Aumenta la brecha de tipos de interés (EEUU-Eurozona)

Tribuna Económica

05 de febrero 2025 - 03:06

En la pasada semana hemos podido comprobar que la FED y el BCE toman caminos separados. La Reserva Federal de EEUU (FeD). EEUU detiene la bajada de los tipos de interés entre el 4,25 % y el 4,50%. Los mercados no prevén más de dos bajadas del 0,25% durante el 2025.

Por el contrario, el BCE ha bajado un 0,25% en la última semana, dejando entrever nuevas bajadas a lo largo de 2025. Es previsible que el tipo de interés neutral al que se llegue al final de año esté entre el 2% y el 1,75%. La brecha de tipos de interés habrá aumentado más del 2%. El BCE y la FED acometen estrategias divergentes por las distintas situaciones de crecimiento e inflación de ambos.

El crecimiento del PIB de EE.UU. continúa siendo potente (2,7%), el nivel de paro bajo (4%), por el contrario, la inflación se resiste a bajar (3,3%). Con un crecimiento potente y una inflación descontrolada, la FeD no quiere seguir bajando los tipos de interés. Por el contrario, en la Eurozona con un crecimiento negativo y sus dos principales potencias Alemania y Francia en recesión o estancamiento, el BCE ha optado por estimular el crecimiento bajando el tipo de interés, ya que las expectativas de inflación están ancladas con una tendencia al 2%.

La brecha de tipo de interés aumentará en los próximos meses. Lo cual provocará un fortalecimiento del dólar y una depreciación del euro. La apreciación del dólar restará competitividad a las exportaciones de EE.UU. y reducirá su crecimiento. Efecto contrario al que pretende Trump. La depreciación del euro mejora la competitividad de las exportaciones europeas, pero impulsará la inflación importada a través del encarecimiento del precio de las importaciones.

En definitiva, que el programa de Trump entra en contradicción con los objetivos del propio Trump. Una guerra arancelaria generalizada, con bajadas de impuestos y deportaciones masivas es un programa explosivo en inflación y negativo en crecimiento. La aplicación generalizada de la política arancelaria se trasladará a un crecimiento de los precios en EEUU y acabará provocando inflación, pérdida de poder adquisitivo, reducción del consumo y disminución del crecimiento. La deportación masiva de inmigrantes, en un momento de intenso crecimiento y escasez de mano de obra, provocará incremento de los salarios, inflación y reducción del potencial de crecimiento. La reducción de impuestos provocará un mayor déficit público y un endeudamiento insostenible Esta situación presupuestaria generará más inflación y estimulará a la FeD a nuevas subidas de tipo de interés, que acabarán frenando el crecimiento.

A partir del 1 de febrero Trump ha subido los aranceles a las importaciones de Canadá y México un 25% –aunque ha aplazado su ejecución un mes– y a China un 10% que se suma al arancel del 15% que ya tenía. Los tres países van a contraatacar con nuevos aranceles a las exportaciones americanas. Europa vendrá a continuación. El riesgo de una guerra arancelaria generalizada iniciada por una superpotencia como EEUU con una gran cuota del comercio mundial, es que se extienda al resto de los países y acabe globalizándose. El resultado es que nadie gana y todos pierden, incluido el que la inició. El programa Trump está lleno de contradicciones.

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