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La vasija onubense con forma de ave encontrada en el Cabezo del Tesoro

Museo de Huelva | Pieza de la semana

El único sitio fortificado del calcolítico en la provincia de Huelva, el Cabezo de los Vientos, en Santa Bárbara de Casa, guardaba un ajuar de ricas manufacturas, como este vaso ‘paloma’

Vaso en forma de ave del Cabezo del Tesoro, La Zarcita, Santa Bárbara de Casa, Huelva. / María Clauss / Museo De Huelva
P. Bueno Ramírez, J.a. Soler Díaz

11 de junio 2024 - 07:00

VASO ZOOMORFO DEL THOLOS DEL TESORO de LA ZARCITA

Datación: 3000-1900 aC.

Dimensiones: 14,3cm de longitud, 10,3cm de altura y 6,6cm de ancho.

Origen: Sepulcro de falsa cúpula El Cabezo del Tesoro, Santa Bárbara de Casa.

Excavación: Cerdán, Leisner y Leisner, 1952.

Dónde verlo: Exposición Ídolos: Miradas milenarias desde el extremo suroccidental de Europa, Museo de Huelva (Alameda Sundheim, 13).

Horario: De martes a sábado, de 9:00 a 21:00, y domingos de 9:00 a 15:00. Entrada gratuita.

El vaso en forma de ave de La Zarcita forma parte del ajuar del monumento de falsa cúpula de El Cabezo del Tesoro, en la necrópolis del sitio amurallado de Cabezo de los Vientos, en Santa Bárbara de Casa. Este sigue siendo el único sitio fortificado del calcolítico de Huelva, muy próximo al de Porto das Carretas en el lado portugués.

La asociación hábitat fortificado/necrópolis de sepulturas de falsa cúpula es la que caracterizó el famoso sitio de Los Millares, en Almería. En el extremo suroccidental ibérico, los sitios fortificados no son abundantes, pero han conformado una visión novedosa de los grupos constructores de megalitos. Los trabajos en Alcalar de E. Morán y R. Parreira son un buen ejemplo que hoy es visitable. Desgraciadamente el Cabezo de los Vientos está muy abandonado.

El vaso procede de las excavaciones de Cerdán, que documentó en este sepulcro un repertorio espectacular de materiales que puedes ver en la exposición permanente del Museo, pues es una de sus más emblemáticas colecciones. No es muy común que aparezcan vasos zoomorfos en los sepulcros. Algunas especies, como cerdos y bóvidos, solo se han representado en barro. Las aves son más abundantes, con piezas en barro, pero también en marfil, aportando un espectro de fauna poco conocida que debe responder al medio ambiente en el que se desarrolla la vida de quienes construyeron estos sepulcros.

Realizado a mano, aún se aprecian las huellas de los dedos que formatearon una boca estrecha, que se diferencia de la cola con una manera de trabajar totalmente escultórica. Tanto la posición con la cabeza levantada, y la cola corta alejan la hipótesis de su identificación como paloma, siendo más próximo su perfil a algunos tipos de ánade, como también se ha señalado en piezas de Perdigôes y de Montelirio.

Vaso en forma de ave del Cabezo del Tesoro, La Zarcita, Santa Bárbara de Casa, Huelva. / María Clauss / Museo de Huelva

En La Zarcita, este vaso coincide con otros objetos únicos, la arqueta que debía tener tapa, pues hay unos orificios que la ajustarían, y la copa, una forma cuya referencia mejor está en los ajuares argáricos del sureste, pudiendo servir para contener líquido. Esta copa sitúa al menos parte del depósito funerario en torno a 1900 aC. Por tanto, extiende la fecha de uso de la necrópolis del Cabezo de Los Vientos más allá del 2200 aC, que es la fecha que suele fijarse como la final de estos sitios, asegurando, además, el conocimiento de productos del sureste en la serranía y Andévalo de Huelva, en la que sabemos que existe una importante maestría de producciones metalúrgicas. En La Zarcita su magnífica hacha metálica lo demuestra.

