“El disco no es como mucha música de ahora, por ordenador”
MANUEL CARRASCO. CANTANTE
El artista onubense presenta el viernes su último trabajo, ‘La cruz del mapa’, grabado en los legendarios estudios de Abbey Road
Madrid/Manuel Carrasco, el hombre que más discos y entradas de conciertos vendió en 2016, está de vuelta con un nuevo álbum, “el más ambicioso”, para reivindicar la sensibilidad con el otro y templar una semana que arranca fría, aún más en su Andalucía natal tras el ascenso electoral de la extrema derecha, del que todavía no se han digerido del todo sus consecuencias y del que no huye a la hora de dar su valoración. “La política es un mundo complejo para la gente como yo”, advierte cauteloso, convencido de que “diga lo que diga se puede malinterpretar”, aunque no pueda callar parte de su opinión: “Cuando hay cambios es porque la gente no está contenta, pero los extremismos no me gustan, como a cualquiera que tenga dos dedos de frente”, proclama finalmente este artista onubense.
Entre las manos trae a su entrevista en Madrid el octavo álbum de su carrera, La cruz del mapa (Universal Music), que se publica el viernes bajo la producción de Pablo Cebrián, con un gran ornamento orquestal y grabado en los mismísimos estudios de Abbey Road, en Londres, donde han grabado los mejores músicos de varias generaciones del pop llegado desde las Islas Británicas para todo el mundo.
“No es un disco que se haya hecho como mucha música de ahora, en un ordenador, y no hay mejor sitio para ello que Abbey Road, que tiene una magia y una acústica especial, así como una instrumentación que es una pasada, como un piano de 150 años que utilizaron los Beatles. Además, a nivel personal me he dado ese gusto. No me podía morir sin grabar allí”, reconoce.
Contiene 14 canciones trabajadas “día a día” del último año, lo que lo convierte en su disco “más ambicioso” y el más pensado “para la larga distancia”, de forma que revele nuevas facetas a medida que se escucha más y más, con unas coordinadas que temáticamente apuntan a sus raíces, guiado en parte por la brújula de la paternidad.
“Es algo que nos afecta de una manera muy positiva, porque la vida cambia a mejor y se llena de cosas bonitas. Te vuelve más sensible y entiendes muchas cosas que antes no entendías, no mirando tanto hacia dentro como hacia fuera”, explica el cantante que hace de su Isla Cristina natal una bandera que agitar cada vez que tiene oportunidad.
La extrema sensibilidad de la que hace gala se percibe desde el primer corte, Me dijeron de pequeño, unos seis minutos de desarrollo musical con una letra larguísima para el ámbito pop, que hacen de esta quizás su canción más de autor y aquella en la que más se ha desnudado.
“No puedo negar que estoy contando mi historia. Hablo de la niñez, de lo que cuesta en la vida hacer las cosas y el coraje que requiere”, cuenta sobre un tema que incluye algún dardo suelto contra quienes “regalan los oídos” en la industria musical, “guays de pacotilla y reyes del postureo”.
Planea sobre ella un mensaje optimista, “darle la vuelta a lo negativo para conseguir lo que quieres”. Esta actitud de “tirar para adelante” está presente en otros cortes del disco, como Si estás aquí, la roquera Te busco en las estrellas (que habla en realidad de una pérdida”) o la postrera Siempre fuertes.
“Me sale así. Soy muy positivo a nivel personal. No soy malpensado y tengo el punto ingenuo muy despierto aún pese a lo vivido, intentando sacarle lo bueno a todas las situaciones. Si vives así la vida, creo que estás más cerca de ser feliz”, afirma.
En su discurso sentimental hay referencias también al relato colectivo, incluida una denuncia “hacia la injusticia de los inmigrantes y los refugiados”. “Hace no tanto tiempo éramos nosotros los que emigrábamos. Es un tema complicado del que se tiene que ocupar la política, pero yo pienso en esas personas como un tío de la calle”, señala. En torno a estas cuestiones, llama asimismo la atención una canción dedicada a su hija que, no de forma casual, se titula Mi única bandera.
“Se da mucha importancia a las banderas. Sé que es algo simbólico, pero mi sensación es que hay demasiada crispación en este tema. Para mí lo importante son las cosas más sencillas”, subraya Carrasco, que será el protagonista de uno de los especiales navideños de RTVE, con la participación de Pablo Alborán, Juanes y David Bisbal, entre otros.
El hombre que congregó a cerca de 250.000 espectadores en sus conciertos en 2016 ultima además su nueva gira, con una parada muy especial el 29 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid, el más multitudinario de su carrera, seguro de que “la vida es para los valientes”.
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