José Luis Gómez trae al Festival de Niebla la verdadera esencia del Mio Cid
La XXXVII edición del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla llega al ecuador de su programación
La XXXVII edición del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla llega al ecuador de su programación principal y lo hace a lo grande: con la representación, este sábado, en el patio de Armas del castillo iliplense, de la obra Mio Cid, una producción del Teatro de la Abadía, dirigida e interpretada por el veterano actor, director, escritor y académico onubense José Luis Gómez.
Esta propuesta la presentó el vicepresidente de la Diputación de Huelva, Juan Antonio García, acompañado por el propio intérprete de la obra, quien ofreció durante su intervención una verdadera clase magistral sobre el texto, el Cantar de Mio Cid, considerado el mayor poema épico de la literatura hispánica, anónimo, de tradición oral, dividido en tres cantos, que narra las hazañas acontecidas a Rodrigo Díaz de Vivar en el siglo XI.
Como indicó el vicepresidente de la institución provincial “la propuesta no puede ser más atractiva, Mio Cid es un orgullo para la programación del Festival de Niebla y un regalo para los espectadores que tengan el buen tino de acudir este sábado al castillo iliplense”. García subrayó que “el público va a poder disfrutar de este gran texto épico de la literatura en lengua castellana que recupera su oralidad y dimensión juglaresca gracias al trabajo de José Luis Gómez, director de teatro, actor, escritor, académico y una de las figuras más destacadas y queridas del panorama cultural español”.
García hizo hincapié en que “José Luis Gómez, creador y director del Teatro de La Abadía, demuestra en Mio Cid su pasión por la lengua como tesoro de comunicación, aprendizaje y cultura; como hilo conductor a través del cual se desarrolla y conoce la historia, las aventuras, las gestas, los dramas y el devenir cotidiano de un territorio y sus gentes; la memoria, en definitiva, de lo que somos”.
“Si añadimos a todos estos atractivos la presencia imponente de este magnífico actor en el escenario, su dominio del espacio escénico, la dicción exquisita, el tono exacto, y su celebración de la lengua como reivindicación permanente en su dilatada carrera profesional, el éxito será rotundo”, indicó el vicepresidente.
Por su parte, José Luis Gómez señaló que “el planteamiento del proyecto se centra en convertirse en un juglar del siglo XXI con el fin de que los espectadores logren apreciar plenamente el sentido con el que realmente fue concebido”. En esta versión actual del mayor poema épico de la literatura castellana, Gómez logra poner cuerpo y voz “a las palabras que dieron inicio a la literatura hispánica y al sonido de nuestra lengua medieval”.
El actor y director onubense señaló que “el Mio Cid es prototeatro, es decir, teatro en estado puro, el más puro que se pueda uno imaginar, no hay nada en el escenario excepto un juglar acompañado de un piano que no arranca con melodías sino que lanza sonidos percutidos, extraños, porque el Mio Cid huele a cuero, a hierro, a espuela, a sudor”.
Como explicó Gómez, “el juglar en su época no era un actor, no podía encarnar un solo personaje, tenía que transitar con rapidez de un personaje a otro, de un suceso a otro, ya que su trabajo era parecido al de un pintor impresionista, con pinceladas gruesas, rápidas y precisas”.
Para el actor onubense “lo más fascinante del Mio Cid es que en él resuenan todas las lenguas de España que aún están vivas porque se han seguido hablando: catalán, valenciano, ecos del navarro-aragonés, ecos del bable asturiano y hasta del vascuence, lo que nos da una idea de la riqueza del texto”.
El académico finalizó su intervención enunciando de forma magistral unos versos del Mio Cid que forman parte del espectáculo que se podrá disfrutar este sábado, a las 22:30, en el patio de Armas del Castillo de los Guzmán.
El actor
José Luis Gómez es el alma del Teatro de La Abadía, que fundó en el año 1995. Aunque ha dejado la dirección del mismo, no se ha desvinculado. Formado teatralmente en Alemania y Francia, sus primeros trabajos profesionales fueron en los mejores teatros de la República Federal Alemana.
En 1971 regresó a España y, siete años más tarde, codirigió el Centro Dramático Nacional. Desde entonces su actividad artística, como actor y director, ha sido incesante, tanto en los teatros públicos como en los privados. Ocupa, desde 2011, el sillón Z de la Real Academia Española.
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