La riqueza y sofisticación de los objetos que se amortizan en los depósitos funerarios aporta la medida de la riqueza que la zona generaba en el III milenio aC, y de sus conexiones con distintos y alejados lugares.

La necrópolis de La Zarcita, por José Antonio Linares Catela

La necrópolis de La Zarcita se conoce por su sepulcro principal, el Cabezo del Tesoro, una estructura con falsa cúpula, cuyo ajuar sigue siendo en la actualidad referencia para el megalitismo suroccidental. Además de este monumento de mayor tamaño, la necrópolis incluye otros tres, intervenidos también por Piñón y Bueno a principios de la década de los años 80.

Construidos con mampostería de pizarra y mortero de arcilla (Cabezo del Molino y Suerte del Bizco), o combinando lajas de revestimiento en las paredes (Cabezo del Tesoro), presentan corredores orientados al sur/sureste.

La sepultura de Cabezo del Tesoro intervenida por Cerdán se describe como una cámara de 4 metros de diámetro revestida por lajas regulares de pizarra negra de 1,40m de altura. En ella se recuperaron 130 recipientes cerámicos de distinta tipología, 59 puntas de flecha de piedra tallada, 59 láminas, 3 alabardas de sílex, 1 puñal de sílex, 2 cristales de roca tallados, 7 hachas de piedra pulimentada, 1 hacha de cobre, 1 “maza de minero” con surco central para el enmangue, y formas cerámicas poco comunes: una copa, una arqueta y un vaso en forma de ave.

Estos objetos cerámicos presentan formas y tratamientos comunes a otras figurillas de arcilla de importantes sitos calcolíticos funerarios y habitacionales. El vaso en forma de ave (interpretada como una “paloma”), con cuerpo ovoide, base plana, superficie alisada uniforme y representación esquemática de la cabeza con pico y de la cola (plumas rectrices), tiene una conservación única. No sólo su forma es singular, sino que su interior es hueco, pudiendo haber albergado algún contenido no conservado.

La “arqueta” de cuatro patas es de formato rectangular y sección interna convexa. Presenta trazos geométricos en uno de los extremos. En las esquinas se aprecian varios orificios que podrían servir para su suspensión o para fijar una tapa de material perecedero. Podemos suponer que, como en el caso, anterior, serviría para guardar algún contenido.

La sofisticación arquitectónica, y la capacidad de acumular objetos “exóticos” revela que esta comunidad campesina tenía un elevado conocimiento de la técnica constructiva, un alto nivel de interacción territorial, accesibilidad a las redes de intercambio de escala suprarregional, y códigos compartidos con expresiones análogas similares a las que configuran la esfera de la muerte de los grupos calcolíticos del sur peninsular.

Para saber más...

CERDÁN, C., LEISNER, G. y LEISNER, V. (1952): Los sepulcros megalíticos de Huelva. Informes y Memorias de la Comisaría de Excavaciones Arqueológicas, 26, Ministerio de Educación Nacional. Madrid.

MARTÍNEZ SANCHEZ, R., BUENO RAMÍREZ, P. y LINARES CATELA, J.A. (2020): “Figurillas de arcilla en el Neolítico y Edad del Cobre en el sur de Iberia”. En Bueno, P. Ramírez y Soler, J. (eds.): Ídolos, Miradas Milenarias: 140-153. MARQ/MAR: Alicante.

PIÑÓN VARELA, F. (2004): El horizonte cultural megalítico en el área de Huelva. Monografías Arqueología 22. Junta de Andalucía. Sevilla

VALERA, A. C., EVANGELISTA, L. CASTANHEIRA, P. (2014).: Zoomorphic figurines and the problem of human-animal relationship in the Neolithic and Chalcolithic Southwest Iberia. Menga, 05, 15-41

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