Domingo de resurrección: mucha fe creyendo en el milagro

El Recreativo lucha contra su historia más dura reciente frente al peso dramático de la losa de las últimas decepciones con descensos que le enviaron hasta la Tercera Federación, la categoría que ocupa su filial, casi asegurada la permanencia tiene en el horizonte sus opciones de luchar por el playoff de ascenso a la Segunda Federación, la misma que debate por eludir el Decano en los seis partidos que restan de la competición. El sueño del filial es la confianza de que su primer equipo obre el milagro de quedarse en la Primera Federación, pese a tres derrotas en los últimos cinco partidos.

Cada temporada en los dos últimos meses aparece las calculadoras: mirar lo que sucede en tu partido y pendiente de lo que ocurre con tus rivales directos. Ya desde la primera vuelta los cálculos de la salvación salen baratos ante la mediocridad de los implicados. Y todas las operaciones señalan que el Recreativo ha sido y es un pésimo estudiante porque en su libreta de apuntes no caben más suspensos. Y tampoco su profesor, Iñigo Vélez ha traído luz y taquígrafo como instructor al ser incapaz de crear un perfil de equipo de garantías suficientes, tras su discurso de presentación eufórico y pleno de halagos a la plantilla, de ver y juzgar el futuro en su aspecto más favorable antes de ponerse el mono de trabajo.

Recreativo y Real Madrid Castilla cerraron el año 2024 en descenso igualados con 19 puntos, ahora el filial está invicto en 2025, siendo el rey del empate (16) mirando playoff como segundo más goleador con la dupla Víctor Muñoz y Gonzalo. El Decano cohabita con la jindama que no le cabe en su cuerpo y quiere pasar del “viernes de Dolores” en Sevilla a un empacho de fe del “domingo de Resurrección” en Huelva. Mermado en defensa y bloqueado en ataque. Si en 32 jornadas ha ganado siete partidos en las seis últimas le obliga a vencer en tres y esperar al más difícil todavía. Final a final creyendo que no puede fallar.