Un líder subido de ego prueba la resurrección recreativista

El Recreativo lleva una temporada cruzada desde el inicio que no mejora dentro de una calma chicha porque sigue su camino de incertidumbre. Los resultados espectaculares de la recta final en el Nuevo Colombino han sido como orgasmos futbolísticos que han enderezado la energía postrera al límite del éxtasis, pero la resurrección siempre está amenazada al no enlazar dos victorias seguidas. Este estado de arrebato produce efectos tan emocionales que el club tendrá que habilitar en sus instalaciones una consulta de cardiología porque los corazones de los aficionados están en un puño entre la mezcla de angustia y el júbilo en tan poco tiempo que prueba la resistencia de este órgano de naturaleza muscular vital.

Y es notable que un alto porcentaje de la afición fiel son jubilados que acuden con esfuerzo y muchos de ellos con medicamentos a ver a su “Recre” por encima del bien y del mal, aunque el entusiasmo y la felicidad hacen olvidar todos los problemas con el regusto del camino de vuelta a casa. Ahora la actualización de la clasificación con la derrota del filial sevillista en el aplazado ante Intercity le deja fuera del infierno, un puesto ocupado desde la tercera jornada con siete de ellas siendo último.

La asignatura pendiente es la ruptura de la dinámica negativa fuera (tres empates en siete salidas) que junto al Real Madrid Castilla y Sevilla Atlético siguen sin ganar. El test en Antequera lo hará con Abel Gómez lejos del banquillo, que para una vez que saca la lengua desesperado se la tapan con sanción muy severa de tres partidos. El nuevo líder está invicto en casa tras una mala racha entre septiembre y octubre con dos empates seguidos en El Maulí y la única derrota en Alicante frente al Hércules. Un bloque compacto entre los tres menos goleados y más realizadores. Como el Recreativo no se estabiliza está obligado a romper todos los pronósticos de la jornada para cumplir un sueño en realidad.