Chiquito de Triana era de Bonares
Historias del Fandango
Se cumplen 85 años del último gran Concurso de Arte flamenco celebrado en Madrid antes de la guerra civil. Y el centenario de su principal protagonista, Chiquito de Triana
Antes de la Guerra civil, este fue el último de los grandes Concursos que seguían el modelo iniciado por el de Granada de 1922 y que también tenía el propósito de remarcar el valor del cante jondo, aunque lo organizó el heterodoxo promotor de la ópera flamenca, Alberto Montserrat. Se han cumplido, pues, 85 años del celebrado a finales de abril de 1936 en el Circo Price de Madrid, cuya gira nacional con los ganadores del certamen se presentó el 10 de junio. Montserrat organizó un gran espectáculo flamenco para el que se inscribieron centenares de aficionados de Andalucía, de Extremadura, de Valencia, de Madrid.., a los que se les pagaban viajes y estancia en la capital durante los días del concurso. Se celebraron maratonianas sesiones eliminatorias de cante para reducir a medio centenar los cerca de doscientos aspirantes preseleccionados, de los que finalmente ocho consiguieron los premios establecidos.
LA GIRA EMPEZÓ EN HUELVA
La gira por España, que interrumpió el estallido de la Guerra civil, comenzó en Huelva con una actuación en el Teatro Mora que fue recibida como un gran acontecimiento, un espectáculo destinado a "pasear el cante jondo de verdad por las principales plazas de España". Participaron casi todos los ganadores: el vencedor absoluto de las mil pesetas de premio, Pericón de Cádiz, triunfador en seguiriyas y soleares; el Niño de Barbate, con su segundo premio de seguiriyas; Pepe el Culata, primero de fandanguillos; Enrique Orozco, segundo de fandanguillos; Niño de Fregenal, primero de medias granaínas; Niño de Almería, primero de tarantas; Niño de Arahal, primero de malagueñas; y Chiquito de Triana con sus fandangos entusiasmando al público. Para el acompañamiento, los guitarristas Esteban de Sanlúcar y Antonio Delgado. Una nota destacable de este espectáculo fue que esa noche casi todos los artistas cantaron por fandangos en el Teatro Mora de Huelva.
CHIQUITO DE TRIANA
De Triana lo fue de nombre artístico, porque Chiquito, cuyo nombre de pila era Luis Algaba Valdivia, nació en Bonares en 1921. Era huelvano y este año 2021 se cumple el centenario de su nacimiento.
Remontándonos al Concurso, aquel chaval fue la sensación desde que salió de Sevilla escondido bajo los asientos del autocar de los artistas. Se había escapado de su casa con el propósito de cantar en el Price, pero no podría concursar porque era menor de edad. Así que se las valió de su arte y de su labia y, después de escucharlo, el presidente del jurado, el veterano Fernando el de Triana, le permitió cantar aunque fuera de concurso en la primera noche. ("Jurado competentísimo que guardará el incógnito para evitar recomendaciones", se advertía en la prensa).
- ¡Este niño tiene una cosa mala dentro de su cuerpo!, exclamó el guitarrista Ramón Montoya al escucharlo.
Cantó por fandangos naturales unas letras bien emotivas y el público, enfervorizado, se puso en pie aplaudiéndole con emoción.
Que soy huérfano de pare, de mare también lo soy. Yo no tengo más calor que la que tú quieras darme. No me abandones, agüelita, por Dios.
(Hay una grabación de este fandango en youtube que se recomienda escuchar)
¿Quién había enseñado a cantar a este niño?, ¿cómo descubrió el cante? Así se lo contó al periodista de Estampa
En realidad, Chiquito fue el verdadero vencedor del Concurso; le dieron un premio extraordinario y un contrato de sesenta funciones en la gira de los ganadores. Su nombre encabezaba los carteles de los espectáculos. La Guerra civil la interrumpió y truncó la proyección artística y vital de este chico y de tantos artistas. A Chiquito le cogió en Jaén, donde hubo de permanecer durante un tiempo. Pero después reanudó su actividad como la auténtica figura del cante que había salido del Concurso del Price.
Se casó con Antonia Amaya, hermana de la bailaora Carmen Amaya, y emigró a Sudamérica en la compañía de su cuñada. Padre de dos hijas bailaoras, la Chuni y la Wini, fijó finalmente su residencia en Méjico donde murió en 1983, a los 66 años de edad.
La próxima entrega: La Pardo-Bazán y los fandangos bailables
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