Dos hombres y un destino
Entrevista a David de Miranda y Jorge Buendía
El torero y su representante hablan de las sensaciones ante la próxima e importante fecha del 24 de mayo en Las Ventas y la repercusión de la confirmación en la carrera del triguereño
Huelva/A la orillita del mar de esta Huelva. Allí nace esta entrevista que busca al alimón a esos dos protagonistas capaces de plantarse en Las Ventas en medio de la expectación que San Isidro pone en todo. No sé si, como en aquella película de Redford y Newman que da título a estas líneas, es cuestión de atracar Las Ventas pero balas llevan como para un regimiento.
Uno, como el apoderado capaz de consumar en la vida de su torero un cartel para el que ya no hay entradas que vender. También, el torero capaz de haber hecho que eso pueda ser. Un rato de charla sobre Madrid antes de hacer las maletas y ver qué hay dentro de cada una de ellas. Jorge Buendía y David de Miranda en un mano a mano dialéctico entre ese puerto de destinos esperanzados que es el Muelle del Tinto.
–Indiscutiblemente lo que está enfrente de vosotros ahora mismo es Madrid. No sé si lo visualizan como una meta, una parada, una estación más
–David Miranda (D. M.): Más que una meta pienso que es un objetivo. La meta siempre es un final y la mía está mucho más allá de Madrid. No deja de ser un objetivo muy importante en la carrera de un torero cumplida la alternativa. El sueño es poder confirmar en Madrid.
–Jorge Buendía (J. B.): Es una parada de posta dentro de una carrera muy bonita en torno a David y desde luego nadie podía imaginar todo lo logrado. Madrid es la culminación quizás de un sueño y el cierre de un círculo de muchas cosas marcadas. Al mismo tiempo, el principio de una realidad que no ha hecho más que empezar y ojalá sea recoger la gloria por esos años de lucha y esfuerzo.
–Un camino recorrido al unísono desde el comienzo. Un equipo que funciona para llegar a cumplir sueños de este calibre.
–D. M.: Sí. Siempre hemos hablado mucho de todo este camino, de que no hay que tener prisas porque no son buenas en las carreras de los toreros y ahí Jorge creo que lo ha hecho muy bien conmigo. Hemos ido dando los tiempos, las pausas que yo necesité siempre para mi evolución frente a los animales y el haber llegado a matador de toros ahí está.
–¿Esperaban que Madrid fuera así, como va a ser?
–J.B.: Es la recompensa a tanto tiempo de lucha. Nos marcamos un objetivo cuando iniciamos este camino, ha primado siempre la comunicación. Lo hablamos absolutamente todo y tenemos mucha suerte porque coincidimos en la misma manera de pensar. Nunca hubo prisas, los pasos podían ser pequeños pero eran firmes para no equivocarnos y ahora recogemos frutos importantes. Nunca hemos querido atropellar la razón, no correr más de la cuenta porque en el toro, como en cualquier profesión, es difícil levantarte de los tropiezos. Madrid ha sido generoso y nos ha dado un buen regalo. Con el Juli, Paco Ureña y la corrida de Juan Pedro se cumplen todas las expectativas de cualquier chaval que empieza.
–¿Tienen la impresión de que caen bien en el mundo del toro?
–J.B.: Decimos Madrid pero es Simón Casas quien ha puesto encima de la mesa este cartel. No sé si con otro hubiera sido, pero ha sido con Casas con quien llega el reconocimiento a una carrera importante; ha sido José Tomás quien le da importancia a esa trayectoria y le llevó de su mano a un nuevo escalafón, igual que El Juli ha querido ser su padrino, igual que Morante abre ese cartel para que David esté en su reaparición. Sí es Casas, pero es que todos los grandes nombres de la tauromaquia le han dicho siempre sí a David con los brazos abiertos.
–D.M.: Sí creo que existe ese aprecio. El sentirte respetado por todo el toreo, por los profesionales allá donde vamos. Eso se palpa cuando estás frente a los compañeros importantes y te hablan con ese aprecio, con ese cariño, respeto y seriedad. Ese es otro de los frutos a recoger de tanta profesionalidad y tanta categoría con la que Jorge ha hecho mis temporadas.
–Es un privilegio tener a escasos días lo que cualquiera que empieza aspira a tener en Madrid.
–D.M.: Soy consciente de ello, de que soy un privilegiado y que es una oportunidad que hay que aprovechar, darlo todo en la plaza y recoger los frutos necesarios para mirar al siguiente paso.
