Tartita digital con Harrison Ford de guinda roja

CAPITÁN AMÉRICA: BRAVE NEW WORLD | CRÍTICA

Anthony Mackie encabeza el reparto.
Anthony Mackie encabeza el reparto. / D. S.

La ficha

*** 'Capitán América: Brave New World'. Acción-Thriller. EE UU, 2025, 119 min. Dirección: Julius Onah. Guion: Malcolm Spellman, Dalan Musson, Rob Edwards, Julius Onah, Peter Glanz. Música: Laura Karpman. Fotografía: Kramer Morgenthau. Intérpretes: Anthony Mackie, Harrison Ford, Danny Ramirez, Shira Haas, Tim Blake Nelson.

Otra de superhéroes. El filón parece inagotable y el cansancio solo afectarnos a unos pocos. El personaje fue creado por Joe Simon y Jack Kirby hace más de 80 años -en 1941, con una fuerte carga simbólica e ideológica de Estados Unidos como defensor de la libertad propia de aquellos años de guerra- para una publicación antecesora de Marvel y ha aparecido en varias películas del llamado Universo Cinematográfico Marvel, protagonizando en solitario Capitán América: el primer vengador (2011), Capitán América y el soldado de invierno (2014) y Capitán América: Civil War (2016).

Siempre han procurado trufar estas películas con la aparición de grandes y populares actores, a lo que desde Capitán América y el soldado de invierno añadieron la presencia venerable de una estrella no por madura apagada. En aquel caso fue Robert Redford, interpretando al inteligente malote Alexander Pierce. Tras él fue William Hurt, interpretando al secretario de Estado Thunderbolt Ross (papel que ya interpretó en El increíble Hulk). Y ahora Harrison Ford interpreta a Ross convertido en un presidente de los Estados Unidos al que más vale no enfadar. Malos tiempos para la lírica superheroica, estos en los que el presidente real de los Estados Unidos es un tipo con una tendencia a ponerse como un pimiento morrón y liarla como en la película hace Harrison Ford.

La dirige Julius Onah, de corta y errática filmografía que va de una mala película de ciencia ficción (The Cloverfield Paradox) a otra digamos que comprometida en la que entrecruzan, sin mucho brillo, el thriller y la cuestión racial (Luce). Lo hace con desganado oficio, sabiendo que los efectos digitales, el carisma popular de los personajes y un buen reparto con la guinda (tanto por su prestigio, como por su color de cabreo) de Harrison Ford son los atractivos de la película (aunque sea discutible la incorporación de Anthony Mackie en el papel protagonista, ejemplo de ascenso peldaño a peldaño en el universo Marvel).

La leve trama conspirativa de geopolítica internacional y despachos de Washington da una cierta consistencia al guión… Hasta que se abandona, no se sabe por ocurrencia de cuál de los hasta diez guionistas que han metido mano. Entretendrá a quienes estas cosas entretienen y quizás decepcionará a los fans.

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