Estimados supuestos futuros:

11 de febrero 2025 - 03:05

Voy a ser osado y a dar por hecho que ustedes, que sobrevuelan esta nave a la deriva –con acción aún limitada, lo sé– van a poder hacer y deshacer lo que les venga en gana en unos días. Esa osadía, comprenderán, es porque aquí pasan tantas cosas, y los últimos hechos lo constatan, que hasta el Sol puede salir mañana por el oeste y a nadie le sorprendería. Con el riesgo de dar por sentada tal relevante circunstancia permítanme un apuntito.

Seguro que a muchos de los más de 13.500 abonados del Decano les ha costado resetear y mentalizarse de que esta temporada va, como tantas otras ya vividas, de pura supervivencia. Entiéndanles: veníamos del desierto pero creciendo en lo deportivo (no les digo nada en lo social) hasta que parió la burra hace un año y aquí no se da pie con bola ni el césped, ni en el mensaje ni en casi nada. Desperdiciar un curso como éste, en el que con un plantel medio equilibrado se hubiera luchado por ascender (exigencia mínima en esta categoría, ¿no?) hasta casi sin querer ha sido duro, pero la realidad aplasta. Llegados a este punto comprendo el cansancio del personal porque no es que llevemos un año difícil, es que desde 2014 -y mucho antes en realidad, pero desde esa fecha de forma singular- el Recre no es un club, es una bomba atómica que no estalla porque siempre hay algún John McClane (y decenas de miles como él) cortando el cable azul en el último segundo.

Al contrario que aquel anuncio de la famosa lejía yo no vengo del futuro, sino del pasado, y ya he visto muchas veces esta película como para saber su desenlace: o esto lo levanta una grada a reventar cada domingo o los de abajo no son capaces de levantarlo solos. Igual que había que cambiar el estilo y ante el Atleti y el Ceuta se intuyó otra cosita medio esperanzadora creo honestamente que hay que cambiar otra dinámica, la de un Colombino que, pese a responder demasiado bien para donde estamos y para lo que se ofrece, necesita urgentemente una vuelta de tuerca tremenda.

Si se gana en Algeciras para aprovechar esa ola y, si no se gana, por motivos obvios de S.O.S., prendan la chispita haciendo LO-QUE-SEA para que las carencias del césped las traten de solapar casi 22.000 personas, opción de la que pocos pueden presumir ni usar y que no se debe desaprovechar ni un segundo más. Y no hace falta llamar a Spielberg para despertar a las masas: pregunten allí mismo, ahí dentro, a gente que logró que un escueto tuit de 16 palabras hiciera que Huelva hirviera al instante. Creo que, por intentarlo, no se perdería nada. Y ya en verano, si seguimos vivos, nos salvamos y siguen ustedes, hablaríamos del gobierno, como decía aquella maravillosa pareja.

Les saluda, cordialmente, un reseteado y mentalizado más.

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