Una mujer libre

Producción: Colombia, 2011.- Duración: 98 minutos.- Dirección y guión: Gabriel Rojas.- Fotografía: Manuel Castañeda.- Música: Rafael Escandón.- Montaje: Carlos Fernando Cordero.- Dirección artística: Ramsés Benjumea Torres.- Intérpretes: Ángela Carrizosa Aparicio, María Angélica Sánchez, Juan Manuel Diaz Aróztegui, Edgar Alexen, Margarita Rosa Gallardo, Emerson Rodríguez, María León Arias.

El joven director Gabriel Rojas debuta en el largometraje con una historia discutiblemente liberadora a través del personaje de la protagonista que decide romper con las ataduras de su pasado, con sus vínculos matrimoniales y emprender una nueva vida por su cuenta. En cierto modo, y como la película insinúa en su final, es el empeño de muchas otras mujeres en la Colombia actual, aunque los hechos pueden ser transferibles a cualquier otro lugar del mundo.

Relato de conmovedor esfuerzo de emancipación del que es protagonista la joven Karen, que, tras diez años de matrimonio, ha decidido separarse de su marido, después de una relación irregular, insatisfactoria y frustrante que ha llenado la vida de esta mujer de un lamentable halo de amargura. Su deambular por las calles de Bogotá en busca de trabajo no hace más que intensificar esa fría sensación de fracaso e infortunio, ya que es casi imposible encontrar una ocupación que pueda desempeñar favorablemente. Sólo el apoyo y la colaboración de Patricia, una peluquera que comparte alojamiento, y Eduardo, un escritor y profesor, que acaba de iniciar con éxito su vocación literaria, parecen enjugar las desgracias de Karen y estimular su propia voluntad.

Este drama de profundo intimismo en el mundo femenino, que ofrece una novedad interesante en el panorama habitual del cine colombiano, pese a la más o menos certidumbre de la consistencia estructural del relato, no lo es tanto en cuanto a la fluidez de su ritmo narrativo, lleno de fluctuaciones aunque defina muy bien sus intenciones. No nos cabe duda de que el realizador Gabriel Rojas tiene muy claro su propósito pero en ocasiones no lo expresa con el suficiente poder de persuasión.

Es el ritmo de la narración lo que a veces vacila y la definición de los personajes en ocasiones flaquea. Ciertas escenas que uno imaginaría densas y comprometidas se diluyen sin la suficiente convicción. La protagonista, Ángela Carrizosa, presente en todos los pasajes del film, se muestra con absoluta identificación de su personaje, lo que no apreciamos en el resto del reparto, difuso y un tanto indeterminado. Tiene a su favor, como ya indicábamos, abordar un intimismo poco habitual en la cinematografía colombiana. Con todo es un prometedor comienzo en la andadura del director en el largometraje.