Los Concursos de Fandangos de los años 50 en Huelva (1)
Historias del fandango
En 1951, los Almacenes Arcos y la emisora de Radio Nacional de España en Huelva convocaron el I Concurso de Fandangos, que supuso un hito sin precedentes para este cante popular
Huelva/LA convocatoria apareció en el diario Odiel el 11 de octubre de 1951 y se anunció así, según figura en este recorte adjunto [1].
Hay que situarse en aquel tiempo, del que se han cumplido tres cuartos de siglo, en una sociedad necesitada de superar el trauma histórico de la Guerra Civil, que vivía aún con las cartillas de racionamiento y con la radio como el medio de comunicación protagonista del entretenimiento. Una sociedad necesitada de espantar sus males, que no eran pocos, pero que tenía en su memoria un tesoro popular que podía poner en valor cantando, su generoso abanico de fandangos, “sin más objeto que el de reivindicar estas coplas populares nuestras, tantas veces mixtificadas”, como rezaba el anuncio del concurso [1].
La serie de cuatro que se celebró a partir de esta convocatoria durante la década de los años 50 constituye uno de los hitos más decisivos y relevantes que ha vivido la historia del fandango huelvano y su consolidación como cante popular. De dichos certámenes salió buena parte de los artistas que fijarían el rumbo del fandango para el resto del siglo.
Los Almacenes Arcos, a través de Radio Huelva, organizaron un Concurso de fandangos de la provincia de Huelva. La idea fue de Antonio Guerrero Llamas Bélico, productor de la emisora de Radio Nacional de España en Huelva, que se la propuso a Abelardo Arcos, dueño de los mayores almacenes de confecciones que Huelva tuvo durante la segunda mitad del siglo XX.
Los promotores
Bélico era un imaginativo radiofonista que puso en marcha, dentro de la revista deportiva radiofónica ¡Gol!, unos “diálogos sin malicia”, entre dos aficionados del Recreativo, El viejo y el hincha, interpretados por los locutores José Galván y Nicasio Fernández, que todos los lunes escuchaba masivamente la audiencia de la única emisora que había en Huelva.
Y Abelardo Arcos fue un empresario granadino que llevaba más de treinta años viviendo en la capital, de la que hizo su patria chica. Había comenzado en el negocio en 1928, con los Almacenes El Barato; le cambió el nombre en 1942 llamándole Almacenes Arcos, innovó en el modelo comercial y lideró esta actividad durante las siguientes décadas.
Las originales bases del concurso
En las bases se estableció que se trataba de un concurso para aficionados de la capital y provincia, que representarían a su pueblo y previa preselección por personas competentes. Cada concursante había de cantar tres fandangos de los estilos que eligiera; el número de fandangos a interpretar fue cambiando de una ediciones a otras. Al final, se proclamarían un campeón y un subcampeón del concurso. Un jurado compuesto por cinco personas evaluaría cada actuación, pero este jurado tenía una peculiaridad consistente en que sus miembros no estarían presentes en el lugar de la actuación, sino que escucharían las actuaciones por la radio desde sus propios domicilios, con absoluta independencia unos de otros, y puntuarían a cada concursante de cero a diez, siendo eliminados los de las puntuaciones más bajas. Una vez que intervinieran todos los concursantes, se iniciaba la segunda eliminatoria con los no eliminados, luego la tercera, la cuarta… hasta que quedaran solamente dos que competirían por el título de campeón en la última jornada. Era un sistema laborioso, que pretendía conseguir la máxima independencia, anonimato y objetividad para elegir a los mejores. Como desahogo o para mejor exhibición, después de los tres fandangos obligatorios el concursante podía finalizar su actuación cantando otro estilo si el locutor se lo pedía, pero éste último fandango no sería puntuable, es decir, quedaría fuera de concurso. Para los gastos de desplazamiento se pagaban cincuenta pesetas a los participantes de los pueblos. La firma comercial puso un total de mil quinientas pesetas para premios en esta primera edición, cuantía que se fue aumentando en las siguientes.
Las eliminatorias se dirimían en las actuaciones de los fines de semana, que fueron muchas en las primeras ediciones, dado el elevado número de concursantes que participaron. En la programación de RNE en Huelva se fijó la franja de diez y media a doce de la noche, en directo, los días de celebración del concurso.
La primera edición, 1951-1952
Se inscribieron 65 concursantes y la final se celebró, a mediados de enero de 1952, en el teatro Mora. Compitieron por ganarla tres concursantes que habían llegado muy igualados. A los cantaores los acompañó el toque de Rafael Rofa hijo [3].
El ganador del premio de mil pesetas fue el palmerino Eufrasio Domínguez Millán [4]; segundo y premio de 500 pesetas, José María Martín Infante El Moreno de Paymogo, y tercero Joaquín Vera Pérez, de Chucena.
Una placa conmemora en La Palma la memoria de Eufrasio Domínguez como ganador de aquella primera edición [ 4].
(Continuará)
También te puede interesar
Lo último