Trump apunta ahora a Guantánamo para llevar a los inmigrantes que deporta

Ordenará al Pentágono preparar 30.000 camas en la base de Cuba: "Es un lugar duro. Es un lugar del que es difícil salir"

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Donald Trump firma la Ley Laken Riley / Jim Lo Scalzo, EFE
Agencias

29 de enero 2025 - 21:34

Washington/Tras el rifirrafe con Colombia por los aviones con inmigrantes irregulares deportados (una efímera crisis diplomática que incluía amenazas de aranceles), ahora Donald Trump busca más destinos a los que llevar las aeronaves que forman parte de su plan de expulsión masiva de extranjeros indocumentados. Y lo último que se le ha ocurrido es enviarlos a Guantánamo.

Así lo ha avanzado su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que en una entrevista afirmó que la Administración Trump evalúa utilizar instalaciones para migrantes en la base militar de Guantánamo para retener a extranjeros en situación irregular en Estados Unidos que las autoridades buscan deportar a sus países de origen.

Noem hizo esas declaraciones en la cadena Fox News, en la que fue preguntada directamente si la base naval, ubicada en Cuba, era una opción para enviar a los inmigrantes detenidos por los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).

La funcionaria explicó que el Gobierno está evaluando varias opciones para expulsar a quienes están en Estados Unidos de forma irregular, en especial a los nacionales de países que no aceptan deportaciones, como Venezuela y Cuba.

"Estamos evaluándolo y debatiéndolo en este momento. Es una decisión del presidente, pero es un recurso y vamos a seguir explorando cómo podemos utilizar todos nuestros recursos para mantener a Estados Unidos seguro", afirmó Noem.

Trump ordenará al Pentágono preparar 30.000 camas para migrantes en Guantánamo

Pocas horas después, el propio Trump anunció que firmará una orden ejecutiva para instruir al Pentágono a habilitar 30.000 camas en Guantánamo para detener a inmigrantes indocumentados.

Lo hizo durante la firma de su primera ley de este segundo mandato (las decenas de órdenes ejecutivas firmadas hasta ahora son decretos, no leyes), una medida que permite a las autoridades migratorias detener a migrantes por robos y otros delitos menores antes de que hayan sido condenados.

"Tendremos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que son una amenaza para el pueblo estadounidense", aseguró Trump. "Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para que se los queden, porque no queremos que regresen. Así que los enviaremos a Guantánamo", dijo Trump.

"Es un lugar duro. Es un lugar del que es difícil salir", añadió.

El Pentágono opera en la base de Guantánamo un centro de detención para inmigrantes, que administra de manera independiente a la prisión destinada a sospechosos de terrorismo. Los migrantes que llegan allí son los que las autoridades estadounidenses interceptan en el mar cuando intentan alcanzar las costas del país, principalmente procedentes de Cuba y Haití.

La población migrante en la base suele ser muy baja. De acuerdo con datos publicados por The New York Times, entre 2020 y 2023 el centro solo albergó a 37 personas.

La Ley Laken Riley

Trump firmó la ley, la primera desde que inició su segundo mandato el 20 de enero, en la Sala Este de la Casa Blanca, frente a un centenar de invitados, entre ellos familiares de Laken Riley, una mujer asesinada por un migrante indocumentado cuya muerte inspiró la norma.

"Estados Unidos nunca olvidará a Laken Riley", afirmó Trump, quien dijo que el migrante que la asesinó debería haber sido deportado. "En lugar de ser expulsado, como debería haber ocurrido, fue liberado en EEUU, al igual que millones de otras personas, muchas de ellas muy peligrosas, pero ya ven lo que estamos haciendo, los estamos sacando de aquí", subrayó.

"Estados Unidos nunca olvidará a Laken Riley", afirmó Trump, quien aseguró que el migrante que la asesinó, procedente de Venezuela, debería haber sido deportado.

Durante su discurso, Trump relató la historia de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada en el estado de Georgia en febrero de 2024 por un inmigrante venezolano indocumentado, José Ibarra.

Ibarra residía de manera irregular en EEUU y había sido arrestado por un delito menor de hurto en tiendas, pero se le permitió permanecer en el país mientras su caso migratorio estaba en proceso. Fue declarado culpable del asesinato de Riley a finales de 2024 y cumple cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Su muerte avivó el debate sobre la inmigración en la recta final de las elecciones de noviembre de 2024.

La iniciativa fue aprobada el pasado 22 de enero por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, con el respaldo casi unánime de esa bancada -excepto un legislador que no votó- y el apoyo de 46 congresistas demócratas.

La ley también recibió el visto bueno del Senado, donde los republicanos tienen mayoría, con el respaldo de 12 senadores demócratas, pese a la oposición de activistas por los derechos de los inmigrantes, tradicionalmente alineados con el Partido Demócrata.

Estos grupos denunciaron la medida por considerarla demasiado radical, ya que podría desencadenar redadas masivas contra personas acusadas de delitos menores, como el hurto en tiendas.

Los arrestos contemplados en la nueva legislación incluyen hurtos menores en supermercados o tiendas y los detenidos pasarán a estar bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.

El texto también autorizará a los fiscales generales de los estados del país intervenir en las decisiones de política migratoria del Gobierno federal. Entre las nuevas potestades, se les permitirá forzar al Departamento de Estado a no conceder más visas a los ciudadanos de países que no acepten deportaciones de Estados Unidos.

Según los cálculos de medios estadounidenses, el Gobierno necesitaría gastar más de 3.000 millones de dólares adicionales y aumentar la capacidad de detención de migrantes a más de 60.000 camas para poder aplicar esa ley.

Trump puso la migración en el foco de su campaña y ha presionado a las agencias gubernamentales competentes para imponer una cuota de arrestos diarios mínimos por agente y subir la cifra total de detenciones a entre 1.200 y 1.500 al día.

La oscura historia de la base de Guantámano

El campo de detención de la base de Guantánamo fue abierto en 2002 por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) para retener a acusados de terrorismo en el marco de la "guerra global contra el terrorismo" tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Aunque los migrantes son retenidos en un área separada, se encuentran en un limbo legal dentro de una base militar que opera al margen de las leyes migratorias estadounidenses. La situación ha sido históricamente opaca, con poca información pública sobre lo que ocurre allí.

Un reportaje publicado en septiembre de 2024 por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias en Guantánamo, incluyendo denuncias de que son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados dentro de la base, que sus llamadas con abogados son monitoreadas y que algunas instalaciones están llenas de ratas.

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