Mañana es verano

Loy la razón impone esta espera porque comienza la estación reina, en la que provincias como Huelva deben sacar todo el provecho posible de su situación geográfica, de sus encantos a veces tan desconocidos y de la ocasión de promocionarse de una vez de cara a un turismo que todavía es incipiente en nuestros lares.

Por muchas circunstancias conocidas, Huelva debe ser capital abierta al verano en todo su desarrollo. Y para ello necesita una infraestructura turística que, en verdad, no poseemos.

Hace unos días, me encontré con una pareja de extranjeros en la Plaza de las Monjas, delante del monumento a Colón. Me abordaron muy educadamente, pero con ese aire de despiste de los que visitan por primera vez una ciudad, para preguntarme: ¿Qué podemos ver en Huelva? Les interrogué sobre de dónde venían y cuánto tiempo iban a estar. Su respuesta fue: Venimos de Noruega y estaremos hasta la tarde, cuando zarpe nuestro crucero. Y aquí me encontré con el gran dilema: ¿a dónde los mando con su afán de ver algo nuevo y desconocido?

En lo religioso, la iglesia de la Concepción estaba cerrada. La Catedral les quedaba a distancia y, además, con toda una plaza en obras. El Monumento a Colón, muy lejos. La Cinta también. Les insinué el Museo Arqueológico, la Casa Colón, el monumento a la Virgen del Rocío, el muelle de la RTC, el Paseo de la Ría, y no supe qué más decirles. No tenían tiempo más que para comer y dar un pequeño paseo por la ciudad. Les invité a una cerveza en la calle Rábida, bajo las lonas de los toldos que nos ofrecían buena sombra y aproveché para hablarles de nuestra historia, de las playas, ahora en su apogeo, del potencial industrial económico, del futuro que con el hidrógeno verde se avecina, de la cuenca minera… En resumidas cuentas, en las pocas horas de callejeo que les quedaban, solo el ambiente soleado y andaluz de nuestra tierra y su gastronomía eran alicientes seguros. Tendré que preguntarle a mi amiga Carola, magnífica guía turística onubense.

Esta visita me hizo reflexionar sobre la necesidad que tiene nuestra ciudad de ofrecer, a la vista, cosas de interés turístico. Tenemos que despertarnos con rapidez. La llegada de cruceros al puerto onubense es una maravillosa realidad, los jardines cuidados y las calles limpias, el comercio abierto y un centro de información, ya anunciado, es de todo punto necesario para atender a esas personas que llegan ávidas de conocernos y proporcionarles documentación sobre la ciudad en varios idiomas.

El verano es la estación donde Huelva debería ser un muestrario de bellezas y curiosidades llenas de interés turístico. Unos meses donde la planificación general sea la más apropiada.

No solo debemos apoyar la fuerza en varios meses de encanto, sino también saber llenar las pocas horas de quienes por aquí pasan en sus viajes organizados.

Nuestro futuro, aunque muchos no podamos verlo, tiene que ser el que siempre soñamos.