Un regalo: poemas de Juan Cobos Wilkins e ilustraciones de Antonello Silverini gracias a Fundación Olontia
Crítica de libros
Fundación Olontia edita un exquisito poemario, Cuerpos para el amor y la muerte, que recoge 42 años en la obra del poeta riotinteño con dibujos del prestigioso ilustrador italiano
Huelva/Tiendo más a creer que haya sido el azar –espíritu burlón– que el destino –tan severo e inflexible, tan pretencioso, tan solemne– quien ha propiciado el cruce de Juan Cobos Wilkins, Pablo Sycet, Antonello Silverini y José María Parreño, cuatro sensibilidades tomadas por lo exquisito. Hace unos días, en el CODAC de Gibraleón, Pablo Sycet dio cuenta de la fortuita cadena de acontecimientos que terminó por alumbrar una exposición y un libro de títulos muy cercanos: Cuerpos para el amor y la muerte, el libro, y Paseo por el amor y la muerte, la exposición, compuesta por una serie de pinturas de los espléndidos fondos de la Fundación Olontia.
También es un paseo Cuerpos para el amor y la muerte, en esta caso el paseo transcurre por toda la ya amplia y celebrada obra del poeta de Riotinto. El libro se divide en tres partes: Para el Amor, Para la Muerte y Para el Amor y/o la Muerte, precedidos por un brillante prólogo –de obligada y esclarecedora lectura– del también poeta y novelista José María Parreño y una presentación del propio Cobos Wilkins en la que –con su altura lírica y su gracia– habla también de los azares a los que más arriba nos referíamos.
El poema más antiguo está fechado en 1981, encabeza la tercera parte y pertenece a El jardín mojado, y a su vez las tres partes se cierran con poemas de su último libro, Los no amados, de 2023, cuarenta y dos años por tanto viene a durar ese paseo por el amor y la muerte; camino que de una forma u otra a todos nos es dado transitar con más o menos fortuna, aunque muy pocos sean luego capaces de transmutarlo en arte.
Cuerpos para el amor y la muerte no es para nada un libro de retales como más de una antología al uso, de poemas inconexos como guiso crudo o mal adobado: “Esta antología puede leerse como un libro original”, escribe JM Parreño en el prólogo, yo diría debe leerse como un libro original, como si un bodeguero tomase muestras de distintos barriles para, juntándolas, hacer un vino nuevo, un vino original e incluso mejor, como el de las bodas de Caná.
Si hubiera que buscar una palabra para encerrar esta última entrega de JCW podría muy bien estar situada en el campo semántico de intensidad: vehemencia, entusiasmo, pasión, rigor…porque si existe algo intenso en esta vida es el amor y la muerte. Uno de esos libros que nos pueden valer de espejo y de guía, de espoleta capaz de desencadenar eso que todos sentimos y no alcanzamos a decir, hacerlo nuestro de alguna manera.
Recomendable lectura –y regalo también para las próximas Navidades– de esta exquisita edición de la Fundación Olontia de Arte Contemporáneo.
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