Exprimiendo lacrimales

VIVIR EL MOMENTO | CRÍTICA

Florence Pugh y Andrew Garfield protagonizan el largometraje. / D. S.

La ficha

** 'Vivir el momento'. Romance, Reino Unido, 2024, 107 min. Dirección: John Crowley. Guion: Nick Payne. Música: Bryce Dessner. Fotografía: Stuart Bentley. Reparto: Andrew Garfield, Florence Pugh, Adam James, Marama Corlett, Aoife Hinds, Grace Molony, Gianni Calchetti-

Las excelentes interpretaciones de Andrew Garfield en Boy A (2007), Michael Caine en ¿Hay alguien ahí? (2009), Eric Bana y Rebeca Hall en Circuito cerrado (2011) y Saoirse Ronan en Brooklyn (2015), su mejor película, le fueron dando crédito como buen artesano no exento de fuerza dramática (aunque con una peligrosa tendencia al sentimentalismo) al director irlandés John Crowley.

Tras su batacazo al adaptar el bestseller y premio Pulitzer El jilguero (2019) en su producción más ambiciosa, regresa al cine con una historia ultra romántica escrita por Nick Payne, guionista especializado en adaptaciones de novelas con sentimiento (El sentido de un final, basada en una obra del gran Julian Barnes) y sentimentales (La última carta de amor, basada en una de la especialista en bestsellers románticos Jojo Moyes). No es lo mismo el sentimiento que el sentimentalismo. En este caso se trata de un guión original en el que Payne demuestra haber aprendido de los autores que ha adaptado en la medida en que sentimiento y sentimentalismo se entrecruzan, con desafortunada primacía de lo segundo.

Parte del supuesto terrible de una enfermedad terminal para, abriendo varías líneas de tiempo en una especie de momentos estelares de la relación agitados por la coctelera de un montaje no lineal, hacer un canto a la fuerza del amor (o del cariño, como se llamaba otro famoso y premiado melodrama de enfermedad, variante genérica que desde la tuberculosis romántica de La dama de las camelias hasta hoy, pasando por los clásicos de Hollywood Amarga victoria u Obsesión, no ha dejado de estrujar corazones y exprimir lacrimales).

Llevada al límite de la pornografía emocional, la salvan (en la medida en que estos estrujamientos y exprimidos con un punto de cursilería puedan salvarse) las interpretaciones de Florence Pugh y Andrew Garfield, que tuvo su primer papel protagonista importante con este director.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

VIVIR EL MOMENTO | CRÍTICA

Exprimiendo lacrimales

Lo último