La Parca

La Parca
Vicente Quiroga

24 de noviembre 2011 - 05:00

Producción: Venezuela, 2011.- Duración: 99 minutos.- Dirección: Diego Velasco.- Guión: Carolina Paiz y Diego Velasco.- Fotografía: Luis Otero Prada.- Música: Freddy Sheinfeld y Gabriel Velasco supervisada por José Luis 'Cheo' Pardo y Luis Lange.- Efectos especiales: Alberto Haydar y Jesús Márquez.- Dirección artística: Marcelo Pont.- Intérpretes: Steve Wilcox, Zapata 666, Alejandro Furth, Albi de Abreu, Marisa Román, Laureano Olivares, Ana María Simón, Mascioli Zapata.

Esta es una de las películas más taquilleras de los últimos tiempos en Venezuela, que como su precedente Hermano (2010), de Marcel Rasquin, premiado aquí en Huelva el año pasado, ha permanecido en 24 semanas en cartel. Tiene sobre aquella una producción más potente que se aprecia en su realización espectacular y trepidante como la propia acción que despliega de manera desbordante el propio film. Es la opera prima de Diego Velasco, hasta ahora sólo realizador de cortometrajes de éxito.

El llamativo resultado es la violenta historia de La Parca, un implacable sicario que en una de sus acciones delictivas se ve complicado en un secuestro masivo en una clínica privada. Trata de salvar a la que fue el amor de toda su vida, Ladydi pero todo se le complica cuando llegan al centro hospitalario los contingentes policiales estableciendo un cerco en torno al edificio que hace imposible la huida. El tiempo va acabándose y las vacilaciones policiales, las negociaciones y las infiltraciones de los agentes entre el personal de la clínica y los pacientes que sirven de rehenes, no hacen más que complicar las cosas y dilatar el tiempo de resolución, provocando más víctimas abatidas cruelmente por los despiadados forajidos.

Diego Velasco en este su debut en el largometraje nos expresa con vehemente contundencia el panorama de la Venezuela de estos últimos años, que en cierto modo determinada y comprometida cinematografía del país ha venido reflejando en sus películas desde hace largo tiempo. Es lumpen asesino de la delincuencia y el sicariato han informado films muy destacados, que recordarán los habituales del Festival de Huelva. Velasco abunda en ello y además arremete con una situación donde se unen la huelga de los sanitarios, una prensa sin prejuicios en el colmo sensacionalista que convierte al desalmado delincuente en figura protagonista de la televisión, que llega a ser mitificado por los televidentes, de lo que, en cierto modo, se beneficia también la propia película.

La reflexión a la que podría invitar este vibrante relato -no tengo claro si es eso lo que pretende- es por lo tanto bastante negativa ya que el cuadro que presenta es absolutamente condenable y unos y otros dejan su retrato bastante emborronado. En ese aspecto la ambigüedad es harto notable aunque la realización se haya desarrollado con bastante fuerza expresiva y vigor, con el dinamismo propio de una acción, la mayoría de las veces arrolladora, que impacta abruptamente en el espectador más templado. Resulta obvio reconocer que por lo que hemos visto aquí de cine venezolano es la realización con mayor poder de producción y con las secuencias de acción más espectaculares.

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