La gran farsa
CineBox Aqualon Puerto Huelva. - T.O.: 'No lo llames amor… llámalo X'. - Producción: España, 2011. - Duración: 87 minutos. - Dirección: Oriol Capel. - Guión: Oriol Capel, David S. Olivas, Antonio Sánchez y Nacho G. Velilla. - Fotografía: Juan Carlos Gómez. - Música: Juanjo Javierre. - Montaje: Ángel Hernández Zoido. - Intérpretes: Mariano Peña, Adriana Ozores, Paco León, Kira Miró, Javier Gutiérrez, Ana Polvorosa, Julián López, Sophie Evans, Javier Mora, Eduardo Gómez.
El cine español, empeñado en conquistar las taquillas que se le niegan, sigue apostando por fórmulas muy rentables, entre las cuales parecen funcionar aquellas que imitan, de alguna u otra forma, a las series de televisión. Entre los diversos métodos para igualar esas audiencias lo más frecuente es recurrir a esas caras conocidas de la televisión, a los intérpretes que se han hecho populares en la pequeña pantalla. Si este procedimiento ha dado felices resultados en películas como Mentiras y gordas, Fuga de cerebros y en menor medida Tensión sexual no resuelta, todas ellas producidas en 2009, intentarlo de nuevo puede no resultar baladí desde el punto de vista comercial.
Dudo que lo sea con No lo llames amor… llámalo X, con la que Oriol Capel, guionista de series de televisión como 7 vidas, Gominolas y Aída, productor ejecutivo de dos películas muy taquilleras como Fuera de carta (2007) y Que se mueran los feos (2009), debuta en el largometraje con un guión que ha escrito él mismo, junto a David S. Olivas, Antonio Sánchez y Nacho García Velilla, director de Fuera de carta. No parece que tan abultado número de guionistas haya sido lo mejor de la película. Parece que cada uno de ellos se ha encargado de los diferentes episodios que integran el film, sin que haya conjunción o engarces que sustenten esta grotesca historia.
Ésta nos relata cómo un director de cine porno, Pepe Fons, venido a menos, que cuenta entre sus mejores éxitos películas como Tetanic y Puti Woman, tiene la feliz idea de rodar El alzamiento nacional, una producción que pretende situar un relato pornográfico en plena guerra civil. El guión es de un sobrino que ha fracasado como director de cortometrajes. Para poner en marcha este ambicioso proyecto recurre a su equipo de siempre, cuyos integrantes se dedican a profesiones diversas ajenas al cine, en el que, como su director, fracasaron. Enfrentado a su propia esposa, que fue su estrella en los buenos tiempos, inicia el rodaje que se desarrolla en un verdadero caos.
Entre bromas y gags más o menos acertados, más abundantes estos últimos, Oriol Capel, le pega un golpe bajo al cine español, denunciando esos lugares comunes de sus sombras y problemas, de sus gentes y sus pifias. Por lo demás, es una manera de caricaturizar por un lado el cine porno y algunos de sus personajes y, por otro, la guerra civil, tan proclive siempre a la manipulación interesada y parcial. Quizás no merezca ni la pena analizar lo que no es más que el intento de llenar las salas con un producto de mero entretenimiento, con un argumento estrafalario, de muy poca gracia y que aprovecha el presunto atractivo de unas figuras populares a través de populares series televisivas. "La gran farsa". como dice uno de los personajes.
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