Reconocimiento a la talla flamenca de Ildefonso Pinto
Su entierro en la parroquia de Bollullos constituyó una gran muestra de dolor por su pérdida
Uno de los más grandes cantaores flamencos naturales de la provincia de Huelva, Ildefonso Pinto, fue enterrado ayer en su ciudad natal de Bollullos par del Condado. Nacido en una familia de acomodados agricultores, Ildefonso Pinto se hizo flamenco a finales de los años 40, con sólo doce años de edad y aprendiendo los rudimentos del arte flamenco de la voz de su progenitor, Juan Pinto. Durante los años sesenta y setenta, protagonizó una fulgurante carrera recorriendo los más prestigiosos concursos de cante flamenco. Funcionario de carrera en el Ministerio de Justicia, el cantaor bollullero estuvo activo hasta finales de los ochenta, cuando al diagnosticársele una enfermedad que le afectó a la garganta, quedaba fuera de los escenarios y los tablaos. En todo caso, este grande del cante flamenco de todos los tiempos supo encauzar su carrera hacia la enseñanza, impartiendo clases en su propia casa o en peñas como la de Cante Jondo de Moguer.
Entre sus premios y reconocimientos, Ildefonso Pinto guardaba un imborrable recuerdo de su primera aparición en público en Algeciras, mientras realizaba el Servicio Militar. Allí consiguió su primer premio, dotado nada menos que con mil pesetas de la época. A su lado un tocaor de tan sólo doce años de edad, 'un tal' Paco de Lucía que había salido al escenario para dar descanso a su hermano, el ya entonces conocido Ramón de Algeciras. Ildefonso recordaría años después, en la clausura de un festival de Cante de las Minas en La Unión, donde ambos, Paco de Lucía y él, fueron reconocidos, como al principio le dio apuro cantar acompañado por un crío en la guitarra, pero cómo al final de la actuación le auguraría un enorme futuro al tocaor: "Chaval, tú llegarás lejos".
Además de ese premio que abriría por vez primera las vitrinas de su casa, Ildefonso Pinto logró entre otros muchos, los concursos de tarantas y seguiriyas de La Unión, el premio Antonio Mairena, la Venencia Flamenca de Los Palacios, la Saeta de Oro de Sevilla, La Lámpara minera de Lo Ferro, el premio Soleá de Triana o el Melón de Oro de Montalbán, entre otros.
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