De flamencos, pistolas y cuchillos
En el antiguo blog del escritor Montero Glez (Madrid, 1965) todavía se puede leer una nota de advertencia que describe por sí misma el estilo directo -"cañero y cañí", según le define la crítica- del que hace gala en sus novelas, ensayos y artículos periodísticos. "Por favor, no envíen manuscritos pues atoran el correo electrónico y el autor poco o nada puede hacer con ellos por no ser editor. Tampoco da consejos, ni hace prólogos, ni presenta libros ni va a saraos literarios. Para contratar conferencias han de saber que el autor no viaja en avión ni en autobús, sí haciéndolo en tren y en barco. Y también han de saber que, desde que sale de su casa, hasta la llegada a destino, lo comido y lo bebido durante ese tramo se contempla como gasto". Escribe casi con el ánimo de espetar al final "¿le queda claro?".
Conservando el espíritu del original, el autor de Sed de champán se ha mudado recientemente a la plataforma Gente Digital y en la dirección http://gentedigital.es/comunidad/monteroglez/ vuelca sus pasiones y obsesiones, donde el flamenco juega un papel fundamental. Desgraciadamente, la prematura muerte de Enrique Morente ha llevado al escritor a repasar el genio creador del granadino y a recordar, también, aquellas madrugadas por el Rastro de Madrid junto al payo al que los gitanos llamaban "maestro", dice en el post Morente, el Capitán de la noche. Además, el autor comparte las reseñas e impresiones acerca de la publicación de Pistola y cuchillo (El Aleph/ Mario Muchnik), su recreación de los últimos días de Camarón.
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