Conozcan la fascinante periodista, feminista y duelista Marie de Valsayre

Gracias a sus interpretaciones en Cyrano de Bergerac, Indochina o La reina Margot el suizo Vincent Pérez, hijo de un emigrante español, se convirtió en los años 90 en uno de los grandes nombres del cine francés. En 2002 se pasó tras la cámara, sin renunciar a su carrera de actor que prosiguió a las órdenes de Beresford, Kormákur, Lelouch, Schnabel o Polanski, con Peau d’ ange, a la que siguieron El secreto en 2007, Cartas de Berlín en 2016 y ahora esta película cuyo título original –Une affaire d’ honneur (Una cuestión de honor)- refleja mejor su trama que mezcla hechos y personajes históricos y ficcionales en el París de finales del siglo XIX, la última década de oro, o más bien de sangre, de los duelos.

Los personajes históricos son desde luego singulares: la aspirante a médico, enfermera, periodista, feminista, socialista y esgrimista Marie-Rose Astié de Valsayre (1845-1915), que realmente se batió en duelo con la estadounidense Miss Shelby en defensa del honor de las mujeres médicos francesas, que la americana consideraba inferiores; y el maestro de esgrima, presidente del Círculo de la Esgrima y las Artes, periodista, crítico de arte y coleccionista Adolphe Tavernier (1853-1945), admirador y amigo de Sisley, del que reunió una importante colección de obras, y amigo de Maupassant, Pisarro, Renoir o Monet. Buena idea la de rescatar la memoria de estos dos personajes y la de reconstruir la fiebre duelista que afectó a la élite social, militar, intelectual y periodística francesa.

El guión de Pérez y la directora y guionista Karine Silla, que ya colaboró con él en Peau d’ ange, imagina que Marie-Rose Astié de Valsayre, para defender en duelo su honor mancillado por un colega periodista, se entrena como esgrimista con un reputado maestro de armas. La pasión por el duelo y la enloquecida espiral de ofensas y reparaciones de la época los arrastrará. La trama y la realidad histórica de la protagonista -una mujer excepcional que merecería una película biográfica- dan a Vicent Pérez todos los elementos para fundir feminismo, drama, romance y duelos con naturalidad, sin forzar las cosas para ponerse a la moda.

Algo plana en su correcta puesta en imagen televisivo-académica, le dan fuerza, además de la buena idea en que se basa, las interpretaciones de Roschdy Zem, Dona Tiller, Guillaume Gallienne, Damien Bonnard y el propio Vicent Pérez, la excelente reconstrucción de la época y la música de Evgeni y Sacha Galperine.