La GESTIÓN DE LA REALIDAD ECONÓMICA DEL TRASPASO DE RAHIM

El Recreativo proyecta la imagen de gestión realista de un equipo pobre que tiene que generar dinero para el sustento de seguir construyendo poco a poco una plantilla humilde y decente que cuadre en la propuesta de un plan para la ejecución de unas aspiraciones deportivas basadas en la esperanza y en el empeño de competir frente a los ajustes económicos muy severos. Y como existe una desproporción evidente entre la magnitud de aspirar a un ascenso y lo que es el presente de la entidad, pues hay que vender lo poquito que florece para tener menos asfixia a la hora de desafiar a los rivales más cualificados.

Y uno de los principales méritos de los jugadores es el seguimiento y interés en el reclamo. El quid de la cuestión desde club radica en adelantarse para recoger las ganancias, de ahí la importancia del valor de la utilidad de aplicar unas garantías en el contrato. Y la comisión deportiva, con Oscar Arias a la cabeza, verifica que estos requisitos es la defensa legal deportiva de hacerse fuertes con cláusulas ante los clubes superiores por si persisten en los deseos.

La culminación del traspaso de Rahim al Real Oviedo corrobora el objetivo de renovaciones de jugadores con proyección y de otros que sobresalen durante la competición al ponerse en el escaparate. No es normal en la tercera categoría nacional sellar un alcance económico (450.000 euros fijos) más variables (250.000) y futura venta (20%) por un jugador promesa que tiene que romper. Y esto alivia a clubes como el Recreativo con urgencias de liquidez en la supervivencia, a pesar de que el neto deje en la caja algo más de la mitad por el acuerdo singular de pagos con Hacienda de este tipo de operación (25%) y el compromiso con Rayo Majadahonda (20%) que cedió sus derechos. Una negociación exitosa que va más allá de la propia renta deportiva cubriendo también la emergencia económica. Pero siempre existirá la dinámica de los disconformes.