Tribuna Económica
Fernando Faces
Aumenta la brecha de tipos de interés (EEUU-Eurozona)
No se quiso a Josiel como pareja de baile Del Pozo. Para ello se fichó a Keita; no juega. Se fichó a Camará: tampoco juega. Vino Moreno: empezó jugando pero ya lo hace muy poco o nada y al final es Domínguez quien, pese a su indiscutible calidad y a su buen hacer en gran parte de los últimos partidos, ocupa un puesto para el que no estaba destinado y además se le aleja, a él y a su zurdita, del área. Si comparamos los laterales de la pasada temporada con los de ésta temblamos (excluimos a Davinchi, en crecimiento exponencial). La delantera, foco de crítica por capacidad y cantidad ya en el estreno en 1ª RFEF, tampoco ha mejorado. Desde el último ascenso dos de tres mercados nos dejan con muy mal sabor de boca y este Recre 24/25, terminando diciembre, sigue en descenso. Datos, hechos, nada más y nada menos.
En Valdebebas no se perdió por la terrible presión de la grada (sólo cuatro peques gritaban de vez en cuando); tampoco el césped fue aquel de Lebrija, que hasta quemaba y donde la pelota daba saltos como un canguro, ni la meteorología nos perjudicó ni nos birló nada el colegiado: se perdió por falta de fútbol o por salir, como todo el año fuera de casa -quitamos Antequera de la ecuación- con ese fútbol de mentira, sin morder del primer al último minuto, que provoca que los equipos locales, normalmente con más calidad, nos vacunen en dos llegadas y nos manden a dormir pese a reacciones posteriores casi siempre tardías y vanas, como hemos visto mil veces ya.
Hubiera sido una gozada volver de Madrid con buen sabor de boca, habernos alejado del precipicio, aspirar a meternos en playoff incluso el próximo sábado… pero la realidad es tozuda. Queremos ir de crucero en la mejor suite del Seven Seas Explorer pero a duras penas podemos coger sitio en La Canoa de Punta Umbría. Creo de corazón que el patrón de sólo ir al límite cuando nos dan puyazos ha caducado ya sea por piezas o por mentalidad. No sé si los nuevos (¿?) tendrán claro qué tipo de equipo quieren, qué tipo de Club desean; no sé cuánta hambre tienen ni el parné que manejan para paliarla. Sí sé que no cambiar todo lo mucho que no aporta en el césped (y no acertar luego) será un suicidio deportivo. ¿Recuerdan qué pasó la última vez que en casa nos defendíamos pero hacíamos siempre el canelo fuera?
Pues eso. Los más de 13.000 abonados, esta ciudad y la historia del pionero, que alguno aún no se la sabe o la retuerce, se merece siempre, como mínimo, luchar por el ascenso. También sé que ustedes se merecían una Platea número 500 en esta casa (madre mía) mucho mejor, más bonita y más feliz… pero es lo que hay: seguimos en una Canoa pero, para nosotros, es igual de grande, preciosa e importante que el mejor portaviones del mundo; por eso queremos verla firme y con buen rumbo de una vez. Feliz Navidad a todos. Y feliz cumple, Decano.
También te puede interesar
Tribuna Económica
Fernando Faces
Aumenta la brecha de tipos de interés (EEUU-Eurozona)
El parqué
Tono positivo
Sánchez en el alambre y Feijóo dando volantazos
Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
¿Por qué quiebran los bancos?