Cien años del Concurso de Cante Jondo de 1923

Historias del Fandango

En 2023 se cumplirá un siglo de un acontecimiento cultural de primerísima importancia que se celebró en Huelva, porque a partir del mismo cambió nada menos que el paradigma del flamenco

única foto conocida del Concurso de 1923. Obra del fotógrafo CALLE, que publicó Mundo Gráfico el 8 de agosto de 1923.
única foto conocida del Concurso de 1923. Obra del fotógrafo CALLE, que publicó Mundo Gráfico el 8 de agosto de 1923.
Miguel Ángel Fernández Borrero

24 de octubre 2021 - 02:00

Fue el Concurso de Cante Jondo organizado por la Hermandad de la Merced y celebrado en la plaza de toros en las noches del 21 y 22 de julio de 1923. Se trataba de replicar y de superar al concurso de Granada del año anterior, en el que se había desplazado al fandango a los márgenes del flamenco, impidiendo que entrara a competir con otros cantes. Allí no se permitió darle reconocimiento como cante flamenco. Pero en el de Huelva el fandango no solo formó parte de los palos a concurso, sino que se convirtió, a partir de entonces, en el cante más pregonado.

Antonio Chacón, el gran patriarca flamenco. En el de Granada presidió el jurado, pero en Huelva no ejerció esa función, siendo la figura estelar del cartel.
Antonio Chacón, el gran patriarca flamenco. En el de Granada presidió el jurado, pero en Huelva no ejerció esa función, siendo la figura estelar del cartel.

El hecho es así de rotundo: en Huelva cambió el panorama del cante; el fandango se convirtió en el más demandado por los públicos, en el de artistas más populares y en el verdadero líder de los espectáculos de la 'ópera flamenca', que se impuso a continuación para las masas de aficionados. Tal es la decisiva importancia del Concurso de Cante Jondo de 1923, reconocido así por los flamencólogos estudiosos y concretado en hechos como que ha sido el más cantado y más grabado de todo el muestrario flamenco.

Antonio Rengel ganó el premio del cante por soleares. Tenía en estas Fechas veinte años y era la gran figura local del cante.
Antonio Rengel ganó el premio del cante por soleares. Tenía en estas Fechas veinte años y era la gran figura local del cante.

Pero siendo tal, da la impresión de que Huelva lleva un siglo sin haber tomado conciencia clara de la dimensión de sus fandangos y de su poderío en el contexto del cante. La realidad es que esta efemérides llega en un momento en que el fandango ha superado los debates sobre su entidad flamenca afirmándose como un cante popular, el más popular, y que cien años después de aquella prueba presenta el balance más halagüeño. En esta centuria ha superado modas y tendencias, que unas veces lo encumbraron y otras volvieron a ningunearlo..., pero ya sin posibilidad de derribarlo de su pedestal. (Quien quiera entender, que entienda).

El fandango en Huelva llega al centenario de su puesta de largo como un cante consolidado, vivo y en desarrollo. Para quienes llevamos en nuestra sensibilidad sus aires y sus cadencias, el mensaje de sus letras y sus ambientes como motivos de reunión y de encuentro, el fandango es un bien de identificación, de emociones y de reafirmación. Gloria, pues, para nuestro cante emblemático.

Pero ahora hablemos de ese centenario. Lo primero y más urgente es que los aficionados se informen de lo que entonces ocurrió para que puedan evaluar su verdadera dimensión. De mis conversaciones deduzco que la mayoría de los aficionados, e incluso de las peñas, desconoce tanto la celebración de aquel Concurso como de su posterior repercusión.

Manuel Torre (o Niño de Jerez), la figura consolidada del cante jondo en aquella época.
Manuel Torre (o Niño de Jerez), la figura consolidada del cante jondo en aquella época.

Lo segundo, que las entidades más cercanas al fandango, como son las Peñas flamencas, se deberían comprometer con un acontecimiento de esta envergadura, porque no se trata de cumplir con el centenario haciendo un festival al uso, sino de enmarcar el hecho cultural en consonancia con la importancia que aquel Concurso tuvo y organizando una muestra diversa (exposiciones, concurso, certamen literario, actuaciones, teatro, actuaciones réplica de aquellas dos noches, mesas redondas, conferencias, etc.). Hace unos tres años, envié una carta-propuesta a la Federación Provincial de Peñas 'El Fandango' sugiriendo que el centenario estaba próximo, por si les parecía oportuno acometer iniciativas para abanderar la efemérides, pero la Federación consideró prematuro entonces entrar en el asunto. Quizás me adelanté, y ya se sabe que no hay peor cosa que defender un proyecto a destiempo, pero la inactividad nos ha traído hasta aquí.

Y lo tercero, -o quizás esto sea lo primero- que las instituciones públicas (Diputación, Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Ayuntamiento, etc.) han de ser las llamadas a capitanear las actividades de la celebración, porque sin su ayuda será complicado sacarla adelante.

Los organizadores del centenario del Concurso de Granada de 1922, con los que he mantenido contactos y colaboración, llevan cinco años trabajando en las actividades que van a celebrar en su centenario. Cuando escribo esto, faltan menos de dos años para que llegue la fecha del nuestro, que debería merecer en Huelva –insisto- una celebración en consonancia con la trascendencia flamenca histórica que aquel acontecimiento tuvo.

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