Rocío Márquez vuelve sobre sus pasos
La artista onubense repasa hoy en Sevilla cantes de su trayectoria La intérprete viene de triunfar en el Real y prepara 'El amor brujo' para el Femás
En una carrera triunfal que arrancó cuando apenas tenía nueve años y Rocío Márquez (Huelva, 1985) venció en un concurso de fandangos organizado por la Peña La Orden, la cantaora se ha revelado como una amante de la tradición que sin embargo intuye que, para que una obra esté viva, tiene que abrirse al riesgo, proponer alguna variante novedosa más allá de la ejecución fiel. Con Pepe Marchena, en el que se inspiró para su disco El Niño y sobre el que gira la tesis que prepara, comparte la voz dulce y cierta vocación transgresora, pero la onubense -formada en la Fundación Cristina Heeren, ganadora en 2008 de la Lámpara Minera y de los cuatro primeros premios del Festival del Cante de las Minas- conserva aún el respeto de los aficionados más reacios al experimento. Aunque ese prestigio conseguido en estos años no impida que Márquez se esté embarcando, constantemente, en desafíos ante los que le es difícil templar los nervios, pruebas que entiende como necesarias para que una artista crezca. Ha llegado a esa posición, destaca Manuel Herrera, responsable de los Jueves Flamencos de Cajasol, en que es "consciente de que lo que hace puede gustar a unos y a otros no, de que el arte tiene que ser discutido. Ella cita una frase de Woody Allen que dice que no sabe cuál es la clave del éxito, pero sí la del fracaso: intentar complacer a todos".
Márquez llega hoy a la sala de la Plaza de San Francisco de Sevillacargada de buenas noticias. Viene de entusiasmar al Teatro Real con Ritos y geografías para Federico García Lorca, y a los espectadores del Festival de Jerez, donde presentó El Niño, y esta semana le han comunicado que su álbumlidera la lista de discos más vendidos en Francia en la categoría de músicas del mundo. Además, a final de mes volverá a Sevilla para ofrecer, dentro de la programación del Femás, una versión de El amor brujo. Un buen momento para que la intérprete mire hacia atrás y brinde una selección de su trayectoria. "Me apetecía mucho recopilar cantes de distintos momentos de mi carrera", afirma sobre un recital en el que estará acompañada por Miguel Ángel Cortés, Los Mellis y Agustín Diassera.
En su encuentro con los periodistas, Márquez mostró su emoción porque El Niño "se entienda y se reciba tan bien en un sitio como Jerez, necesitaba eso del público entendido en flamenco", o se programe en otros circuitos, "como en el Primavera Sound, donde actuaremos". La intérprete recuerda como "una experiencia preciosa" su paso por el Real: "Querían que hiciera algo sobre Lorca, coincidiendo con la ópera El Público, y las Canciones Populares se habían hecho ya mucho, y de manera magistral", afirma. La solución estuvo en combinar en el programa a Pepe Habichuela o Arcángel con Proyecto Lorca, "con los que busqué retales de esas piezas en gente como John Coltrane".
Sobre su participación en el Femás y El amor brujo 1715, que interpretará el próximo día 26, revela que aún tiene pendiente empezar a ensayar junto a Enrike Solinís y el Euskal Barrokensemble. "Las piezas de El amor brujo, desde un punto de vista vocal, tampoco son tantas. Merece respeto lo que hizo Rocío Jurado con esa obra, que parecía compuesta para ella; eso es una losa para los que tenemos que cantarla", reconoce. Pero Márquez, no puede evitarlo, se crece en los retos: "Me motiva el enriquecimiento que suponen. Cuando hay un diálogo de verdad, surgen cosas maravillosas".
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