–¿Cómo debe ser esa tarde en Madrid? Al menos, ¿cómo se cuece en su cabeza que debe ser?
–D.M.: La pienso como la entrega absoluta delante del toro. En tardes como esta siempre prima eso y a raíz de ahí pienso que Madrid es una plaza que premia muchísimo esa entrega. Después llegará el triunfo o no. Hablamos mucho en estos días sobre la preparación en el campo y poco más.
–¡Bien podrían compartir algo de eso que hablan entre ustedes!
–D.M.: Pues eso que te digo. Que puede llegar una oreja, las dos, ninguna… Madrid es una plaza en la que hay muchas formas de triunfar o de que hablen de uno y sobre todo prima la actitud, la entrega. Somos conscientes de que es un cartel de figuras del toreo, con el No hay billetes. Va a ser tarde de mucha expectación y hay que aprovecharlo. Madrid va a exigir porque te ven en un cartel de estos y cuanto menos se preguntan ¿este quién es? Entrega y actitud y después que el toro me permita esa entrega.
–J.B.: David lo tiene claro aunque hablemos mucho de la actitud de un torero, de cómo debe salir a una plaza ante un día vital en su vida. Es un pedazo de profesional y quizás sí, cuando empezaba como novillero, a lo mejor teníamos más conversaciones de este tipo para que se empapara de conocimientos taurinos, de gente que llevaba mucho más tiempo que él. Ahora es al contrario porque él lo tiene muy claro, tiene mucho sentido de la responsabilidad; sabe que le debe, le puede y le va a cambiar con toda seguridad su vida a partir del próximo 24 de mayo.
En su momento Madrid se portó muy bien con él como novillero, fue tres tardes, no pasaron grandes cosas, dejó su sello y valió pero él también sabe que el viernes tienen que pasar cosas importantes dentro de la plaza, porque además estamos en un cambio generacional, hay un puñado de chavales que vienen arreando mucho, algunos incluso se han posicionado ya y lo mejor está por llegar porque Huelva se va a sentir orgullosa de tener uno de los pilares del toreo en los próximos años.
–¿Es el tiempo óptimo para que llegue ahora esta confirmación? ¿Le hubiese gustado antes, un poco más tarde?...
–J.B.: Como apoderado y amigo de David te digo que es el momento exacto. El primer año fue el de su alternativa, el segundo la toma de contacto con el toro y la profesión, el tercero una larga convalecencia y esto llega en ese momento exacto, cuando hemos querido. Por lo tanto lo hemos planificado todo, así que no caben excusas sino aspirar a esa mijita de suerte que te debe dar el toro para que embista y sirva esa tarde.
–Contaba Jorge que el concepto preparación no ha pasado por matar muchos toros en el campo sino en hacer que su mente estuviese feliz y relajada. Le miro a usted y no se lo feliz que estará pero tranquilo si le veo.
–D.M.: Bueno, es mi personalidad. Me considero una persona tranquila y me gusta disfrutar del momento, del día a día, de mi preparación y de hecho lo hemos hecho así esta vez porque yo he querido. No me gusta matar veinte o treinta animales en el campo y entiendo que no me ha ido mal esta experiencia ante compromisos importantes y por supuesto sí que estoy disfrutando, estoy feliz y la preparación está siendo bonita.
Me gusta esa tranquilidad en las semanas anteriores, entrenar de salón, de ir al campo, a tentaderos. Así es como soy feliz, como estoy tranquilo y creo que eso es fundamental para reflejarlo delante del toro y en la plaza que es lo fundamental.
–Debe ser verdad eso que asevera porque hace poco tiempo le escuché hablar en público sobre su experiencia personal y profesional y ahí había un poso de equilibrio personal importante.
–D.M.: El toro hace inevitable esa madurez personal. Quizás antes de lo normal con respecto a la edad que tenemos los toreros. La tranquilidad, la responsabilidad, tu estado anímico, se transmite frente a los animales. Cuando hablamos de estar al cien por cien en tu profesión es el conjunto de todo esto. No todo es cuestión de preparación física o toreo de salón.
–Entrar en ese despacho de la empresa de Las Ventas a gestionar un contrato importante para su torero debe ser una gozada para un apoderado.
