En Huelva no nos movemos por ‘ná’

Por alguna extraña razón, para tener las mismas oportunidades que el resto hay que manifestarse

15 de mayo 2024 - 00:15

Dijo el otro día mi primo Chungaleta que si fuera por la presión de la gente que estuvo en la Plaza de las Monjas el jueves pasado durante la concentración por las infraestructuras, el ministro Óscar Puente, como mucho, nos remozaba el tren de la Plaza Niña para darnos un paseo hasta Santa Justa a ver cómo sale el AVE. Supongo que el (o la, ojo, que nadie ha dicho que Chungaleta sea un hombre) columnista, que andaba disgustade con el asunto en cuestión, esperaba, como muchos, que la convocatoria acabara siendo algo parecido al ya mítico 3 de Marzo, cuando la manifestación de las tres facultades, el germen de la Universidad de Huelva y que, como saben, se ha convertido en una especie de rasero con el que solemos medir la fuerza de cualquier movilización, porque resulta, por si no lo sabían, que los onubenses tenemos que manifestarnos para tener lo mismo que los demás, un razonamiento que, de tan utilizado, ha terminado pareciendo hasta lógico a pesar de que se basa en la perversa idea de que si no nos movilizamos por algo es porque no nos lo merecemos. Por ejemplo, si queremos tener un hospital Materno Infantil para que nuestros niños enfermos de cáncer y otras enfermedades graves no tengan que vivir un largo y durísimo proceso de curación a cien kilómetros de su casa y de su familia, no nos basta con que el PP nos lo lleve prometiendo una década ni con que todas las demás provincias andaluzas ya lo tengan, sino que tenemos que montar una manifestación porque -nos decimos a nosotros mismos, como si fuera lo más normal del mundo- si no lo hacemos significa que no lo necesitamos. No sé si se han preguntado alguna vez, y si no lo han hecho, ya va siendo hora, cuántas manifestaciones hicieron falta para el Materno Infantil de Granada, para que el AVE llegara a Córdoba, para que abrieran nuevos museos en Málaga o pusieran un aeropuerto en Almería. Cuántas huelgas tuvieron que hacer en Cádiz para que les construyeran el Puente de la Constitución y cuántas decenas de miles de sevillanos se manifestaron para pedir la SE-40. Por alguna extraña razón, para tener las mismas oportunidades que el resto de provincias de España, en Huelva tenemos que salir a la calle a pedirlas, y si no lo conseguimos, si por casualidad nos niegan el derecho (que es lo que suele pasar siempre), tócate las narices, no es por culpa del gobierno de turno, sino nuestra, porque “es que en Huelva no nos movemos por ná”. No hay nada más lejos de mi ánimo que llevarle la contraria a mi primo, que por otra parte tiene más razón que un santo, pero visto lo visto no me negarán lo tramposo de un argumento que hemos asumido como propio a pesar de ser tan absurdo como injusto, porque parte de la base de que los onubenses no nos merecemos nada por la simple razón de serlos. Estoy seguro de que Chungaleta coincidirá conmigo en que en realidad nuestro problema es otro mucho más grave que saber o no organizar manifestaciones multitudinarias. En Huelva lo que nos faltan son líderes. Nuestra penitencia es no tener políticos dignos de la tierra a la que representan.

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