La vida, nada menos: atrevimiento y técnica no bastan
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La ficha
*** 'Aquí'. Drama-Fantástico, Estados Unidos, 2024, 104 min. Dirección: Robert Zemeckis. Guion: Eric Roth, Robert Zemeckis. Música: Alan Silvestri. Intérpretes: Tom Hanks, Robin Wright, Paul Bettany, Kelly Reilly, Michelle Dockery, Beau Gadson.
Siento aprecio por Robert Zemeckis, me gusten más, menos o nada sus muchas películas, por los riesgos argumentales y técnicos que asume dentro de los parámetros del cine comercial. Desde los años 80 ha creado títulos míticos como Regreso al futuro y Forrest Gump, rarezas como Bienvenido a Marwen y Lo que la verdad esconde o jugado con las posibilidades cada vez mayores ofrecidas por las nuevas técnicas en títulos tan distintos e interesantes como ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, La muerte os sienta bien, Polar Express, Cuento de Navidad, El desafío o Las brujas. También es cierto que cuando se pone serio suele no dar pie con bola, casos de Naufrago, Beowulf o Aliados. Y que a veces, como le sucedió con su versión de Pinocho, se le va la mano en su juego o experimentación con los efectos digitales. Y esto es lo que le pasa en esta película.
La idea de contar la historia de muchas generaciones a través de su sucederse en un único escenario es tan arriesgada como interesante. Y muy suya: remite a la de contar la historia de los Estados Unidos entre 1945 y 1982 a través de un único personaje en Forrest Gump. Aunque hay precedentes. Viendo Aquí recordé Cavalcade, el gigantesco éxito teatral de Noel Coward estrenado en el Royal Drury Lane londinense en 1931 con una espectacular puesta en escena y llevada al cine en 1933 por Frank Lloyd con idéntico éxito. Trataba de la historia de Inglaterra entre 1899 y 1930 contada a través de varias generaciones una familia de clase alta (se trata del sofisticado Noel Coward, claro, de quien dice Woody Allen en Manhattan: "Esto se está convirtiendo en una obra de teatro de Noel Coward. Alguien debería ir y hacer algunos martinis"), ligándolos a través de su residencia familiar, aunque también utilizando otros escenarios.
En Aquí el escenario es único, y este es uno de los desafíos de la película, como si se hubiera dejado una cámara grabando durante muchos, muchísimos años, hasta siglos y milenios, en un mismo lugar. La idea de contar la historia de los Estados Unidos, en este caso siempre en fuera de campo (es decir, de la habitación), a través del sucederse de generaciones en un mismo lugar filmado desde la misma perspectiva debe mucho no solo a Cavalcade y a Forrest Gump, también a Smoke -Harvey Keitel fotografiando día tras día la misma esquina desde el mismo ángulo-, a Boyhood y, si quieren, hasta a El árbol de vida que unía la creación del universo y la eternidad.
La película extrema tanto la duración temporal como la reducción a un único lugar o escenario recurriendo a efectos digitales que, la verdad, no la favorecen; sobre todo en lo que a los retoques digitales de los actores se refiere, que les hacen parecer de goma. No conozco la novela gráfica del prestigioso Richard McGuire en la que se basa. Pero supongo que es más fácil dibujar y escribir este transcurrir del tiempo, de muchísimo tiempo, en un mismo lugar que filmarlo.
Chocan el atrevimiento y los recursos para desarrollarlo, la confianza en la técnica y los resultados de su aplicación, el énfasis del intento de contar el sucederse de las vidas -¡la vida!- y la banalidad del resultado. La reunión del equipo que hizo posible Forrest Gump -Eric Roth escribiendo, Zemeckis dirigiendo y Hanks y Robin Wright interpretando- no da aquel brillante resultado. Se agradece el atrevimiento, la voluntad de utilizar creativamente la técnica, la apuesta por un relato tan grande como la vida, se logran algunos momentos brillantes e incluso emocionantes. Y su fidelísimo Alan Silvestri -se entienden bien los dos setentones: desde 1983 la suya con Zemeckis es, junto a la de Spielberg y Williams, una de las más largas colaboraciones entre un compositor y un director estadounidenses- pone la dulce música (con algún destello de grandeur) en la que es experto, logrando uno de sus mejores trabajos. Pero el conjunto no funciona.
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