El fandango de Huelva, Bien de Interés Cultural

FLAMENCO

La tierra onubense es cuna de uno de los palos más principales del género

El primer fandango lo cantó Dolores 'La Parrala' acompañada a la guitarra por Paco Lucena en 1880 en París

Rocío Márquez, una de las voces flamencas onubenses más destacadas. / Alberto Domínguez.
Camilo Gómez Cruz

09 de agosto 2020 - 06:17

Huelva/Quiero resaltar, orgulloso y feliz, la merecida distinción otorgada al fandango de Huelva que sentimos, defendemos y consideramos Patrimonio Cultural y Musical de nuestra tierra. Para ello dedico este artículo a todos y cada uno de los artistas, intérpretes y aficionados de la Vieja Onuba y provincia que con sus diversos estilos, ganas, afición y entrega, pusieron su granito de arena para alcanzar este galardón de Bien de Interés Cultural (BIC).

El origen del fandango de Huelva se remonta al año 1880, cuando Dolores La Parrala lo cantó por primera vez. Fue en una sala de fiestas de París, acompañada a la guitarra por Paco Lucena, con la letra: Moguereña soy señores/Y lo llevo muy a Gala/Y en todas las Naciones/Mi fandango es el que gana. A partir de entonces nuestro fandango ha sido santo y seña en el mundo flamenco hasta nuestros días, por lo que aprovecho para dedicarle este escrito:

La prima y el bordón, alegres están sonando/sacando a relucir, la grandeza del fandango/poniéndole su dejillo, con olor a marisma y bajamar, romero, jara y tomillo,/ ¡Ay valiente fandanguillo, que tantas veces escuché y canté desde chiquillo!

Hoy que soy mayor ya no puedo cantar como lo hacía de joven, pero me sobran reaños para poder piropearle. Aunque tenga muchos años, sus tercios estremecidos tienen sabores choqueros y se rompen las gargantas de los flamencos viejos. Se quebrajan las voces de cantaores señeros. Este cante genial como el fandango de Huelva, perdurará en el recuerdo y sus estilos no se perderán.

Te invito querido amigo a que te vengas hasta Huelva, te embriagues escuchándolo en una noche de playa, en un hermoso amanecer, en una fiesta privada, en un una buena reunión de cabales aficionados. De esos que se echan pa’ lante, degustando un buen vino de nuestro rico Condado, disfrutando de los cantes que tenemos en esta tierra. En cualquier pueblo onubense, con aire y compás de Huelva, la Costa, Campiña y el Condado.

Huelva, flamenca como ninguna, siempre lo iré pregonando. El que quiera escuchar fandangos, y en eso está nuestra fortuna, tendrá que venir hasta Huelva o al Alosno, que es la Cuna, con unos grandes artistas, una larga lista de cantaores y estilos, que os iré recordando que han esparcido con el tiempo la grandeza del fandango. Su empaque y su sentimiento, dueños, señores y maestros, que bien tienen demostrados su cuna y su nacimiento, llevándolo por bandera, por toda nuestra España entera, haciendo honor a una letra, que dice:

La bandera del fandango/seguro que en Huelva está/El que lo quiera cantar/Con salero arte y rengo/Por Huelva tiene que pasar”.

Pepe Rebollo cantaba fandangos difíciles de verdad, como él los cantaba nadie lo puede imitar. Antonio Rengel puso la guinda al pastel, ligando su fandango con todo su arte y saber. Paco Isidro y su sello personal, sus gallos y aire flamenco, sabor gusto y sentimiento. Pepe La Nora, meloja y paladar, transmitiendo a sus fandangos el sello y estilo singular.

El estilo de Pérez de Guzmán, no entra en nuestro compás, en Huelva lo solemos cantar. El Comía, estilo muy difícil de cantar, que otros muchos quisieron imitar. El Muela tengo que citar, aunque no nació en Huelva, aquí enseñó a muchos a cantar. Herrerito, El Cañita, Manuel y José Salazar, Niño León, Pepe Briones, y Manolo Limón auparon y cantaron nuestros fandangos con pureza estilo, alma y corazón.

Pepe Alejandre, padre de los Azuagas, además de tocar la guitarra, no veas cómo cantaba. Niña de Huelva, El Brujo, Peque de la Isla y su hermana Perlita de Huelva, no los podemos dejar atrás, cantando por fandangos, era una delicia el poderlos escuchar.

Como aficionados citaremos a los Pacos, que tres son: El Caena, Garrido y Cerrejón. Alosno, pueblo señero, su calle Real y las esquinas de acero, su maestro Paco Toronjo, estilo propio, una forma de cantar, conocida en España que transmitió a los demás. Más joven y de otra época aunque en Huelva no nació, tenemos que citar a Tina Pavón.

Después, una nueva legión de jóvenes y grandes cantaores, que tengo que nombrar, desde hace varios años empezaron a triunfar: Arcángel, en un pedestal; Argentina, impresionante y genial; Rocío Márquez y Jeromo, cantan un montón y se trajeron para Huelva la Lámpara Minera de La Unión, Regina de Rociana canta como le da la gana y ojú cómo cantan Beatriz Romero y Sebastián Cruz, y otros muchos cantaores más que sería larguísimo citar y tardaríamos una jartá.

Pero por favor, que ninguno se me vaya a enfadar ni molestar, que todos sabéis que os aprecio, valoro y respeto de verdad. Finalizo con unos recuerdos a la tierra que me vio nacer, que se llama Huelva.

Si tienes alguna duda / de dónde nació el fandango / yo te lo digo cantando / y si no puedo hablando, / que Huelva nada más hay una, / y sin Huelva no hay fandango/ Y en Alosno está la cuna / pa’ cantarlo o escucharlo / Y este estribillo escuché, y os lo voy a poner. / Compadre , compadre dime dónde vas/ si no hay tabernas pa’ podé escuchar los cantes de Huelva por la madrugá / ni Honorio ni El Cano ni a Pepe Sanz / Ni Antonio Toscano arriba en el viejo barrio de San Sebastián / Hasta el Quitasueño la Venta Cardeñas ha cerrado ya / ni al Muela ni El Brujo podrás encontrar / El Niño Miguel aunque su guitarra tenga tres cuerdas nada más / Compadre, compadre dime dónde vas / Compadre, compadre usted me parece que me quiere engañar.

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