"Los mejores folcloristas para rescatar los cuentos son los niños a través de sus abuelos"
Antonio Rodríguez Almodóvar. Escritor y profesor
El filólogo presenta una cuidada edición de narraciones infantiles populares que ve la luz tras un concurso organizado por la Diputación y la Delegación de Educación con el objetivo de evitar que caigan en el olvido
Un total de 53 cuentos dan vida al libro Cuentos populares de la provincia de Huelva que,fruto de un concurso puesto en marcha por la Diputación de Huelva en colaboración con la Delegación de Educación, ha contado con la participación de doce centros de la provincia y a través del cual se recopilaron 178 narraciones infantiles. El escritor y profesor Antonio Rodríguez Almodóvar coordina este proyecto que persigue recuperar los cuentos populares, "amenazados de extinción, pues han desaparecido las formas de vida en que tuvieron su normal desarrollo y las personas que los conocen y los guardan en su memoria van desapareciendo por razón de edad".
-¿Qué supone para usted haber coordinado esta edición?
-Ver cumplido el viejo deseo que tenía de hacer una investigación formal a través de los colegios. Tengo que decir por adelantado que los maestros de este país han sido desde siempre los principales rescatadores de nuestras tradiciones orales, en particular de los cuentos. Pero siempre han sido iniciativas privadas, de algún colegio o maestro que en una zona ha llevado a cabo esta tarea. Faltaba, a mi entender, una iniciativa un poquito más coordinada y con un impulso metodológico más definido.
-Y ha recurrido a los más pequeños.
-En este caso lo que hemos hecho es, sencillamente, propagar la idea de que los mejores folcloristas que puede haber hoy día para rescatar los cuentos populares son los niños a través de la memoria de sus abuelos. Con una propuesta muy sencilla: preguntadles a vuestros abuelitos cómo eran los cuentos que les contaban cuando ellos eran chicos. Y con eso ha salido el proyecto estupendamente.
-¿De quién partió la idea que la Diputación ha plasmado en papel tras el concurso?
-De mí. Yo vivo en Aracena y siempre he estado en contacto con la gente del lugar. Siempre he tenido la fundada sospecha de que Huelva es un lugar en el que encontrar estas cosas y no me he equivocado. Hemos encontrado verdaderas perlas en esta investigación.
-¿Cuántas versiones de cada cuento han encontrado?
-Nos han llegado hasta siete versiones diferentes de La niña del zurrón. Y de Garbancito, tres. Y de la Flor del Aguilar también unas cuantas, así como de La zorra y las cigüeña, que el que tenemos aquí es de pura tradición oral.
-¿Qué antigüedad tienen?
-Que figuren por escrito, como el de La zorra y la cigüeña, siete siglos. Pero son muy anteriores.
-¿Ha influido en el resultado la naturalidad y espontaneidad del proceso?
-Eso es lo que verdaderamente tiene valor. El lenguaje es coloquial, nada retórico, muy directo, lo que no quiere decir que no tenga una belleza propia. Esa sencillez, ese uso del diminutivo, la reiteración, la naturalidad y la picardía en la forma de contarlo son inevitables. No hay literatura que imite este registro estético propio y ahí es donde funciona.
-Víctor Pulido aporta las ilustraciones. ¿Satisfecho con el resultado?
-Mucho. Víctor es una persona muy versada, tiene mucho mérito. Es una edición muy bonita que ayuda a dar realce a estos cuentos. El principal problema es que mucha gente considera que, al tratarse de cuentos de toda la vida, no tienen ningún valor. Pues son importantísimos y al publicarlos de esta manera y con esta calidad estamos subrayando su importancia y el hecho de que merecen la pena.
-¿Por qué son tan importantes?
-Porque configuran el imaginario colectivo de mucha gente durante muchos siglos. Los cuentos están en todos lados, pero son versiones de Huelva, rescatadas en la provincia. Yo quería ver la densidad que tenía esta tradición en la provincia y he visto que es muy importante y cómo eran las versiones de aquí, que son singulares y muy divertidas.
-También están presentes otras culturas.
-Como los tiempos cambian, ahora empiezan a incorporarse cuentos de otras culturas, en este caso de la marroquí. Hemos distinguido un cuento de un inmigrante estupendo. Se llama Jumjaran en la montaña del bosque. Es tremebundo, con aspecto de misterio, truculencia y muy bonito. Durante mucho tiempo, las culturas se mezclaban unas con otras y producían esta integración cultural. La integración cultural la ha hecho siempre el pueblo de manera espontánea. Los inmigrantes llegan a su sitio, cuentan sus historias y estas son incorporadas a las del lugar.
-¿Son incompatibles el cuento y la consola?
-No son incompatibles. El cuento de tradición oral tiene tanta fuerza que en cuanto se le da la más mínima oportunidad es capaz de superar todo lo demás.
-¿Que aporta este libro respecto a lo que usted ha venido haciendo?
-La certeza de que todavía hay sitios como la provincia de Huelva donde queda mucho por investigar y por hacer. Yo invito desde aquí a todos los maestros de la provincia a que sigan haciendo este trabajo de manera espontánea. Que esto no quede aquí. Creo que habrá otra fase del concurso pero si no la hubiera espero que esto sirva de estímulo.
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