Andrés Romero fue protagonista de la segunda charla de la peña Luis Vilches
Toros
El rejoneador onubense ofreció en la noche de ayer una amena charla ante la afición de Zufre
Zufre/Andrés Romero está de moda. Más que nunca y en provecho de esos diez años de alternativa que celebra el onubense. Días atrás fue San Juan del Puerto.
Anoche Zufre; el pueblo que cada mañana divisa desde su finca La Corchuela también quiso tenerlo de nuevo en la cercanía que sin duda merece pero también ofrece el protagonista.
El pegamento donde unir la figura de Andrés Romero con el aficionado de Zufre lo puso la peña taurina Luis Vilches en lo que significó su segunda jornada taurina de este 2024.
Buen ambiente en una velada donde le tocó enfocar la charla al crítico taurino Javier García Baquero. Jugaba éste a triunfador tras su buen hacer ante los ganaderos de Domínguez Camacho y Dolores Rufino en la pasada velada de esta peña y en esas lides anduvo de nuevo ante un protagonista que desde luego merece copar tanta atención como está recibiendo en estos alentadores comienzos de temporada donde ya tiene apuntado su nombre en varios e interesantes carteles de nuestra provincia.
Importante audiencia de aficionados locales en función del interés que un hombre como Andrés Romero es capaz de despertar en cualquier ámbito.
Noche agradable como todas las que son capaces de proporcionar este incansable grupo de aficionados en cada acto donde le ponen interés.
Contó el invitado de turno cosas y vivencias intensas. No en vano Andrés lleva cumpliendo en esta temporada una década de toreo importante en cuanto a lo profesional, los amigos y también los rivales. La vida y el toro en suma.
El campo, sus raíces, los inicios. Todo lo inevitable en los sueños de chiquillo que ya definía parte de su afición al caballo.
Alegría, ese fue el término que utilizó Romero para definir esas ilusiones que aspiraba a jugar a caballos y toros.
Qué importante es que los protagonistas de la Fiesta se dejen llegar con la bondad necesaria hacia el aficionado que humildemente trabaja. Andrés sin duda vino al colmar la llamada de una peña que viene echando un pulso a no dejar en el olvido el hablar de toros.
Estuvo el torero elegante en ese concepto y en esa nobleza que se gasta dejó llegar con entrega todo tipo de recuerdos y vivencias.
Reencuentro con vecinos de toda una vida de chiquillo. Y el relato de un profesional que ve llegar el fruto de mucho trabajo a lomos de un caballo.
Todo eso desgrana una noche llena de detalles preciosos y merecedora de elogio hacia quienes fueron capaces de hacerla posible desde ese rotundo éxito con el que debe de relatarse hoy en éstas líneas.
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