–J.B.: Es verdad, pero no olvidemos que David pisó en su momento como novillero las plazas más importantes de todo el circuito. Zaragoza, El Puerto, Sevilla, el mismo Madrid, Bayona, Arles... En ese aspecto de pisar los mejores escenarios del toreo hemos tenido muchísima suerte. En cuanto a tu reflexión, por supuesto que me siento muy orgulloso de compartir vivencias y preocupaciones con quienes marcan el ritmo de la historia del toreo, como son esos apoderados importantes.
Está claro que el dinero pasa a un segundo plano porque ni lo hemos hablado ni nos preocupa. Por supuesto que me siento orgulloso de defender los intereses de David en un despacho, pero también creo que esto no es cosa de un equipo pequeño sino de que Huelva entera debe sentirse orgullosa y presumir que después de veinte años haya un torero haciendo el paseíllo en San Isidro, la feria más importante del mundo.
–El toro de Madrid no será lo que más le preocupe estos días.
–D.M.: Pues no. No es que pase a un segundo plano pero no me preocupa principalmente porque cuando te preparas y mentalizas para una ocasión como esta, salga lo que salga sabes que son tus balas para disparar y tienes que aprovecharlo. Más te responsabiliza el triunfo, la oportunidad de estar a la altura en una tarde tan importante, estar al nivel de dos figuras del toreo, esa expectación en la plaza tan grande. Eso pesa más que el toro en sí.
–Debe ser una sensación placentera experimentar que aunque se caiga Ponce y llegue Juli, Miranda sigue estando ahí. Sabiendo cómo se cuecen todas estas cosas…
–D. M.: Es bonito. Hablamos mucho de ese viaje que hicimos para la gala de presentación de carteles, de esas horas previas tras el percance de Ponce, de toda esa información que nos venía, no teníamos nada claro y lo vivimos con mucha incertidumbre.
También dice mucho de la seriedad de una empresa que dos meses antes llaman a tu apoderado, le dicen estáis puestos, este es el cartel y estos los toros. Y que después de todo lo ocurrido siga pensando que Miranda está en ese cartel y ahí se queda dice mucho de su categoría. Tanto con Enrique Ponce como ahora con El Juli hubiese sido de todas formas un cartel de ensueño para cualquier torero.
Cuento una anécdota de que un día de este invierno entrenando con mi gente, hablando de la posibilidad de confirmar me preguntaron qué pensaba y yo como torero por el respeto y la admiración que le tengo les dije que me gustaría que un día me la diese El Juli, y mira por donde se han redondeado las cosas para que así sea.
–Juan Pedro no funciona en Sevilla pero no resta garantía a que sea la divisa de su confirmación.
–D.M.: Totalmente. Es una grandiosa ganadería que ha dado grandes triunfos en toda su historia a figuras del toreo y no tiene nada que ver Sevilla. Dentro de las camadas hay mucha diferencia y sabemos que la corrida que llega a Madrid es de gran confianza para el ganadero. Lo que tengan dentro nadie lo sabe pero Juan Pedro es garantía.
–Entre la enhorabuena y el cómo lo habéis hecho, habrán llegado muchas llamadas.
–J.B.: Desde que David empezó, todos los objetivos se han ido cumpliendo uno a uno. He tenido siempre mucha seguridad en lo que hacía porque la confianza en David ha sido máxima en esta apuesta que hice. Yo llevaba muchos años luchando en el mundo del toro, nunca se me había ocurrido apoderar a nadie y con David lo hice cuando aún no había debutado sin caballos porque le vi unas condiciones fuera de lo normal.
Soñaba con que la vida iba a poner en mi camino a alguien como David y lo encontré. Es tanta la seguridad con la que yo he defendido a David, que todo el mundo del toro tiene claro que si hay una pareja de hombres luchadores hemos sido nosotros y eso ha despertado el respeto y el cariño de la gente del toro. Pienso que en un cien por cien toda la gente del toro se ha alegrado de la inclusión de David en el cartel estrella de San Isidro.
–¿Físicamente bien?
–D.M.: Perfecto. Me encuentro fuerte, creo que de los inviernos que físicamente más fuerte me veo y eso me da mucha seguridad ante el toro y te hace sentirte mejor.
–¿La persona, qué tal?
–D.M.: A gusto con uno mismo. La vida te lleva a madurar, a entender cosas, a apreciar otras y ahora hay un equilibrio personal y emocional que me hace feliz. Vivo un momento en el que ahora no me cambio por nadie. Soy feliz persiguiendo un sueño, son muchos años de siembra y ojalá sea el momento de recoger los frutos.
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