Inesperada comedia romántica
CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: '(500) Days of Summer'.- Producción: Estados Unidos, 2009.- Duración: 95 minutos.- Dirección: Marc Webb.- Guión: Scott Neustadter y Michael H. Webber.- Fotografía: Eric Steelberg.- Música: Mychael Danna y Rob Simonsen.- Montaje: Alan Edward Bell.- Intérpretes: Zooey Deschanel, Joseph Gordon-Levitt, Clrak Gregg, Matthew Gra Gluber, Rachel Boston, Geoffrey Arend, Chloë Grace Moretz
Anatomía de un romance es la definición que ha hecho de esta película uno de sus guionistas, Scott Neustadter, que también ha hablado de "una canción pop en formato de película". De la manera que sea este debut en el largometraje de Marc Webb, nos permite visualizar una comedia inesperada. Lo digo porque por lo normal todas caen en los tópicos habituales y en los lugares comunes más trillados del género. Su guionista citado sigue facilitándonos las claves pretendidas: "Música y bailes, pantallas divididas, narradores y un pájaro de dibujos animados".
Así tenemos a Tom que en la hipocresía de nuestro mundo actual, cree a pies juntillas en la posibilidad de un amor que pueda transformar su vida, aunque surja cósmicamente por una sola vez. Por su parte, Summer, mencionada en el título original, está en las antípodas de esos pensamientos. Tom, que se dispone a ejercer como arquitecto, pero que se dedica a escribir tarjetas de felicitación, se encuentra con Summer, la nueva secretaria de su jefe. De momento, él considera que está lejos de su esfera personal, pero acaba descubriendo que comparten ciertos aspectos de su vida. Se concitan así el amor, los encuentros y el sexo. Pero llega también el desamor, la frustración, la separación y la redención. Un intento de encontrar sentido a los sentimientos y tratar de hacerlos realidad.
En este deterioro de las relaciones de pareja hay una introspección hasta ahora inédita en el género en torno a un relato que altera sus habituales normas narrativas. Su presunta identificación independiente, que eso a la hora de la verdad no importa tanto, nos devuelve a los ejemplos más aplaudidos de los últimos tiempos. De momento se sale de los cauces más usuales. En cierto modo la naturaleza de la historia resulta muy acorde con la actitud de los protagonistas. En todo caso hay una sustancial aportación, no sólo de frescura sino también de cierto encanto y lucidez, que, sin renunciar a los moldes más clásicos, presenta aportaciones innovadoras y novedosas, tanto en el tratamiento de la puesta en escena como en contribuciones y sugerencias de índole muy singular.
En el fondo de la película hay sobre todo un asunto muy interesante que refuerza la estructura del argumento y su desarrollo narrativo y que da fuste a este nuevo experimento fílmico sobre el amor ideal, la imposición de la evidencia que suele torcer las mejores intenciones y la crisis de todo rompimiento sentimental. Quizás el mejor éxito de esta expresión visual que nos propone (500) Días juntos, se autentifique también en la actuación de sus protagonistas, porque tanto Joseph Gordon-Lewitt como Zooey Deschanel, conjugan con ese atractivo talante que impone su entidad interpretativa, lo mejor de la pareja y proporciona entidad a una comedia, en cierto modo alternativa, y propia de una concepción independiente que favorece las posibilidades del producto. Incluso algunas de las concesiones que se permite el director Mar Webb -como la fragmentación de la pantalla que diversifica lo evidente y lo posible-, pasan desapercibidas en el conjunto de la favorable opinión que nos merece esta comedia romántica realmente inesperada.