Visto y Oído
Muchachada
Tribuna
Una afición muy decepcionada que tiene que sostener a un equipo sin rumbo y en la UCI. El Nuevo Colombino será juez decisivo para superar la presión de la pugna por la permanencia en los cuatro partidos caseros que restan (Yeclano, Real Madrid Castilla, Ibiza y Mérida) frente al hándicap de la incertidumbre porque el Decano solo ha ganado una vez en 2025 ante su gente, en el debut de Íñigo Vélez ante el Atlético de Madrid B con el fervor de revulsivo y encendiendo la llama de esperanza en el recreativismo, pero con fiasco de dos triunfos en 12 partidos. Luego, desengaños en el cúmulo de los cinco siguientes en el tambaleante escenario onubense: una derrota y cuatro empates.
El Recreativo llega al partido ante el Yeclano Deportivo sumido en mar de dudas. Íñigo Vélez tiene que olvidarse de sus presuntas dotes de adivino porque no tiene precio su ridículo sobre sus clarividencias. Primero, bajarse de su cohete y pisar tierra firme, y segundo eludir su extravagancia de tener un “equipazo” como amparo estando en el abismo. Y lo principal lo tiene delante, que es centrarse en tomar las decisiones adecuadas para recuperar la fe de un bloque caído y amenazado por la falta de recursos ofensivos, castigado por sus negligencias defensivas y perdido en su ausencia de estructura medular.
La prioridad de la necesidad urgente requiere no caer en el pesimismo global. Y si antes cada partido era una final, ahora hay que sumarle que es la última opción del curso dejando patente las condiciones adversas. Yeclano Deportivo y Recreativo atesoran vidas paralelas separadas por dos puntos, ambos en el podio de los empates (13 y 14, respectivamente) con el detalle de que el rival tiene la mejor defensa del grupo (25 encajados) que aprieta las carencias recreativistas en soluciones atacantes al estar entre los tres menos efectivos. Las sensaciones no son las mejores. Por lo tanto toca sufrir más y remangarse en el campo hasta la extenuación.
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