El desafío mental y la ambición en la recta final del ‘via crucis’

Todos los equipos que están metidos en descenso o merodeando la zona han vapuleado sus banquillos castigando a sus entrenadores en beneficio de sus incompetentes plantillas. Y así les ha ido en general, siendo incapaces de reaccionar en el campo. Marbella FC, recién ascendido, se halla al filo del castigo y el Recreativo, que aspiraba en sus sueños de verano al playoff, está inmerso en su ‘vía crucis’ de sufrimiento y condena. La trayectoria triste de uno y otro ratifica la toma de posesión de tres entrenadores en cada equipo.

Carlos de Lerma ha reactivado en sus seis partidos al equipo marbellí con tres victorias (en casa Atlético B e Ibiza) y un empate. Raúl Galbarro no saborea un triunfo en sus dos envites tras sendos empates y sin marcar un gol. Y como está el panorama de negro hablar de las buenas sensaciones sin ganar para levantar el ánimo de los recreativistas no sirve como la mejor medicina de un moribundo en sus últimas cabezadas.

¡Este es el clásico! por coincidir con el Barcelona-Real Madrid. Así reza el cartel junto al “Ahora o nunca” como reclamo de una auténtica final echando en la estrategia a la afición onubense. Tres puntos separan a ambos y la ventaja local de su victoria en Huelva (1-3) en el cese de Ábel Gómez. Una derrota del Decano es certificar su defunción y su traslado al tanatorio como cierre de la liga tras llevar ingresado en urgencias 29 de las 35 jornadas celebradas.

El rival muestra desequilibrio táctico: entre los cinco más goleadores y la peor defensa. El Recreativo es el peor fuera y el segundo menos realizador de los dos grupos, incapaz de ganar dos partidos seguidos durante la temporada. Ahora lo fía todo a un milagro para una hazaña: solo tres victorias en la segunda vuelta (una de ellas en las últimas nueve jornadas) y tiene que hacer pleno en las tres últimas, además que coincidan las combinaciones posibles. Un desafío mental y una ambición deportiva de una vida extra.