiciclo, la postura del PS recibió críticas de otras formaciones izquierdistas en los pasillos de la Asamblea Nacional.
La presidenta del grupo parlamentario de LFI, Mathilde Panot, cargó duramente contra los socialistas, a los que acusó de “renegar de la esperanza que había hecho nacer el Nuevo Frente Popular” (NFP, la unión de izquierdas formada por LFI, socialistas, comunistas y ecologistas para las elecciones legislativas del año pasado) “y de los compromisos que habían asumido ante sus votantes”.
“Espero que, en algún momento, el Grupo Socialista recupere el sentido común y vuelva a la oposición, porque si no vota la moción de censura estará, de hecho, apoyando el Gobierno sin participar en él”, advirtió por su parte el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Éric Coquerel (LFI).
Para la diputada ecologista Sandrine Rousseau, el NFP “no ha muerto”, aunque está “en respiración asistida”.
Rousseau afirmó que “la única posibilidad” de impedir que la extrema derecha de Marine Le Pen llegue al poder “es la alianza de la izquierda, por lo que llegará el momento en que hará falta que todos seamos razonables”.
La Agrupación Nacional (RN) de Le Pen rechazó también las cuentas públicas aprobadas por el Gobierno, pero tampoco se sumó a la moción, como sí hizo hace dos meses para tumbar al Gobierno de Barnier.
Según su diputado Yoann Guillet, “este presupuesto es un verdadero fraude organizado a espaldas de quienes trabajan”, pero la moción de censura de LFI “es una mascarada”.
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