Tras la pista de El Comía

Historias del fandango

Es escasa la información sobre Manuel Mora El Comía (1889-193…?) y hay que buscarla, sobre todo, en los periódicos de Huelva, donde se le reconocía como el decano de los cantaores

Historias del fandango | El Moreno de Paymogo

5. Manuel Mora Díaz 'El Comía'.
5. Manuel Mora Díaz 'El Comía'.
Miguel Á. Fernández Borrero

07 de febrero 2025 - 03:15

Huelva/ESTO es algo que llama la atención tratándose de un cantaor considerado de los más prestigiosos e influyentes que tuvo Huelva en el primer tercio del siglo XX. El hecho de no haber grabado discos, así como el de participar en escasos espectáculos públicos, explican que su nombre quedara solo para artistas y aficionados de alto nivel. Su presencia la encontramos habitualmente en fiestas y reuniones privadas.

Los primeros datos biográficos de El Comía los escribió Juan Gómez Hiraldo en su opúsculo Al cielo que es mi morada. Como en tantas ocasiones en el flamenco, el apodo de Comía le vino a Manuel Mora Díaz por heredad de su abuelo. Dicen que declamaba, más que cantar; que su fandango era más encuadrable entre los flamencos, porque no llevaba el ritmo de los de Huelva, y que remataba sus letras con versos impactantes donde sintetizaba la emocionalidad de su discurso. Tan vate como cantaor.

Dos fallecidos al descubierto

En su libro Arte y artistas flamencos, Fernando el de Triana se refiere a él, en su capítulo En defensa del legítimo fandango, alabando su arte como cantaor junto a Rebollo: “En el mismo Huelva siempre se ha cantado y se canta bien. ¡Aún parece que me suenan en el oído los malogrados Rebollo y Comía! ¡Qué bien cantaban los dos! ¡Qué fandangos más típicos y naturales, sin chabacanerías ni adulteraciones! Modulaban con la garganta y no con ese juego de labios y mandíbulas con que modulan la inmensa mayoría de los ondulados fandanguilleros de la actualidad”.

Con esta reseña, Fernando el de Triana nos desvela dos datos importantes, como son que los dos cantaores citados estaban ya muertos cuando escribió su libro. La obra comenzó a gestarse habitando Fernando en Coria del Río en 1932, según descubrió Manuel Bohórquez, y debió terminarla entre 1933 o 1934, pidiendo ayudas infructuosamente durante un tiempo posterior para poder publicarla, hasta que Antonia la Argentinita vino en su ayuda y pudo llevarlo a la imprenta en 1935. Es necesario explicar estos datos porque nos indican que cuando lo escribió, El Comía, cuya fecha del óbito se desconoce, ya había fallecido; y que José Rebollo, del que sistemáticamente se publicó que había fallecido en 1938 hasta que Manuel Romero Jara localizó su certificado de defunción, también estaba, desde 1932, fuera del mundo de los vivos.

Su segundo apellido

Siguiendo su pista periodística, la primera aparición de su nombre completo es anecdótica. Encontramos una noticia curiosa en 1923, una misiva aclaratoria de que nada tiene que ver con un ladrón, conocido por su mismo alias, que había sido detenido [1].

1. 1923. La Provincia.
1. 1923. La Provincia.

La breve nota, sin embargo, tiene un valor añadido, y es que nos indica su segundo apellido. Mucho se ha especulado si era Muñoz, si Fortes… Era Díaz, como su propia carta al periódico informa.

Actuaciones

Antes de ser representante de una bodega de vinos, trabajó en labores diversas para la adinerada familia onubense de don José Saavedra.

La primera referencia en prensa como cantaor la encontramos en una fiesta campera, en la finca Los santos lugares, de Manuel López Gómez, con motivo de una caldereta organizada por el torero retirado Miguel Báez Quintero para los amigos de su hijo, el torero Manuel Báez, de la Tertulia Litri. Los entremeses previos fueron: sardinas asadas a las gaoneras, berdigones al quiebro, gambas al parón y cigalas al paso natural, con remate de pinchos de carne asada... antes de la caldereta propiamente guisada. Y después, el cante [2].

2. 1924.12.02 Diario de Huelva.
2. 1924.12.02 Diario de Huelva.

Año y medio más tarde, su hijo Manolo Báez Litri había fallecido, en febrero de 1926, a consecuencia de la cornada de un toro en Málaga. Esta vez hubo de cantar, como el resto de los amigos artistas de la familia Litri, con el fin de reunir fondos para construir un mausoleo en memoria del joven torero. El festival se celebró en diciembre en el Teatro Mora, encabezando el cartel de un numeroso elenco de artistas huelvanos [3].

3. 1926.10.25 La Provincia.
3. 1926.10.25 La Provincia.

Nuevamente lo encontramos actuando en un festival benéfico, esta vez a beneficio de los damnificados a consecuencia de temporales en Madrid y Melilla. Aquí aparece calificado como lo que es y todos le reconocen: el decano de los cantaores de Huelva [4].

4. 1928.10.15 La Provincia.
4. 1928.10.15 La Provincia.

Su fandango

Camilo Gómez le reconocía como creador de dos estilos de fandangos, “más de tipo natural que de Huelva, con tercios más alargados y lentos, dulce y bonitos, con un remate valiente con gusto y flamenquismo”. Siempre basados en la memoria musical, porque no dejó grabaciones de sus cante, varios aficionados han interpretado su fandango, estimándose que su mejor versión fue la que cantaba José Alejandre Ojeda Niño de Azuaga.

5. Manuel Mora Díaz 'El Comía'.
5. Manuel Mora Díaz 'El Comía'.
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