Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Los que manejan el mundo
El título del libro es Teatro La Garrocha, 50 años de un hito de la escena onubense, un auténtico y apreciado regalo de César Corpa, tan conocido y reconocido en los ámbitos tan valiosos y decisivos en el arte y la cultura: la docencia y el teatro. Un texto que nos sumerge hasta el fondo de la escena teatral de medio siglo en Huelva. Una fascinante panoplia escénica, todo un exhaustivo y admirable trabajo teatral de Mario de la Torre Espínola, profesor titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Granada, emprendido desde la introducción con un estudio muy completo de “la escena onubense en el franquismo y la transición”, que nos permite la contemplación de una extensa panorámica de esta época en la que el grupo La Garrocha logró superar las restricciones y limitaciones planteadas en aquel momento.
Nos presenta después el nacimiento del grupo como referencia “de una labor que resultó muy significativa en un momento determinado para la cultura onubense”. y en cuya creación y fructífera actividad “la figura de César Corpa sería esencial”, asegura Mario de la Torre, dando cuenta de sus intensas y eficaces acciones en el ámbito de la enseñanza y el arte escénico que habían jalonado una brillante ejecutoria antes de su llegada a Huelva. Donde inició una labor notable y venturosa como preceptor en el Colegio Santa María de la Rábida, impulsando junto al desarrollo del ejercicio educativo y formativo la proyección del “interés de los colegiales de cursos superiores hacia las entidades de tipo cultural o artístico existentes en Huelva” y que los jóvenes participasen “de la vida cultural de la ciudad”. Todo ello además de “desarrollar una vigorosa actividad teatral sin precedentes en la provincia”.
Tan es así que, como asegura el texto: “Gracias a propuestas como la desarrollada por La Garrocha, el interés por parte de las diferentes administraciones hacia el teatro irá en aumento”. Se iniciarán así Los años de esplendor y tras el estreno de su notable producción escénica inició una serie de espléndidas actuaciones a partir de Encuentro con la poesía de Bécquer, en 1970, una puesta en escena dramática creada por César Corpa sobre poemas del poeta sevillano. Le seguiría Oratorio (1971), texto de Alfonso Jiménez Romero y la experiencia rupturista de Teatro Estudio Lebrijano, recordada en Huelva porque una de sus representaciones se celebró ante la fachada de la iglesia de San Pedro y determinó la consolidación de “las bases de lo que debería ser La Garrocha” con un repertorio deslumbrante.
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